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Con Rafael Cortina, desde África

Rafael Cortina Canal (Gijón, 1952)

Durante 35 años de mi vida ejercí como un médico rural de la escuela clínica, para mí era fundamental contar con la confianza de los pacientes. He intentado, con poco éxito, cambiar el mundo y me encontré nadando a contracorriente tanto en mi profesión como en la oposición a al dictadura franquista, el movimiento ecologista, las oenegés y la literatura. Mis aficiones a la música y la fotografía y mi preocupación social se reflejan en mi actividad literaria.

¿Crees que los escritores deben estar unidos en algún tipo de asociación?

Los escritores solemos tender al individualismo, la creación literaria requiere intimidad y aislamiento. Sin embargo, el asociacionismo es una herramienta muy útil para promocionar y defender a cualquier minoría o actividad minoritaria; a los escritores nos sirve para conocernos, para afrontar los problemas específicos de nuestra actividad y debería aprovecharse como un instrumento de participación ciudadana que lamentablemente en España se desprecia casi por sistema.

¿Cómo ves el panorama literario en España?

Confieso que lo desconozco en gran medida.  Estoy seguro de que hay mucho talento y mucha creatividad, otra cosa es que se consiga llegar a los lectores. La sociedad de consumo manipula todos los sectores, la medicina, el comercio y también a la música y la literatura. Las grandes editoriales tienden a promocionar productos de consumo, a fabricar éxitos, aunque también hay resquicios para que en ocasiones podamos conocer a grandes autores, como Roberto Bolaño por ejemplo. Personalmente tengo gran dificultad para llegar a mis lectores potenciales, a quienes podrían disfrutar con mi literatura. Sería más fácil si creara una literatura ligera, de evasión, que no invite a pensar.

¿Y en Asturias?

También desconozco en gran medida lo producido en Asturias, actualmente resido en la montaña de Marruecos. Sé que hay un auge de la literatura en asturiano, lo cual me parece muy útil para conservar nuestro modo de pensar y nuestras costumbres; no obstante, yo escribo en castellano, una lengua con gran tradición literaria que me fascina, enraizada en las lenguas clásicas, las europeas, la cultura ibérica y el árabe hispánico. Eso me dificulta acceder a mis posibles lectores, pues la oferta en castellano es amplísima.

Creo que cada vez es más difícil difundir las obras tanto a nivel local como nacional, las grandes editoriales dominan la oferta literaria mediante su propaganda y la ocupación de espacio en las librerías y los medios. Ocurre algo semejante con la música, en pleno auge y ebullición en Asturias, o el cine, dominado por Hollywood, que genera productos muy bien hechos pero generalmente superficiales o francamente reaccionarios.

¿Qué medidas deberían tomar las autoridades para fomentar la lectura?

No lo sé. Las soluciones políticas implican conocer los problemas, las fuerzas e intereses en juego, la organización y la infraestructura sectorial, habría que considerar muchos factores. Lo que sí percibo es que en los últimos años la sociedad tiende al embrutecimiento de la población, a construir individuos más ignorantes, menos cultos. Me refiero a la manipulación informativa, a la llamada «telebasura», los debates de tertulianos que saben de todo y no saben de nada, a la retirada parcial o total de la filosofía, la literatura o la música del currículum escolar, y como dije antes, a la difusión de productos culturales de consumo, que no resisten el paso del tiempo.

Recomiéndanos algún libro tuyo

Tengo especial cariño a Según nos escribe el tiempo, publicado en Editorial Trabe. En él intenté plasmar la experiencia de toda una vida, tardé más de cinco años elaborarlo. Es una falsa autobiografía muy compleja, contada bajo el punto de las vivencias. Aborda todos los aspectos de una vida, lo personal, lo profesional, lo lúdico, la sexualidad, la sociedad y la política, el momento histórico. Creo que facilita entender a nuestra generación, que considero un producto de pasadas guerras, la Civil y la Fría. Partimos de un ambiente traumatizado por la Guerra Civil, nosotros afrontamos la lucha contra la dictadura, luego llegaron las drogas y el jipismo, los cambios culturales y del sistema político. Nuestra generación vivió la Guerra Fría, se nos ofertaban dos tipos de sociedad contrapuestos, el capitalismo y el socialismo, podíamos elegir. Aunque no estuviéramos de acuerdo con el sistema soviético o chino creíamos tener una alternativa. Cuando cayó el muro de Berlín desapareció la utopía, eso fue determinante en la mentalidad y actitud de las nuevas generaciones; solo les quedaba ir tirando, los hizo más conformistas, estaban atrapados en esta sociedad de consumo. En ese libro intenté desentrañar el mecanismo que nos transforma y nos convierte en lo que somos.

También publiqué Visionarios que indaga en cómo funcionamos, cómo cada cual crea su propia realidad en la mente, su visión selectiva, personal, de la realidad. Es un relato denso, cargado de imágenes y sensaciones, pura literatura con influencias del surrealismo y la literatura hispanoamericana.

¿Cómo definirías tu literatura?

Es una literatura peculiar que pretende transmitir ideas filosóficas, también sobre la sociedad, la sicología y la sexualidad, pero no de un modo dogmático, promueve la incertidumbre, la duda, pues la realidad está en permanente cambio. Me gusta la literatura que te hace reflexionar sobre ti mismo, sobre la vida, y el arte que desvela aspectos ocultos de la realidad. Hay una escena del Casanova de Fellini en que iban remando sobre un mar simulado con un plástico agitado, y en ocasiones cierta luz que incide sobre el mar me evoca aquella escena, o a veces veo en el cielo las nubes con las que comienzan los episodios de los Simpson, eso es verdadero arte, conseguir que la realidad se parezca a tu obra.

Me gusta usar a la literatura para investigar cómo funcionamos, cómo nos transformamos, qué somos, introducirme en los mecanismos que mueven al mundo y la sociedad. Pero trato de cuidar minuciosamente la estética, inducir visiones, sonidos, olores, sensaciones, y mantener un equilibrio entre la precisión del lenguaje, sus matices, y una ambigüedad que invite a la reflexión. Visionarios está colmado de imágenes, escenas a menudo surreales, oníricas, es como una película, por eso exige al lector el esfuerzo de transformar las palabras en imágenes. Mis influencias literarias son muy variadas, en especial la literatura española del renacimiento, del barroco y del siglo XX, la literatura rusa, hispanoamericana, norteamericana o francesa.

Nuevo libro de Esther García López

 Esther lo intuye: las naves del amor parten al alba. Cuando los corazones de los hombres están más limpios y no se escuchan más que el fragor de las olas y el tesón de los faros. Cuando aún no hay ni pájaros ni dolor a la vista. Parten con galeradas de mensajes bellísimos y atractivos volúmenes de entusiasmo y anhelos. Lentas, custodiadas por sal y por gaviotas, avanzan hacia el amanecer del territorio humano. Y allí descargan júbilo y urgentes embalajes. La Humanidad está carente de verdad y de aliento.

Esther lo atisba: en el amor se advierte cómo saltan los corzos desde octubre a tus brazos. Cómo bajan los ríos a recorrer tu risa. Y todo lo posible levanta en ti su vuelo. Se otea cómo el bosque deshoja infinitud. Y el otoño abrillanta el eco de su púrpura. En el amor, Esther lo certifica, la vida es muy distinta. Es azul, apacible. En todos los pasillos la libertad transcurre. En todos los espacios hay luz para el afecto. Los colores se asoman más que nunca. Aminora el temor y agigantan las fábulas. Surgen a cada paso pretensiones y metas. Rutas inacabables, impensables paisajes. Y todos los caminos nos allanan el suelo.

Esther lo sabe: hay tempestades en el amor. Borrascas necesarias, vendavales clementes. Y consecuentes lapsos de bonanza y silencio. Y estaciones sin nombre de tan indescriptibles. Y noches estrelladas con la tez más hermosa que pudiera mostrar el firmamento. Hay jornadas tan nítidas que se ve hasta el olvido; se perciben los huesos de la fugacidad. Y nos sentimos dioses; por un momento, vastos, con ardor de volcán, con anchura de mundo; por un instante azules, con entidad de océano.

Esther lo revalida: en el amor florecen la fiebre y la inconsciencia. Pero el tiempo acaece con premura distinta. Como siempre y en todo, con prontitud de vértigo. Y en un cerrar de ojos lo que era ya no es. Y en cada proceder nos devora lo efímero, nos oprime lo eterno. Son más breves las rosas. Es más alto el abismo. Nos hiere más la brisa que jamás pasará. Nos quema más la hondura de los versos. Y entendemos mejor la nada que nos urde.

Esther nos lo desvela: el amor tiene forma de palacio encendido y desprende un aroma de plenitud y fuego. Lo mejor es vivirlo intensamente entonces, cuando llega y se posa y es azul y sutil y nos deja rozarlo y construirle un nido y protegerlo. Lo peor es mirarlo, asumir su vejez, descubrirlo sin fuerzas, aceptar que es la hora, como siempre y en todo, de besarlo y perderlo.

Aurelio González Ovies

 

 

Entrevista a Nieves Viesca

Nieves Viesca (Gijón, 1959) poeta y narradora tiene publicados tres libros de relatos y dos poemarios. Incluida en más de una veintena de Antologías y Libros Colectivos como “Alquimia del fuego” (Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, 2014) “Antología-Homenaje a Antonio Machado” (Alicante-2018) o “Voces del Mediterráneo a Miguel Hernández” (2019).

Entre sus Premios destacamos Voces Nuevas de la editorial madrileña Torremozas en su XX Selección (2008) Poeta del Alba (2015) y I Premio Salas de los Infantes (Burgos) en su ILIX Edición (2019).

Desde su página web: www.nievesviesca.com  hace años que desempeña una labor cultural y poética.

 

1.- ¿Crees que los escritores deben estar unidos en algún tipo de asociación?

­- La escritura, la poesía, la creación en sí es un acto que requiere íntima soledad, por eso pienso que es muy positivo este tipo de asociaciones como la AEA, donde se pueda oír individualmente la voz de cada autor y a su vez, podamos escucharnos todos.

 2.- ¿Cómo ves el panorama literario en España?

– Cada año el número de títulos publicados es mayor. Las librerías no pueden absorber tantos libros y el lector, con la premura de la vida actual, sus horas de lectura se ven mermadas. No hay espacio ni tiempo para la reflexión, de ahí que cada día los libros que más se ofertan sean comerciales o de evasión.

3.- ¿Y en Asturias?

– Lamentablemente, sigue la misma pauta que el resto del país. Hay un gran nivel, pero observo que el libro se ha convertido en un mero producto de consumo.

4.- ¿Qué medidas deberían tomar las autoridades para fomentar la lectura?

– Formación en las escuelas, centros educativos y bibliotecas públicas. Socialmente, que un buen nivel de lectura se equiparase a una titulación en un currículum.

5.- Recomiéndanos algún libro tuyo

– Todos mis libros son como auténticos hijos, pero hoy quiero presentaros la última publicación de la Editorial AZOR, “Diecinueve o Veinte Líneas”. Un maridaje de relatos y poesía condensados, como su título indica, en diecinueve o veinte líneas. Un libro que no defrauda. Como diría María Elvira Muñiz “…desprendiendo formas innovadoras, los cuatro elementos, tierra, mar, aire, fuego, conjugan finales sorpresivos en estas narraciones mínimas envueltas en la calidez de un soterrado lirismo”.

6.- ¿Cómo definirías tu literatura?

– Con un estilo propio, tanto en prosa como en poesía intento que el lector me acompañe hacia una apuesta constante por la esperanza, con mayúscula.

Hablamos con Ana García de Loza

Ana García de Loza-  (Loza, Coaña, 1962). Es profesora y escritora. En mayo de 2017 sale a la luz su primera novela, Amistad perdida, con Ediciones Camelot y dicha editorial saca su segunda edición a los pocos meses de la primera. En mayo de 2018 publica su segunda novela, también con ediciones Camelot, Los cuatro segundos. A partir de 2018 participa en varios proyectos colectivos: Habitación 2019, De sidras, Obras para coleccionistas pobres o avaros, Miedos y Fuera de guion. Estos proyectos colectivos le han aportado muchas y buenas enseñanzas.

Los nietos del Diablo es su tercera novela y supone un nuevo cambio de registro en la producción literaria de la autora.

1.- ¿Crees que los escritores deben estar unidos en algún tipo de asociación?

– Si, por supuesto, creo que el grupo enriquece al individuo.

2.- ¿Cómo ves el panorama literario en España?

– Tengo la sensación de que debido a la premura de la vida actual, la literatura de hoy en día, se ha convertido en algo más ligero e inconsistente y es porque la gente se ha banalizado mucho debido, insisto, al tipo de vida que llevamos: siempre con prisa, consumista, frívola y llena de desinterés.

3.- ¿Y en Asturias?

– Sigue la tónica del país, se escribe mucho y muy rápido.

4.- ¿Qué medidas deberían tomar las autoridades para fomentar la lectura?

   -No sé, quizás, dedicarle más horas y concederle más  peso específico en el currículo.

5.-Recomiéndanos algún libro tuyo

   –A mí me gustan todos pero os recomiendo el último que he escrito, Los nietos del Diablo

6.- ¿Cómo definirías tu literatura?

     –Quiero creer que es sencilla, amena y con enjundia emocional.

 

 

Libro de relatos de Nieves Viesca

 

RESEÑA DE MARÍA ELVIRA MUÑIZ

 

Tenemos   entre   nuestras   manos   un   puñado   de   relatos   originales producto, juntamente, de la fantasía y de la experiencia lectora; retazos de vida que se proyectan  como  dardos  en  la  mente  y en  el  corazón. Son cuentos que hunden sus  raíces  en  la  oralidad  y  desde  su  expresión originaria   canónica   -planteamiento,   nudo,   desenlace-,   por   inquieta búsqueda del valor de la palabra, se desprenden, aquí, hacia formas innovadoras.

Así, en estas páginas, la prosa tensa de Nieves Viesca, transitando por caminos oníricos, se adentra en el espacio de sus fabulaciones, vida hecha palabra en urdimbre de historias inquietantes y sorpresivas. Una serie de microrrelatos agrupados en “Diecinueve o Veinte Líneas” condensados con la máxima economía que despliegan en abanico múltiples sugerencias.

Tierra, mar, aire, fuego, los cuatro elementos conjugan en estas narraciones mínimas densa carga de humanidad: desasosiego y angustia, temores y esperanza, ironía y ternura. Diecinueve o Veinte Líneas de microrrelatos envueltos en la calidez de un soterrado lirismo.

 

MARÍA ELVIRA MUÑIZ (1923-2016)

Catedrática de Literatura

Güei, con Inaciu Galán

 

Inaciu Galán (Xixón, 1986) Doctor pola Universidá d’Uviéu cola investigación «La llingua asturiana nel Franquismu», ye escritor, periodista y xestor cultural. Pol so llabor a favor del asturianu foi reconocíu col Premiu Urogallo, al que se suma a una llarga riesta de premios lliterarios, ente los que destaquen el Premiu Fernán-Coronas de poesía o l’Enriqueta González Rubín de periodismu. Autor del primer diccionariu billingüe asturianu-inglés/inglés-asturianu, asoleyó tamién un llibru pa la reciella «Nel, el coríu que nun sabía nalar», trés poemarios «Tierra podre» (Camelot, 2016), «Patria en pallabres menores» (BaxAmar, 2018) y «Nes ruines de la nueche y les hores» (Trabe, 2018); y un volume cola so narrativa «Cartes nel horru (y delles hestories más)» (Cuatro Gotes Ediciones, 2019), presentáu dende casa neste selmanes.

 

1.-¿Crees que los escritores han de tar xuntos en dalgún tipu d’asociación?

Sí, paezme que ye bien interesante tar xuntos y trabayar por da-y más difusión a la lliteratura, interactuar con otres artes como colectivu, servir d’altavoz de les reivindicaciones del ámbitu lliterariu y en xeneral, collaborar ente nós.

2.-¿Cómo ves el panorama lliterariu n’España?

El panorama nel estáu ye mui interesante. Yo sigo con munchu interés les lliteratures catalana, gallega y aragonesa, porque son un espeyu nel que podemos miranos y exemplos d’unes lliteratures interesantísimes que tienen mui poca atención per parte de los medios estatales, por nun dicir nada. Reivindico esa diversidá de que les lliteratures en toles llingües d’España tengan más espaciu nos medios y visibilidá nel sistema educativu y en tolos ámbitos.

3.-¿Y n’Asturies?

La lliteratura castellana fecha n’Asturies tien delles figures que tán destacando, y n’especial pienso en Pilar Sánchez Vicente y Laura Castañón. Y no que cinca a la lliteratura asturiana la evolución nos últimos cuarenta años ye ablucante. Pasamos de tener una lliteratura cuasi marxinal, con escepciones mui valioses, a ponenos al altor de cualesquier lliteratura europea, evidentemente col tamañu escaláu a lo que ye Asturies y al papel que tienen l’asturianu y el gallego-asturianu dientro del difícil contestu de la falta d’oficialidá.

4.-¿Qué midíes habríes tomar les autoridaes pa fomentar la llectura?

N’Asturies tenemos una ferramienta que sedría mui potente si decidiera a una verdadera promoción, que ye la radiotelevisión pública asturiana. Ye un espaciu nel qu’esisten multitú de posibilidaes de da-y espaciu y difusión a la lliteratura asturiana.

5.-Recomiéndanos dalgún llibru de to.

Como toi acabante ponelu nel mercáu (presentélu dende casa nestes selmanes de cuarentena), recomiéndovos el mio llibru “Cartes nel horru (y delles hestories más)”, el primer volume nel que recueyo la mio obra narrativa. Son rellatos curtios y microrrellatos de temática variada y que tenía espardíos per revistes o que fueren ganadores de concursos y taben inéditos.

6.-¿Cómo definiríes la to lliteratura?

Ye una lliteratura que depende del momentu, que nun tien grandes pretensiones, más allá d’espresar lo que siento en cada momentu y tratar de llegar al llector cola meyor efectividá posible. Ye una lliteratura que mira pa l’Asturies rural, pero tamién pa la urbana, qu’afonda en sentimientos y que dacuando tien tamién un mensaxe social y reividincativu.

Entrevista a David Fueyo

Nací en Oviedo en 1979. Aprendí a leer y a escribir con Federico García Lorca sobre  una mesa de mármol en una casa de un pueblo de Quirós. Me enseñaron a tratar los libros como si fueran tesoros. Una vez recibí como regalo de cumpleaños un diario. Mi habitación miraba al oeste, y el ver todas las tardes al sol ocultándose hizo de mí que fuese poeta. He escrito varios poemarios, artículos, cuentos y reseñas. Coordino la revista de literatura infantil y juvenil “Platero”.

 1: ¿Crees que los escritores deben estar unidos en algún tipo de asociación?

A pesar de que la profesión de escribir es un acto íntimo y solitario, en ocasiones es necesario interactuar con otros profesionales para enriquecer nuestra labor y potenciar el respeto de nuestros derechos. Los escritores somos individualistas, cuando no ególatras, por definición, por lo que disponer de una asociación que nos agrupe y que dinamice una serie de actividades contando con todos nosotros es un auténtico lujo que debemos procurar mantener.

2: ¿Cómo ves el panorama literario en España?

Hay una gran diversidad de títulos publicados al año y, en teoría, somos un país lector. Sin embargo veo que hay determinados intereses que mueven el mercado a su antojo. Tan solo hay que pasear por los expositores de librerías o ferias del libro y ver los espacios cómo están distribuidos y las temáticas de moda cada año. Aun así es normal que el escritor vaya también de la mano del mercado porque la mano que nos da de comer. No obstante el lector experimentado es sibarita y distingue la buena literatura del mero producto publicitario. Quizás el mayor problema que veo en el panorama español es que no se cuenta ni con los autores ni con sus obras como tales, sino como productos.

3: ¿Y en Asturias?

De forma muy parecida a cómo he comentado sobre el panorama nacional. Yo compro mucha literatura asturiana y hay un gran nivel. También hay editoriales que lo están haciendo muy bien con productos de calidad en la forma y en el fondo. Tenemos punch y calidad.

4: ¿Qué medidas deberían tomar las autoridades para fomentar la lectura?

Con una simple búsqueda en internet podemos encontrar el Plan de Fomento de la Lectura 2017-2020. Un precioso documento muy bien maquetado y presentado con un montón de buenas intenciones y premisas a cumplir que desgraciadamente no veo por ningún lado en la realidad. En ocasiones da la sensación de que su única aportación es intervenir en el mercado, a su antojo, inyectando dinero y no solo ha de ser eso. El fomento de la lectura es un proceso largo que comienza en los colegios dotando de formación a los bibliotecarios escolares, una formación inexistente en la actualidad. Tampoco hay coordinación entre diferentes centros educativos ni un plan común de fomento lector para niños y niñas más allá de las pinceladas que se dieron hace más de una década para elaborar los Planes de Lectura, Escritura e Investigación, otro documento repleto de buenas intenciones que casi nadie ha leído ni aplicado.

En definitiva, si se ayudase a cumplir en la realidad los propios planes que se elaboran el panorama lector, escritor e investigador mejoraría notablemente en pocos años.

5: Recomiéndanos algún libro tuyo.

Tengo especial cariño a “Cuaderno de Fuerteventura”, mi primera publicación gracias a la Asociación de Escritores de Asturias y que está disponible en abierto en la web. Narra en verso un verano perdido en aquella isla de lava, arena y viento. Vuelvo a este poemario de vez en cuando y me sorprendo de haber sido yo mismo quien lo ha escrito.

También quisiera recomendar el último que he publicado por su complejidad y flow basado en el jazz y el blues. Se llama “Gin contra mala suerte” y en sus páginas hay poemas que hablan de la fuerza de los jóvenes desfavorecidos que ven en el jazz su única esperanza, de su éxito, de su decadencia, de sus pecados y su arrepentimiento. Hay diversos personajes reconocibles que se cruzan entre sí, interaccionan y dejan su huella en los otros. También le he dado muchísima relevancia al ritmo, pues es un poemario sobre un género musical concreto en el que los tiempos son fundamentales. En definitiva, es el poemario en el que intenté llevar a cabo más a rajatabla aquello que decía Eliot de que la poesía son las palabras más adecuadas en adecuado orden.

 

 

Reseña del último libro de J.Á. Ordiz Llaneza

Relatos de carne y hueso de José Ángel Ordiz

Por Ana María Ordiz

Hay tiempos y circunstancias que invitan a la lectura. Confinada en mi hogar, aproveché la reclusión para releer las narraciones cortas de José Ángel agrupadas en seis de sus libros. Hablo de relecturas, sí, pero he de confesar que muchos de esos relatos volvieron a sorprenderme como la primera vez que los leí. Conozco de sobra las querencias creativas de Ordiz: su aversión por lo lineal y su afición por lo coral que a ciertos lectores espantan. No lo ignora él. Y se disculpa: «No me salen las historias que me cuenta la vida si las escribo como la vida me las cuenta». Aversiones y aficiones más patentes aún en sus novelas que en sus relatos breves. Espantarán a ciertos lectores, pero no a mí: sé que me atrapará su narrativa más o menos extensa por los giros constantes, por la verosimilitud de los diálogos, porque leo y me parece que estoy yo allí, tan de carne y hueso se me antojan los personajes. En este libro he compendiado mis historias preferidas de este autor al que no sé si conozco tan bien como a su obra, especialista él en invisibilidades y otras artes de similar categoría. «Ya lo dicen todo mis personajes», asegura. Y puede que sea verdad.