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La puerta de bronce y otros relatos, de Raymond Chandler. Por Javier Lasheras. 5/12/2012

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La puerta de bronce y otros relatos
Raymond Chandler.
Edición de Julián Díez.
Traducción de José Ferrer Aleu.
Letras populares. Cátedra.
Madrid, 2012. 

 

Raymond Chandler (Chicago, 1888), maestro del género negro y uno de los mayores escritores del siglo XX, fue entre otras muchas ocupaciones y venturas, un autor tardío de novelas criminales —canónicas para muchos lectores y críticos— como Adiós, muñeca, El largo adiós, o La dama del lago, además de guionista en Hollywood, al igual que Scott Fitzgerald, Huxley o Brecht. Pero dejando a un lado esta breve nota, Chandler también se interesó por otros géneros y dejó constancia escrita de sus verdaderas apetencias y deseos.

 

» «Si quieres saber lo que realmente
me gustaría escribir, te diré que historias
fantásticas. Y no me refiero a ciencia ficción».
 
La editorial Cátedra, en su recién inaugurada colección Letras Populares —entre otros títulos también destacan Paz en la tierra de Stanislaw Lem y la impagable Los invisibles de José María Merino—, acaba de publicar La puerta de bronce y otros relatos del estadounidense. Esta edición, traducida por José Ferrer Aleu, cuenta con una introducción del periodista y especialista en literatura fantástica Julián Díez. Ésta, conviene anotar, resulta un extenso, perspicaz y atinado estudio que revela las claves de la vida y obra de Chandler, al tiempo que se detiene en la tríada de piezas que conforman este volumen: La puerta de bronce, El rapé del profesor Bingo y Verano inglés. Son piezas que vienen a demostrar la afirmación que en 1954 escribió a uno de sus editores y que Julián Díez transcribe en el prólogo: «Si quieres saber lo que realmente me gustaría escribir, te diré que historias fantásticas. Y no me refiero a ciencia ficción».
 
Los tres cuentos tienen en común el misterio, la estructura en la que a todo crimen le corresponde un castigo y un mensaje común tal y como apunta el prologuista: los deseos no pueden realizarse, son contraproducentes. Si bien es cierto que los tres suponen buenas aportaciones al género, resulta a mi humilde entender más notable La puerta de bronce. Y elloporque a pesar de un «cierto aire ingenuo» Chandler no da puntada sin hilo en sus casi cincuenta páginas: descripciones breves y efectivas, retratos agudos de personajes verosímiles y diálogos y acción dibujados con una magistral sutileza que logra multiplicar la visibilidad del lector.
 
Por su parte, en El rapé del profesor Bingo, Chandler aborda los temas de la invisibilidad y el del doble y aquí se encuentran los diálogos más emocionantes de entre estos relatos. Verano inglés, descontando las críticas implacables, es más una narración gótica, intensa y breve pero desmadejada, cuya importancia radica en ser obra de obligada lectura para cualquiera que desee conocer las claves autobiográficas de Raymond Chandler así como las limitaciones técnicas producto de sus carencias formativas.
 
Con todo, no se sienta un extraño cuando cierre el libro y sobre todo cuando termine La puerta de bronce. Tal vez se vea con una sonrisa malévola y un punto enloquecida, preguntándose si en estos momentos de insolvencia generalizada no sería ajustado hacer desaparecer a un montón de indeseables y miopes presuntuosos que tanto dicen querer el bien común en este país pero al que tanto maltratan todavía con una impunidad sistémica. Porque, ¿no le gustaría tener una varita, una apoyatura o un novum con los que mandar a la inmensa nada a tanto crápula o quizás en un ámbito más cercano, subjetivo y caprichoso a algún conocido, familiar o cónyuge insoportables? Vaya con cuidado. Los deseos a veces matan.
 
Javier Lasheras es escritor.

Fiesta Presentación del fanzine Letra y Puñal. Oviedo. 4/12/2012

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FIESTA PRESENTACIÓN FANZINE LETRA Y PUÑAL Nº 6

 

Fiesta Presentación del Fanzine Letra y Puñal número 6. Una propuesta literaria para los amantes irreverentes de la literatura y de las más variadas expresiones artísticas. La entrada, a 5 euros, incluye un ejemplar y sirve para sufragar los gastos de edición. Militancia cultural.

Lugar: La antigua estación. Oviedo |  5 de diciembre de 2012  |

 

La Fala del Xálima/ La Fala del Jálama, en la Sierra de Gata cacereña. Por Ángel García Prieto. 03/12/2012.

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La Fala del Xálima / La Fala del Jálama,
en la Sierra de Gata cacereña
Por Ángel García Prieto
de granito o adobes entramados con maderas, encierra una vida rica en manifestaciones artesanas de encajes, cestería o tallado de madera; así como una riqueza culinaria y una producción también destacable en la calidad de embutidos, vinos blancos y aceites de oliva.
 
Sobre su fala, los expertos lingüistas discuten si se trata de un dialecto fronterizo de origen galaico-portugués o un híbrido lingüístico astur-leonés, que fuese traído a la zona por los colonizadores de la reconquista o formado como una derivación del tronco común leonés, pero en cualquiera de los casos enquistado ya en el s. XIV en aquella geografía entonces aislada y que se conservó sin evolución hacia el castellano. 

Épica de la derrota: Dorsal 12, de Raúl Castañón del Río. Por Marcelo Matas de Álvaro. 27/11/2012.

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 Épica de la derrota  

Dorsal 12
de Raúl Castañón
 
 
Por Marcelo Matas de Álvaro   

 

 
Raúl Castañón del Río 

Dorsal 12
Editorial Alfar 

Sevilla, 2012 
122 páginas 
 

 
Hubo un tiempo en el que absurdamente se entendía que la afición al fútbol era incompatible con una cierta vocación intelectual. Se pensaba que en una misma persona no podía caber el gusto por un juego que “secuestra” la voluntad de las masas y el individual –y exquisito— quehacer literario, olvidando de esta manera que algunos de los grandes nombres de las letras se habían servido del fútbol como argumento de sus obras. Así, recordamos a Alberti y su famosa “Oda a Platko” (1928) o a Miguel Hernández y su “Elegía al guardameta” (1931). En la actualidad, reconocidos autores como los sudamericanos Fontanarrosa, Mario Benedetti, Eduardo Galeano o Juan Villoro han escrito relatos, poemas o libros enteros con el fútbol como pretexto. De igual forma, los españoles Javier Marías y Manuel Vázquez Montalbán tenían por costumbre –hasta el fallecimiento del escritor catalán— rivalizar con sus plumas las ocasiones en que sus respectivos equipos se enfrentaban en el terreno de juego. Siguiendo la ley natural del péndulo, hay incluso quien afirma que la mejor prosa actual se puede leer en las páginas deportivas de los diarios. Ejemplo de esa “boutade” (que, como a todas, no le falta parte de razón) sería la capacidad para reflexionar sobre el fútbol “como metáfora del azar de la vida” que semanalmente muestra el periodista John Carlin.
 
Por esa misma línea de juego que han ido trazando estos escritores se desmarca Raúl Castañón del Río con su Dorsal 12. Esquiva las duras zancadillas con las que lectores y críticos trasnochados aún pretenden tumbar a los escritores que osan acercarse al área del deporte rey, y remata con un conjunto de relatos por la misma escuadra donde se unen los palos del fútbol y la vida.
 
La primera parte del libro lleva como título “Fútbol mundial” y en él se alinean, según mi experiencia como espectador por esos embarrados campos de la literatura, los relatos que mejor combinan las cualidades literarias. Destacan “El círculo socrático”, en el que la muerte prematura del futbolista brasileño Sócrates hace recordar al narrador la coincidencia del mundial del 82 con sus estudios de bachillerato, la época en la que al joven estudiante se le revela cómo el futbolista y el filósofo ateniense del mismo nombre eran los creadores de una escuela, de una forma de juego que pugnaba por  “reivindicarse ante el olvido”; “Golondrina de invierno”, que utiliza de forma admirable la perspectiva privilegiada de un misterioso narrador para contar la llegada del uruguayo Jorgito Golondrina Zayas a un club a punto de ahogarse en el mayor de los fracasos; “Secuencias y consecuencias (una fábula de lo inmoral)”, donde los exiguos marcadores de los partidos –sospechosos de ser productos del marketing— hacen desertar a los verdaderos aficionados al fútbol, aquellos que prefieren “honrar la memoria de lo perdido”.
 
» Raúl Castañón del Río esquiva con su Dorsal 12
las duras zancadillas con que los trasnochados 
aún pretenden tumbar a los escritores
que osan acercarse al área del deporte rey. 
 
La segunda parte del libro se juega todo el tiempo en el terreno del Real Oviedo, que –como no deja de recordar Raúl Castañón a todo aficionado que lea este libro- es un campo abonado para el dolor de la derrota, pero más todavía para el orgullo de no desfallecer aun en las horas más amargas. Se titula “Directo al corazón: Real Oviedo”y en sus relatos –repartidos en los capítulos “Honra azul”, “Recreaciones” y “Ascensos y descensos”— hay lugar para los homenajes (al jugador Tensi en “Stardantensi”, a La Pixarra  en “San Mateo in blue”, con versión en asturiano); para los largos viajes donde por azar se puede uno encontrar no sólo a un aficionado del Real Oviedo, sino a toda una peña oviedista de seguidores ingleses (“Arribadas de sal”, ganador del Concurso de Relatos de Torrevieja); para el amor que logra poner paz en un momento de tensión entre las dos aficiones rivales asturianas (“Beso original”); para la desolación cuando la derrota lleva al equipo hacia el destierro de las categorías inferiores (“75 años y un día”); para la indignación por las traiciones sufridas en los peores momentos de la historia del club azul (“Ser capaz de no olvidarlo”); y, por supuesto, también para la alegría, para el entusiasmo desbordado el día en que los “angloviedistas” de la Abbey Tavern ayudaron a “derribar” a goles las murallas de Ávila (“De nuevo a la Luna”, con versión en inglés).
 
Raúl Castañón nos presenta un conjunto de relatos que podrán leer con satisfacción los meros aficionados de los domingos por la tarde, pero que disfrutarán en especial aquellos apasionados por el Real Oviedo que hayan tenido ocasión de haber vivido la agridulce épica de la derrota.

Dolor trascendente: Martyrs, de Pascal Laugier. Por José Havel. 27/11/2012.

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Dolor trascendente
Martyrs
(Pascal Laugier, 2007)
 

Por José Havel

Francia, a comienzos de los 70. Lucie, niña de 10 años, desaparecida algunos meses antes, aparece errando por una carretera. Su cuerpo, con evidencias de tortura física, no presenta huellas de agresión sexual. Las razones de su rapto quedan inexplicadas. Década y media después, Lucie (Mylène Jampanoï) aniquila una familia a escopetazos en una casa de las afueras. Luego pide ayuda a su única amiga, Anna (Morjana Alaoui), para enterrar los cuerpos de quienes cree eran sus torturadores. Anna teme que Lucie, pasto de terribles alucinaciones, se haya equivocado. Intentando averiguar la verdad, Anna descubre dentro de esa casa un pasadizo secreto: la puerta de acceso a la clave del misterio, relacionada con una sociedad clandestina que la abocará a la más abracadabrante de las odiseas.
 
Pocas veces como en Martyrs (2007) el sufrimiento de un personaje cinematográfico se ha traspasado con tanta eficacia e intensidad al público. El filme de Pascal Laugier provoca una sensación física, orgánica, totalmente empática ante el dolor insondable que vemos infligir en sus imágenes. Tanto, que la Commission de Classification des Films decidió en 2008 declarar a Martyrs no apta para menores de 18 años. Ello equivalía a imponerle, fulminantemente, la pena de muerte comercial. Tras la intervención de Christine Albanel, la ministra de cultura de entonces, la clasificación fue rebajada en dos años, pero con el añadido de una advertencia obligatoria aún vigente.
 
El propósito de Pascal Laugier es que no olvidemos en ningún momento la gravedad horrenda de la violencia. Ésta debe “dolernos” de verdad en el cine para no transformarse en un simple recurso y, por tanto, en algo de dudoso valor. Desde luego, la violencia fílmica debe “doler”, y mucho, cuando su representación (y motivación última) constituye el tema mismo de la película: ¿por qué la especie humana puede resultar tan atroz? En tal filosofía reside la radicalidad de Martyrs, obra sin concesiones capaz de sacudir la conciencia del espectador provocando reacciones viscerales por la simple fuerza de las imágenes.

 

HISTORIADEFANTASMAS, por Adolfo Camilo Díaz. 23/11/2012

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 HISTORIADEFANTASMAS

(Crónica que resuelve la cuadratura del círculo: cómo hacer una mesa redonda en una mesa rectangular)
 
Por Adolfo Camilo Díaz 
I
 
Fernando Beltrán, manos temblorosas, una lágrima palpitante –como las de un personaje anime o manga– a punto de reventar, a la sombra de la «F» que fabrican los castaños, todavía no nos ha atrapado con su verbo entrecortado, su verdad abrasadora, sus descansaderos para lectores compulsivos, la sombra de su padre… Pero está allí, entre Jesús Palacios y David Fueyo, aunque a veces se sentará entre José Havel y yo, los dos en cada esquina de la mesa y él, Fernando inasible, inaprensible, inasequible apalabreador, se sienta a la vez en el regazo de los dos y entre los dos.
 
» Fernando es madera, sólo madera, okumen,
aglomerado. Así presenta Richard Matheson a uno de
sus personajes: «Paul era sólo madera».
 
Fernando siempre ha estado allí. A las 14 h. del sábado 6 de octubre de 2012 estamos nosotros pero está él. A las 19 h. se ectoplasmará y nos llevará a su Oviedo, a su pecado y a su contagiosa tristeza que parece risa. 
 Pero a las 14 h. Fernando es madera, sólo madera, okumen, aglomerado. Así presenta Richard Matheson a uno de sus personajes «Paul era sólo madera» (PAUL, a ghost story, 1973). Y en ese cuento, un árbol crea el fantasma de un árbol que está siendo perseguido por el fantasma de un hombre: Paul, un tallador de corazones para enamorados con su navaja fantasma, coleccionista de hojas de castaño, de «f» y de «h», y de todos los abecedarios que Matheson y Fernando Beltrán son capaces de encontrar en sus paseos.
 
Los animales y algunos vegetales, producimos fantasmas, tenemos ese poder… Aunque está por ver si las piedras producen cantos rodados espectrales… Y de eso hablaremos en ese día D a una hora H más tarde de la Hora H inicial. Somos escritores, mantenemos la rockera tradición de empezar siempre tarde. Llueve en Pravia, los kiwis aprenden el ideolecto ansioso de Pepe Monteserín en las isletas del Nalón, el verano ha vuelto a traicionarnos, las gotas se transforman en zombis y debemos ocultarnos en la Biblioteca pública de Pravia.
17 grados, 80% de humedad y casi cinco millones de parados oficiales, joder… Eso dice la radio.
 
II
 
David Fueyo al lado de José Havel y de Jesús Palacios, yo al lado de éste, Fernando Beltrán mediante, nos presenta con voz de fan, eso nos sube la autoestima, y hasta habla de fanzines. Vale, es uno de los nuestros. Vamos a hablar de fantasmas, es cierto.
 
» Son las 14 h., insisto. Y José Havel
abriendo el portátil. Por mucho menos se han
iniciado guerras, es un provocador. 
 
Si el lector ha llegado a este segundo capitulillo es porque se ha dejado atrapar por un gancho que es más que un gancho: es una patada en los cajones, en esos cajones en los que guardas la maravillosa mala literatura para malos críticos y malos profesores. José Havel abre su portátil. Sala llena, expectante, hambrienta. Me detengo en esta última observación: son las 14 h., no lo olviden. Hay ruidos de fondo: sonidos amenazantes, bolos estomacales fantasmales. Hay ira en esa expectación. Son las 14 h., insisto. Y José Havel abriendo el portátil. Por mucho menos se han iniciado guerras, es un provocador. De aquella pantallita sale Otra vuelta de tuerca, para muchos la mejor novela de fantasmas de la historia de la literatura. Yo prefiero la Biblia, pero se trata de observación tan fuera de lugar, tan naif, que prefiero tragármela para poder llevar algo a la boca. Havel, cinéfago de reconocida trayectoria mete el bisturí en la obra de Henry James (1843-1916) y me dejo llevar por su reivindicación, con riña incluida a quien insinúa que se alarga. Son valoraciones tensas e intensas que obligan a posicionarse a un espectador/lector que queremos cómplice, que presuponemos que conoce obra y películas y música…
 
» Havel reivindica el espíritu radicalmente
moderno de la propuesta de James:
se trata de una obra abierta,
interactiva, y de sutil amoralidad. 
 
Una palabra suele valer más que mil imágenes y Havel domina esa escópica consideración y desarrolla un riguroso argumentario. 1º- Cuenta el argumento: en una victoriana mansión, de esas en las que el aire suele solidificarse, una institutriz
se hace cargo de dos niños… Dos niños que viven aterrorizados por las espectrales apariciones de la anterior institutriz y del criado/ayudante de cámara… Apariciones que sólo ve… ¡la propia institutriz! Toda una invitación a la perversión… del lector. Henry James propone y el lector dispone: ¿Son fantasmas o son el producto de la enferma mente de la protagonista?, ¿Sufrieron los niños brutales abusos?  El lector responde y por eso hay millones de OTRAS VUELTAS DE TUERCA. 2º- Havel disecciona canónicamente el texto de James e incursiona en los films, deteniéndose con amor cinéfilo en Suspense de Jack Clayton (1961). 3º- Havel reivindica el espíritu radicalmente moderno de la propuesta de James: se trata de una obra abierta, interactiva, y de sutil amoralidad. Los fantasmas existen… Pero viven dentro de nosotros. Brillante exposición, ganas de volver a su James.
 
 
» Jesús Palacios, uno de los grandes de la cinefagia
europea,  es capaz de comprimir ciento treinta palabras
y veinticinco ideas  en una sola frase, con un solo verbo
y ciento treinta predicados.
 
A las 14,25 h. Jesús Palacios, de riguroso negro como corresponde al momento histórico que nos toca sufrir, sale con las megapilas puestas y M.R. James (Montague Rhodes James, 1862-1936) entre los labios como un pitillo inacabado en la boca de Philip Marlowe. Jesús Palacios, uno de los grandes de la cinefagia europea, es capaz de comprimir ciento treinta palabras y veinticinco ideas en una sola frase, con un solo verbo y ciento treinta predicados. El hombre metralleta ama a M.R. James como Philip Marlowe amaba a sus fantasmales lectores y dice lo que dice con tanta erudición y tanta pasión y tanta entrega que obliga al oyente a posicionarse ante un autor de culto y, por ende, desconocido para el común de los mortales pero, y desde ese día, de cabecera para muchos de los presentes.
 
» Como recuerda Palacios, los fantasmas de este James
tienen poco que ver con los fantasmas del James de Havel. 
 
Cine, literatura… Palacios enhebra un discurso riguroso, atractivo, didáctico, efectivo. Pocos de los presentes han visto La noche del demonio de Jacques Tourneur, obra maestra del fantástico de los 50, pero a todos se nos clava en la retina esa recontada imagen del demonio de aquel maleficio de las runas que su James amado escribiera en 1911. Un James inventor del cuento de fantasmas moderno que hacía crecer en medio de la normalidad burguesa el mayor de los terrores sin que los propios protagonistas fueran conscientes de ello hasta que el tiempo pasaba y colocaba a cada fantasma en su sitio. Como recuerda Palacios, los fantasmas de este James tienen poco que ver con los fantasmas del James de Havel. Si aquel necesitaba de una atmósfera culturalmente victoriana para acojonar este sólo precisa de una «escena familiar al lector, de una antología de fenómenos inexplicables y de un lenguaje cercano». Imposible no aprender con Jesús Palacios… máxime cuando nunca presume de enseñar. Palacios, Villa Deodatis revivida, propone concurso o muestra de contadores de historias a lo M.R. JAMES para futuros encuentros e imagino que algo pasará…
 
Finalmente David Fueyo me presenta tirando de una no actualizada wikipedia y mi ego sufriente (aggg, mis cuatro «xosefes» se ven reducidos a dos!) se ve calmado por su bonhomía, simpatía y saber hacer… y porque son las 14h45 y parte del auditorio más extenuado se fija en mis anchos huesos y en mi musculación extendida a izquierda y a derecha del plexo solar.
 
 » Bradbury y Matheson escribieron dos de las mejores
obras fantasmales de la historia de lo fantasmal:
las Crónicas Marcianas y la Mansión del infierno.
 
Mi fantasma se lo hará pagar a su fantasma con una sidra fantasmal. Me disculpo: cuando me invitaron no me dijeron que íbamos a hablar de fantasmas, sí de que eligiera a un autor de cuentos para hablar de él. A resultas de aquella propuesta había elegido a Richard Matheson (1926) pero, por aquellos días, todavía caliente el cadáver de Ray Bradbury (1920-2012), los junté a los dos. Soy un finisterre verbal, la gente mira el reloj, no puedo soltarlos y Havel y Jesús han puesto un listón que ya venía alto a lo largo de toda la mañana… demasiado alto. Jooder, hay talento en los esquinas, en las sillas y paredes, talento carnal y talento fantasmal.
Hago una excursión-resumen de todo lo escuchado vinculando citas, autores, obras con distintos músicos, la influencia de lo literario en nuestros oídos: del Annabel Lee de Poe en versión de Radio Futura a Las líneas de la mano de Cortázar de ese mismo grupo pasando por Soy leyenda, un temazo de los raperos Dique seco que habla de ese último hombre normal en un mundo de vampiros… Y por lo tanto letal amenaza para aquellos. No sabía que íbamos a hablar de fantasmas, pero me agrada constatar que los dos autores por mi elegidos (dos autores seminales, si no fuera que lo seminal está devaluado -tanto pantalón vaquero ajustado-, que me ayudaron a conformarme como escritor) escribieron dos de las mejores obras fantas
males de la historia de lo fantasmal: las Crónicas Marcianas de Bradbury (los marcianos son presentados en esta obra maestra como auténticos fantasmas, capaces de volver locos, merced a sus apariciones, desapariciones e indiferencia, a los invasores terrestres) y la Mansión del infierno de Matheson, canónica novela sobre casa encantada, llevada al cine en los 70. A través de Matheson y de Bradbury hago un breve recorrido por vidas y obras y como se van cruzando y como llegan a tener puntos de conexión estilística con el realismo mágico latinoamericano y como Matheson conecta con Rulfo (y cuentos como Macario del segundo y Nacido de hombre y mujer del primero llegan a ser coincidentes) o como Borges prologa a Bradbury en la presentación de la primera edición en la argentina de las Cronicas Marcianas y aprovecho a meterme con los diseñadores de los currículos escolares y su falta de sensibilidad hacia las formas de lo literario como la que nos reúne que se alejan de los limitados cánones que en la escuela se estudian y…
Dan las 15,10 h. Llueve. Fernando Beltran, madera, letra cuarenta de cualquier vocabulario que se precie, ideograma chino con forma de letra de castaño, se despereza, la gente aplaude, un buen final, dicen, para una buena mañana. Cambiamos el OE OE OE futbolero por el AEA AEA AEA literario y todos compartimos, porque lo sentimos y lo reconfirmamos con los chupitos: hay vida más allá de Rosa Benito y de Belén Esteban. El mundo, a pesar de Guindos, tiene futuro. 
 
Adolfo Camilo Díaz es escritor.

50 Festival Internacional de Cine de Gijón (16-24 de noviembre de 2012): La apuesta continúa. Por José Havel. 13/11/2012.

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  50 FICXixón

La apuesta continúa
 
Por José Havel
 
 
 
El Festival Internacional de Cine de Gijón no renuncia a las señas de identidad que le han reportado prestigio en los últimos tiempos. Celebrará su 50º aniversario —entre el 14 y el 26 de noviembre próximos— de la mejor manera posible: haciendo los deberes en unos tiempos de crisis severa poco generosos con la cultura.
La programación del certamen gijonés mantiene su vocacional velocidad de crucero como referente del cine independiente, cada vez más mixturado éste con la producción de género,  de un tiempo a esta parte el FICXixón viene observando de cerca, en una vigilancia que ya forma parte de su personalidad.  Dignos del mayor elogio son, en la presente edición, Géneros Mutantes (aquí descuellan el giallo francés Livide y Mekong Hotel, de Apichatpong Weerasethakul), el ciclo dedicado al nuevo cine de la crueldad francés (Haute Tension, À l’intérieur, Frontière(s), Martyrs) y AnimaFICX , novedad atenta a la cinematografía de animación actual, dentro de cuya oferta recomendamos especialmente Le Magasin des Suicides, de Patrice Leconte y Ernest & Célestine, basada en los deliciosos álbumes de Gabrielle Vincent que incluye.
La Sección Oficial de estas bodas de oro tampoco se queda atrás. Su nivel cumple con lo esperado —en propuesta y calidad— dentro de un evento de las características de nuestro festival. Europa, Asia, EE UU y Ecuador acaparan los títulos a concurso, entre los cuales se hallan algunas de las más reseñables criaturas paridas por el cine de autor último, varias candidatas a competir por el Oscar a la mejor película extranjera y diferentes obras de atractivos cineastas emergentes. Repasémosla película a película. 

 

 

La Sección Oficial, filme a filme
 
 
 
Los demonios de Dios

Beyond the Hills (După dealuri)

Cristian Mungiu. Rumanía/ Francia/ Bélgica, 2012.
 
Una veinteañera rumana, que ha visto mundo, intenta sacar a su mejor amiga del periférico convento ortodoxo donde vive, por más señas bajo la dirección de un sacerdote ultra dogmático. Pero el juvenil conato de rebelión libertaria deriva hacia oscuros terrenos de locura y exorcismo bajo las insidias fundamentalistas. Inspirado en hechos reales acaecidos en 2005, el filme, glacial en la forma, incendiario en su discurso, recibió en Cannes los premios al mejor guión y a la(s) mejor(es) interpretación(es) femenina(s).
 
 
Crónicas de desesperanza

Barbie

Lee Sang-Woo. Corea del Sur, 2011.
 
El título remite a la fascinación que la famosa muñeca ejerce en dos chiquillas surcoreanas, a un sueño americano vendido a crías de un lugar dejado de la mano de Dios. Lee Sang-Woo reincide en el drama de temática miserabilista, pero de cuidada formulación contemplativa; ahora, con el retrato de familias atrapadas en disyuntivas impuestas por la necesidad de supervivencia, alrededor de la elección de la niña coreana a adoptar por parte un norteamericano y el verdadero motivo subyacente bajo esa adopción.
 
 
Exploración del Yo

Approved for Adoption (Couleur de peau: Miel)

Jung, Laurent Boileau. Bélgica/ Francia/ Suiza, 2012.
 
El protagonista, Jung, es uno de los 200.000 niños coreanos diseminados por todo el mundo tras la Guerra de Corea; en su caso, adoptado por una familia belga. Un catártico y emotivo relato autobiográfico en torno a la hibridez identitaria (desarraigo, integración, identidad) que, con poética inventiva visual, amalgama armoniosamente fondo y forma, realidad y ficción, mediante la mezcla de imágenes de archivo y técnicas de animación diversas. Adaptación de la novela gráfica Color de piel: Miel del propio Jung.
 
 
Balada para un perdedor

California Solo

Marshall Lewy. EE UU, 2012.
 
De cómo conducir ebrio puede hacer bascular la vida de alguien (aquí, la de una ex figura del rock británico con la apariencia de un soberbio Robert Carlyle), hasta el punto de poner en peligro su residencia en los EE UU y reavivar sus demonios interiores. De hecho, la película desvela poco a poco la complejidad íntima de un ser humano presa de la desesperación, trazando un viaje in
iciático de madurez, no exento de implicaciones sociales, en busca de la dignidad personal.
 
 
La guerra inacabada

Children of Sarajevo (Djeca)

Aida Begic. Bosnia-Herzegóvina/ Alemania/ Francia/ Turquía, 2012.
 
No se trata de un relato autobiográfico, si bien la realizadora —quien se nos reveló en 2008 gracias a Nieve (Snijeg)— aborda un estilo de vida y un contexto que conoce de primera mano: el día a día, en el Sarajevo post Guerra de Bosnia, de una joven mujer con velo perteneciente a una generación que no vislumbra más que un futuro incierto, brumoso, aun 20 años después del conflicto bélico, todavía fresco, persistente a través de traumas residuales.
 
 
Folklore neoyorquino

Gimme the Loot

Adam Leon. EE UU, 2012.
 
El graffiti es muy serio asunto. Máxime si el mejor de todos los tuyos te lo arruina una pandilla rival, de la que no queda sino vengarse. El problema está en que esa vendetta requiere de 500 dólares que no se tienen, según le pasa a la pareja protagonista, cuya gráfica venganza desea plasmar sobre la gran manzana de plástico del estadio de los Mets. Radiografía del Nueva York proletario, esta divertida ópera prima obtuvo el Gran Premio del Jurado en South by Southwest.
 
 
El desencanto israelí

Epilogue (Hayuta ve Berl)

Amir Manor. Israel, 2012.
 
La experiencia vital del realizador, como periodista y educador, ha desembocado en un sentimiento de creciente decepción hacia la nueva sociedad israelita, encarnado en su largometraje por una románticas pareja de octogenarios, miembros de la generación de pioneros del estado social judío, cuya desilusión y sufrimiento les llevan a planear suicidarse juntos. El dolor moral ante un modelo de país que no se corresponde ya con la nación tanto tiempo soñada, con los solidarios e idealistas valores fundacionales.
 
 
Connecticut Story

Hello I Must Be Going

Todd Louiso. EE UU, 2012.
 
Tercera obra como director de Todd Louiso, más conocido por su faceta de actor secundario (La roca, Alta Fidelidad), este largometraje con título de álbum de Phil Collins ha pasado con fortuna por numerosos festivales internacionales de cine independiente; entre ellos, los de Sundance y Seattle. Su argumento se centra en una mujer recientemente divorciada que, a sus 35 años, debe volver a la casa de sus padres, pero cuya vida cambia al reencontrar el amor en un joven de 19 años.
 
 
Retrato de familia

Inheritance (Héritage)

Hiam Abbass. Francia/ Israel/ Turquía, 2012.
 
Verano de 2006, en una localidad del norte de Galilea próxima a la frontera con el Líbano, una familia palestina se reúne, bajo un clima de guerra, para celebrar una boda. Cuando el patriarca cae en coma, los conflictos internos desgarran la armonía familiar. Debut como realizadora de la actriz Hiam Abbass, que protagoniza una gran conocida de Gijón: Hafsia Herzi (Le Roi de l’évasion, L’Apollonide), quien en este 50 FICX también presta voz a la bella Zlabya de Le Chat du Rabbin en Animaficx.
 
 
La Corte de los Milagros

La venta del paraíso

Emilio R. Barrachina. España, 2012.
 
Escrita por Gonzalo Suárez, Andrés Acevedo y el mismo Emilio R. Barrachina, el tercer largometraje de éste trata de la inmigración a través de una historia con elementos de realismo mágico. Su protagonista, la mexicana Aura María (Ana Claudia Talancón), llega a España bajo promesas de trabajo a la postre falsas. Entonces debe refugiarse en una peculiar pensión madrileña que es todo un mundo en sí misma. Entre otras cosas, allí conviven vivos y muertos sin que podamos diferenciarlos hasta el final.
 
 
Las adicciones peligrosas

Mejor no hablar de ciertas cosas (Porcelain horse)

Javier Andrade. Ecuador/ EE UU, 2011.
 
Nunca antes había competido en Gijón largometraje ecuatoriano alguno. El primerizo Javier Andrade ha roto el maleficio con una ficción sobre dos hermanos, igual de drogadictos pese a sus en apariencia distintos estilos de vida, cuyo motor descansa en un hecho real: un asesinato habido en su ciudad, Por
toviejo, dentro de una familia con problemas de adicciones varias. Como en El Padrino de Coppola, una tragedia familiar múltiple supone el verdadero tema de fondo más allá de las vicisitudes argumentales.
 
 
Vivir el presente

About the Pink Sky (Momoiro Sorawo)

Keiichi Kobayashi. Japón, 2011.
 
Rodado en elegante blanco y negro, con largos planos-secuencia deudores del modo documental, el primer largometraje de Keiichi Kobayashi es una tranche de vie adolescente, alrededor de una estudiante nipona que se encuentra un monedero con una pequeña fortuna y de las consecuencias de ese hallazgo. Un canto a la vida en tiempo presente que antepone la austeridad de un naturalismo narrativamente nebuloso al desarrollo concreto de una historia, privilegiando a los personajes y sus emociones.
 
 
Vínculos de sangre

Shadow Dancer

James Marsh. Reino Unido/ Irlanda, 2011.
 
De cómo una activista del IRA (Andrea Riseborough) se ve obligada a transformarse en informadora del MI5 para evitar la prisión tras una tentativa de atentado en el metro londinense, teniendo como enlace secreto al oficial Mac (Clive Owen). Antes que estudiar la amplitud histórico-política o un caso individual extremo, esta adaptación del libro de Tom Bradby se decanta por un relato que disemina pistas sobre los profundos traumatismos que el conflicto irlandés ha hecho germinar en tantos hogares.
 
 
Cólera afgana

The patience stone (Syngué Sabour)

Atiq Rahimi. Afganistan/ Francia/ Alemania, 2012.
 
El escritor Atiq Rahimi ha llevado a la pantalla su propia novela, La piedra de la paciencia, con la ayuda de Jean-Claude Carrière en la elaboración del guión. Poética y descarnada diatriba contra la guerra, el fanatismo y la opresión de las mujeres desde la perspectiva de una mujer afgana que, llena de rabia y desesperación, le confiesa a su marido, en estado vegetativo a causa de una bala alojada en la nuca, todo lo que nunca se atrevió a decirle.
 
 
La melancolía del idealista

Teddy Bear

Mads Matthiesen. Dinamarca, 2012.
 
Dennis, un romántico culturista de Copenhague, y guarda de seguridad a tiempo parcial, se va a la lejana Tailandia en pos del amor de su vida. Tal cual, por erróneo que pueda parecer a priori dicho destino para semejante asunto. Súmesele a ello la circunstancia de una madre posesiva como pocas. El primer largo de Mads Matthiesen desarrolla con más detalle la tierna crónica sentimental de Dennis, un cortometraje del propio cineasta danés también protagonizado por Kim Kold.
 
 
En busca del tiempo perdido

Viaje a Surtsey

Javier Asenjo, Miguel Ángel Pérez. España, 2012.
 
«Aaah, cómo hemos cambiado, qué lejos ha quedado aquella amistad…». La conocida canción de Presuntos Implicados viene como anillo al dedo para resumir la filosofía argumental de esta obra dirigida a cuatro manos, pues el suyo es el relato de una amistad y un reencuentro con los quebrantos del tiempo entremedias. Y ya se sabe que el transcurso de éste es irreversible, por mucho que nos esforcemos por encontrar en el mismo espacio aquel tiempo pasado que ya no ha de volver jamás.  
 
 
Reinventando el amor

88

Jordi Mollà. España, 2012. 90 minutos.
 
Diez años después de No somos nadie, el actor-director catalán reincide detrás de las cámaras con un thriller psicológico acerca de los miedos en una relación de pareja. Un matrimonio entra en crisis cuando pierde a su hijo en un accidente de tráfico. Al ver imposible seguir adelante, decide viajar al pasado para revivir los momentos claves en la creación de su pareja. Mollà opta por el despojamiento como estrategia narrativa a fin de esencializar en pantalla el doloroso problema de la incomunicación.

Pablo Huerres: «La formación de un escenógrafo es inabarcable». Por Lauren García. 12/11/2012.

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  Entrevista a Pablo Huerres 

«La formación de un escenógrafo es inabarcable»
 
 
Por Lauren García.
 
La pasión creativa subyace en Pablo Huerres desde hace un buen puñado de años. Tal ánimo, tan vital como profesional, ha convertido a este escenógrafo asturiano de 35 años en uno de los principales responsables del decorado rutilante del Teatro del Liceo de Barcelona. Escenografías de múltiples obras de ópera y teatro pasan por sus delicadas manos para rodar luego con soltura por todo el mundo. A partir de una idea original, Pablo Huerres desarrolla cada función, artística y técnicamente, trenzando con exactitud los escenarios de un Liceo que siempre espera expectante.  
 
—¿Impone el desafío de la escenografía de un marco tan imponente como el Liceo?
La verdad es que sí. Trabajar en el Liceo me permite tomar conciencia de la dimensión real de un montaje en un teatro de este tamaño, del aspecto técnico y del efecto escénico que se logra. Es una gran ocasión para comprobarlo desde dentro. Desde el punto de vista del creativo la cosa cambia, porque trabajas sobre supuestos, y la comprobación de la efectividad de tu propuesta la tienes a posteriori. La experiencia en el diseño de escenografías te da confianza, pero adquirir esa experiencia lleva un tiempo de rodaje en un ámbito en el que muchas cosas dependen de tu diseño, de la intuición del creativo, de tu capacidad de ponerte en el lugar del público, de tu habilidad para incorporar cosas inesperadas o problemas que no habías previsto… 
 
—¿Cómo distingue la labor de escenografía del teatro del de la ópera?
El diseño de escenografía es un campo extenso, con muchas aplicaciones en diversos mundos: el teatro, la opera, el diseño de eventos o exposiciones, incluso el mundo audiovisual; y todas tienen sus particularidades. Todas son ramas diferenciadas con un tronco común… Íñigo Jones pasaba de su faceta de arquitecto a la de diseñador teatral y organizador de mascaradas gracias a ese tronco común…  
 
» Cada obra es un mundo en manos de cada uno de los directores,
cada director es un mundo en cada obra.
 
—Colabora habitualmente con el escenógrafo Louis Desire y el director Francisco Negrín, cuyas obras giran por todo el planeta, ¿el buen arte empequeñece el mundo?
Mi trabajo con Louis Desire engrandece mi mundo como escenógrafo, al menos. Está claro es que la opera es un ámbito con fronteras geográficas muy difusas y con una extensión universal. Louis Desiré es un buen cicerone. Yo, siendo honesto, me conformo con mirar al presente y mantener el optimismo, aunque cueste, y ver qué huella dejo al final como persona… 
 
—Ha participado en una adaptación de Macbeth. ¿Llevar a escena a un autor tan totémico como Shakespeare conlleva mucha imaginación y talento?
Es evidente la cantidad de propuestas que se pueden rastrear a lo largo de la historia… Y las propuestas que están por venir no tienen garantizadas ni la aceptación ni el rechazo… La imaginación y el talento son requisitos importantes, pero entender el contexto donde se va a presentar o la idiosincrasia del lugar también pueden ser elementos clave para conseguir que cale. Hay tantos factores en la elaboración de un espectáculo, en el que lo artístico, lo técnico y lo humano se solapan tanto, que reducirlo sólo a imaginación y talento no sería justo…
 
—A la hora de concebir su trabajo, ¿cada obra y director es un mundo?
Desde luego. Cada obra es un mundo en manos de cada uno de los directores; y cada director es un mundo entre las páginas o las partituras de cada obra…
 
» El sector operístico en Asturias tiene una posición consolidada
dentro del panorama lírico. Está muy reconocido.
 
—Alterna su labor profesional con la docencia.¿Es muy minuciosa la formación de un escenógrafo?
La formación de un escenógrafo es inabarcable. En el Institut del Teatre, siempre queda la sospecha de que hay algo que no cubrimos como formadores. Es algo que pude comprobar en las otras escuelas que he visitado o en las que he estudiado. Estamos educando a profesionales que deben conocer tantas herramientas… Y al mismo tiempo son herramientas que te dan lo mejor cuando las conoces bien… Encontrar el equilibrio es complejo, pero creo que forma parte indisoluble de cualquier disciplina artística.
 
—Va a estrenar la ópera Carmen en Seúl. ¿Qué retos profesionales atisba en el futuro?
Yo reformularía la pregunta, para saber qué retos nos plantea el futuro a los profesionales de la educación o la cultura… Y la ampliaría al resto del mundo de hoy… Desgraciadamente no tengo una respuesta satisfactoria, ni una ligera sospecha… A nivel personal, hace tiempo que dejé la actitud red bull y no pienso mucho en los retos profesionales. Prefiero prepararme para cualquier cosa y enfrentarlos cuando aparezcan con la mejor actitud que pueda…
 
—¿Cómo valora el tejido cultural en Asturias de su sector?
El sector operístico en Asturias tiene una posición consolidada dentro del panorama lírico, está muy reconocido. Pero no estoy al tanto de los pormenores porque no me da el tiempo para más, qué más quisiera… Desde luego, desde fuera se ve una res
puesta bastante esperanzadora por parte del público que me gustaría comprobar desde dentro. Un oficio tan especializado como este es víctima segura de contundentes ataques de morriña… Siendo un poco agorero, la situación de incertidumbre general no creo que deje mucho margen para el crecimiento del tejido cultural (incluyendo el teatral); pero hay que mantener la actitud constructiva porque creo que es una primera necesidad. Lástima es que no se siente su ausencia de forma inmediata para darnos cuenta…