Una entrevista ligera a José Luis Piquero, por Javier Lasheras y José Havel. 18/09/2012.

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Una entrevista ligera a José Luis Piquero

 » Mejor no acordarse de la historia más que para no repetirla
 
Por Javier Lasheras y José Havel  
 
 
¿Qué valora más en un viaje?

 Que sea reposado, con tiempo para detenerse a oler las rosas. Que deje huella. Que algún día sean días dorados que recordar. 

¿Qué es lo que más le gusta hacer a las 8 de la tarde?

Donde vivo, a esa hora le llaman “la fresquita”, que es cuando baja un poco el calor. Momento idóneo para una cerveza en alguna terraza, cotilleando de la gente que pasa. 

¿Cuál es el riesgo principal de viajar con usted?

Lo habitual es acabar perdiéndonos. Una brújula sería lo suyo. 

¿Qué valora más para elegir un acompañante?

Como suelo viajar con mi pareja, lo mismo que valoré cuando empecé a salir con ella, la pobre. 

¿Cuál es ese lugar al que siempre le gustaría volver y por qué?

Vivo fuera de Asturias, así que está muy claro: Asturias. 

¿Cuál es su principal defecto?

La intransigencia. 

¿Y su principal cualidad?

Creo que no soy envidioso. 

¿Qué libros lee cuando viaja?

Como suele haber menos tiempo, normalmente poesía, que es género que da que pensar sin el enredo de las novelas. 

¿Y qué está leyendo ahora?

Releyendo la obra completa de Víctor Botas, que se ha reeditado en Sevilla. La memoria de los amigos y de los buenos poetas, siempre. 

¿Es usted de los que leen con lápiz y papel a mano?

 Nunca, señor mío. Yo leo por placer. 

¿Cuál sería su mayor desdicha?

Las que me ha tocado vivir hasta ahora. Temo que no sean aún las mayores. 

¿Qué obra publicada le hubiese gustado firmar?

Miles y miles. Un ejemplo: “Enoch Soames”, de Max Beerbohm. 

¿Dónde le gustaría vivir?

 En Islantilla. ¿Qué suerte tengo, verdad? 

¿Cuál es su bebida favorita?

A un buen Protos no le digo que no. Y a dos y a tres. 

Dígame un par de grandes novelas que se le atragantaron o nunca pudo terminar de leer.

Ahora mismo me viene a la cabeza el Ulises. Aunque insistí tanto que quizá podría darlo por leído. 

¿Cuál es su ciudad preferida?

Praga, desde que me perdí en ella la primera vez y luego todas las demás veces que me dejé perder en ella. 

¿Quiénes son sus escritores favoritos?

¿Dispongo de 30 o 40 líneas? ¿No? Pues entonces pongamos sólo uno: Borges.  

 ¿Cuáles son sus palabras predilectas o su frase favorita?

Suelo repetir una frase que decía un gángster en Calle sin salida, de William Wyler: “Cada cual debe hacer lo que cree que le gusta”. Ese “lo que cree” es lo que la hace una frase gloriosa. 

¿Qué música suele escuchar?

Depende. Últimamente Mercury Rev. 

¿Con que personajes históricos y personajes ficticios le gustaría pasar una velada?

Históricos, con Ringo Starr. Ficticios, con Mariano Rajoy. 

¿Por cuánto sale, más o menos, una ración de 100 gramos de jamón ibérico puro de bellota, una copa de vino, un libro de poemas y una onza de chocolate?

Ahí me ha pillao. Donde vivo hay el mejor jamón ibérico de España pero no lo pido en los bares. La copa de vino, depende del bar: un blanco del Condado de Huelva está entre 1.20 y 1.60. Los libros de poemas, algunos valen más de lo que cuestan y otros cuestan más de lo que valen. Y chocolate no como, sorry. 

Recomiende un par de obras de arte.

Sara Carbonero y Martina Klein. 

¿En la escritura de qué se halla usted ahora inmerso?

De nada. Estoy en dique seco. Pero he aprendido que estas sequías a la larga son beneficiosas. 

¿La crítica literaria la prefiere con agua, con hielo o a solas?

Con las gafas de leer, para no perder ripio. 

¿Qué detesta, odia y le cabrea a un mismo tiempo? ¿Y por separado?

Supongo que lo que todos: la prepotencia, el abuso… Y algunas cosas más: la incompetencia, la catetez, la mojigatería… 

Recomiéndenos un libro que aún no haya leído.

Prefiero no dar cartas de recomendación a desconocidos. Sólo respondo tras tener trato. 

Díganos un par de películas que todo el mundo debería ver.

La lista de Schindler, Ojos ne
gros
y otras mil o dos mil más.
 

¿A través de qué película llegó a leer un libro estupendo?

Los restos del día, de Kazuo Ishiguro, un ejemplo de que a veces libro y película son, ambos, obras de arte, aunque lo normal es que la película sea peor (El resplandor, que es mucho mejor que la novela, sería una de las pocas excepciones). 

¿Qué suceso de la historia admira más?

Mejor no acordarse de la historia más que para no repetirla. Ya decía Ángel González que era como la morcilla: una cosa hecha con sangre. 

¿Qué red social de internet prefiere?

Ninguna. No participo. 

¿A quién le hubiese gustado entrevistar?

Al mago y activista escéptico James Randi, un tipo admirable, inteligente y divertido que ha dedicado su vida a desenmascarar estafadores del estilo de Uri Geller o la terrorista esa, Anne Germain. 

Y por último, ¿cómo se declara usted, culpable o inocente?

Inocente de todos los cargos, excepto quizá del más grave…

 
 
José Luis Piquero es escritor.

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