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Workingman’s Death, de Michael Glawogger: Realidades “invisibles”. Por José Havel. 11/12/2011

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Todos tenemos esa película admirada que nos gustaría haber realizado. Dentro del ámbito de la no ficción nada me hubiese agradado más que firmar Workingman’s Death (2005), del austríaco Michael Glawogger. Confieso que cuando lo vi, hace seis años, en el 43 Festival Internacional de Cine de Gijón, este documental me dejó con la boca abierta. No es de extrañar que Sight & Sound, la prestigiosa revista del British Film Institute, la incluyera en su lista de los treinta filmes clave del primer decenio del siglo XXI, gracias a sus cinco retratos descarnados del trabajo manual en sendos países del mundo: Ucrania (minería de carbón), Indonesia (explotación de azufre), Nigeria (un matadero), Pakistán (desguace naval) y China (metalurgia).

Marcada a fuego en mi memoria quedó la secuencia de la tóxica mina de azufre a cielo abierto, por su seguimiento —mediante una dúctil steadycam— del infernal trayecto de las mulas de carga humanas. Ésas que, no pocas de ellas niños, pueden transportar más de cien kilos suspendidos de una barra cargada sobre las espaldas. No sólo se trata de registrar determinadas realidades y coyunturas, desfavorecidas y arcaicas, según hacen los ociosos turistas del filme con sus cámaras digitales; sino de sumergirnos además en ellas. Contemplamos el quehacer laboral de los protagonistas reales, enmarcado —a menudo sin necesidad de palabras— dentro de sus pensamientos, emociones, expectativas, frustraciones… La obra de Glawogger muestra y hace sentir; tal es su fisicidad, cruda y veraz, pero en absoluto exenta de belleza plástica, aun cuando más nos perturba.

Pese a los constantes avances tecnológicos, hay en muchas partes del mundo trabajadores operando en condiciones ínfimas, a los que las reglas del libre mercado no otorgan el estatus de persona, haciéndolos invisibles. Todavía existen trabajos en ínfimas condiciones que pueden entrañar la muerte de quienes los desempeñan. La sufrida clase obrera no ha muerto. Y Glawogger redescubre entre el ser humano y el entorno laboral su sentido perdido, y la dignidad, el heroísmo, de la labor manual, a través de imágenes espléndidas, a veces casi abstractas. 

Gerardo Lombardero: “Todas mis novelas pasan por Asturias”. Por Lauren García. 06/12/2011

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A Gerardo Lombardero le agradan las historias salpicadas de intensidad desbordante sobre las que posa detenidamente el hilo circundante de la palabra. El escritor asturiano alumbra en La casa de las nueve palabras (Alcalá Grupo Editorial) la trama de una muda abandonada a su suerte en una montaña de una villa del norte. La prosa de Lombardero ataca al desamparo y a la deslealtad de la inhumanidad; es consciente del néctar que dejan las palabras al morderlas.

 

 

—¿Es su novela un grito contra la incomunicación?

 

Es un alegato al gran poder de la comunicación y la palabra. Hablamos y no sabemos el poder que tiene esa comunicación, y no distinguimos si para bien o mal. Es una advertencia de que la palabra hay que usarla con mesura.  

 

—Muestra también los virajes de la vida…

 

Sí, desde luego está patente en el texto;  la vida es imprevisible y la casualidad nos sorprende. La protagonista en ningún momento es dueña de su destino y el que lo cree poseer tampoco. Nadie es dueño de su destino. 

 

—¿Cómo perfila un libro donde la protagonista es muda?

 

La idea embrionaria se gestó en un bar con mi familia, de pronto empecé a hablar de la figura del criado. Pasé mi infancia en Salas con mis abuelos y contemplé aquel estado de semiesclavitud de esas personas llevado al extremo del anafalbetismo; en base a todo ello configuré la capacidad de hablar de la protagonista. 

 

—Ha escrito sobre la guerra civil española y su posguerra, personajes históricos como Porlier y Bobes o la segunda guerra mundial, ¿a qué debe este giro de timón con esta novela?

 

Cuando empecé la novela afronté varios retos terribles: para un hombre dar verosimilitud a un personaje femenino es complicado. Otro reto es ponerme en el lugar de un personaje mudo modelándola para conseguir que fuera sugerente para los lectores, y la crítica si la hubiere. Mi próximo libro es de carácter épico-histórico ambientado en la guerra carlista de 1872-1876. De un modo u otro todas mis novelas pasan por Asturias. 

 

—¿Tenía razón Pío Baroja al decir que la novela es un giro donde cabe todo?

 

Sí, hay un editor que me compara en el sentido peyorativo con Baroja porque dice que escribo igual de mal que él. La novela es un saco donde cabe todo muy ordenado y planchado. 

 

—¿Le cuesta dejar el estilo literario al escribir en prensa?

 

En prensa soy dueño de mi estilo, sino no escribiría en periódicos: procuro darle un uso aproximado a la novela porque hay que despertar al lector. A favor de los intentos de precisión y  tremendismo hay textos periodísticos que dejan mucho que desear. 

 

—¿Es labor de un escritor arremeter contra la mezquindad?

 

Contra la mezquindad, injusticia y corrupción imperante en los círculos literarios más restringidos. Cela creía en la remuneración de los escritores, pero creía que a veces debían trabajar gratis como los toreros y las prostitutas. 

 

—¿Cómo se compromete un artista en el caos que vivimos?

 

Pienso que en el papel de los escritores el compromiso debe de ser continuo: todo es mejorable. Yo que no soy religioso me conduzco con tres criterios: ética, honor y dignidad. Estamos viviendo un boom de Jovellanos, que no es de nadie sino de su propia figura. Todo es herencia de la época de la ilustración y la revolución francesa. 

 

—En su primer libro se refería a la poesía como “urticaria incurable” ¿Cómo va el tratamiento?

 

La poesía es un género al que vuelvo entre novela y novela como recurso de amparo. Desde mi edad cada vez es más de denuncia y crítica. En cada momento de mi vida tuve un poeta, ahora en la madurez mi poeta de cabecera es León Felipe; no estoy para cursiladas.

 

Presentación de La sombra del ámbar de María Luisa Prada Sarasúa. 2/12/2011

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Presentación de la novela

La sombra del ámbar

de María Luisa Prada Sarasúa.

 

 

 

Intervendrán, además de la autora, Socorro Suárez Lafuente, Catedrática del Departamento de Filología Angloamericana y Francesa de la Universidad de Oviedo; Valentín del Fresno, pintor e ilustrador de la cubierta y César Inclán, de KRK.

Martes, 27 de diciembre de 2011 / 20,00 h. / Club Prensa Asturiana. La Nueva España / Calvo Sotelo, 7. Oviedo.

Capritxo, de Miquel de Palol. 1/12/2011

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Capritxo

 

A l’aigua s’emmiralla el cel
o al cel s’emmiralla l’aigua?
El llop somnia que és la papallona
o somnia la papallona que és la lloba?
Si el desig era record
i el record es fa desig,
i la rialla es liqua en llàgrima
i la llàgrima s’evapora en rialla,
la contemplació s’esfilagarsa en el desmai,
el desmai es contempla en la xarxa:
actuar sense pensar, pensar sense actuar,
que si quan vas néixer ploraves i el món reia,
riguis quan moris i plori el món,
en la vida la mort, en la mort la vida.
 
  
TRADUCCIÓN: CAPRICHO // ¿En el espejo del agua se mira el cielo / o el agua en el del cielo? / ¿El lobo sueña que es la mariposa / o sueña la mariposa que es la loba? / Si el deseo era recuerdo / y el recuerdo se convierte en deseo, / y la risa se licua en la lágrima / y la lágrima se evapora en la risa, / la contemplación se deshilacha en el desmayo, / el desmayo se contempla en la red: / actuar sin pensar, pensar sin actuar, / que si cuando naciste llorabas y el mundo se reía, / te rías cuando mueras y llore el mundo, / en la vida la muerte, en la muerte la vida.
 
 
Miquel de Palol es escritor. En 1982 obtiene el premio de poesía Carles Riba con El porxo de les mirades, obra distinguida también con el premio Crítica Serra d’Or, 1984. Su novelaEl jardí dels set crepuscles ha sido galardonada con los premios Joan Crexells 1989, Crítica Serra d’Or 1990, Nacional de la Crítica 1990 y Nacional de Literatura Catalana 1990. Con ella inicia su producción narrativa a caballo del relato fantástico y legendario y la especulación filosófica, que comprende las novelas Ígur Neblí (1994),El legislador (1997, premio Josep Pla), Consulta a Ripseu (1997) y El quincorn (1998, premio Sant Jordi) Un home vulgar (2006, Joanot Martorell), así como las prosas y cuentos Grafomàquia (1993) y Contes per a vells adolescents (1997, premio Víctor Català), entre otros.
 
 
 
Fotografía: Retrat de Miquel de Palol por Misha Kominek

A propósito de Ángel Orensanz, por José Ángel Ordiz. 27/11/2011

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Rock Tree. Tarpaulins. N�tre Dame du Haut, Ronchamp, France
 
A propósito de Ángel Orensanz
Mi abuelo materno era un contador de historias fabuloso. No sabía leer, no sabía escribir, pero empezaba a narrar y todos nos deteníamos a escuchar sus relatos. Nos deleitaba, sí, con las palabras que extraía de la vida y que luego alimentaban su imaginación desbordante. Aseguraba que nada inventaba, que todo había sucedido de verdad. Recuerdo, especialmente, una de sus historias. La del ovni que vio y padeció en El Valle de las Fuentes, una rueda de fuego, más roja que la sangre, que llegó a quemarle la piel (y eso que huyó presto). Eran tiempos de posguerra (siempre son tiempos de preguerras o posguerras; cómo somos los únicos homínidos supervivientes, aún en este planeta por algún capricho cósmico), tiempos en los que en las aldeas asturianas sólo se veían sombras. Mi abuelo, sin embargo, vio algo más que sombras, al parecer, pues por entonces nada se sabía en mi aldea natal, ni en ninguna otra aldea asturiana, del posterior fenómeno de los platillos volantes. Cierto fue, sin duda, que casi despiden de la mina a mi abuelo materno: empezaba a narrar en el frente de la galería y paraban los tajos. Al final, llegaron los vigilantes a un acuerdo con él y le pusieron un horario para narrar, coincidente con el descanso para comer.
Burning Universe. Casa Marcello & Garden. Venice, ItalyAsí que tengo muy claro de dónde me viene esta querencia por los relatos escritos, por las ficciones que, también a mí, me va narrando la vida; de quién heredé la tendencia entera y el talento únicamente en parte (me temo). No obstante, con los años, hay personas que me escuchan, que me leen. Así conocí, mediante una novela que le mandé, a Víctor Pozanco (tan erudito él, poeta, editor, artista no menos en acción que el escultor reseñado en el título de este artículo o lo que en realidad sea), quien hoy me honra con su amistad. No tan inútil, pues, el arte, lo artístico -como algunos materialistas pregonan- si gracias a él –al arte, pretendido o real- puede uno conocer a personas que no deberían morir nunca. Porque Víctor Pozanco transmite, comparte, aconseja desde su experiencia, desde el trato íntimo que ha mantenido incluso con premios Nobel: gracias a él he sabido de la existencia (discúlpeseme la ignorancia, yo no soy él) de Ángel Orensanz, del escultor aragonés que es casi de mi edad (superado ampliamente el medio siglo de existencia por ambos) y que, como yo, nació en una aldea, oscense la suya, asturiana la mía. Yo vivo en Oviedo (no está mal), Ángel en el mundo, en el lugar que le corresponde.
Sphere of he World. Zaragoza, SpainEn la actualidad, y gracias al progreso (del progreso que permiten los tiempos entre guerras), recibo información periódica –vía Internet- de las exposiciones continuas de Ángel Orensanz, ya sean en Nueva York, en Tokio, en Moscú, en Huesca. Arte y denuncia a la vez en muchas de sus esculturas, en muchos de sus dibujos, en muchos de sus murales, en muchas de sus nieves y aguas disfrazadas. Y un ingenio que le capacita para volar en ocasiones su propia creación con dinamita y grabar el acontecimiento para proporcionar más vigor a esas creaciones que para brillar mucho deben durar poco.
Hay artistas, excelentes artistas, que callan. Y hay artistas –como Ángel Orensanz- que no guardan silencio, que hablan a través de su obra y no sólo a través de su obra. Ahí la obra, sí, pero también la denuncia de los desmanes de turno, de la idiocia divina y humana, también de manifiesto en las etapas prebélicas o posbélicas.
Grito danza. Gothersgade, DenmarkDesde mi condición de deísta (suelen preguntarme qué es ser eso, deísta; yo respondo que es la pobre creencia de un hombre que ha ido de estrella en estrella buscando al Dios de los católicos, de los musulmanes, de los budistas, sin encontrar a ninguno, que es tener por Dios al Dios de las hormigas), muy a menudo critico a Dios en mayor medida que a los humanos. Sí, tiendo a condenar a ese Dios chapucero e indiferente y a absolver al hombre y a la mujer. Porque nada bueno sé de Dios. Porque gracias a uno de los inventos masculinos y femeninos (los antiinflamatorios) puedo escribir aún, y porque gracias a otro (la informática) tengo acceso a la obra, ya en la historia, de Ángel Orensanz, quien, a mediados de los ochenta, se estableció en Nueva York y creó la fundación que lleva su nombre en una antigua sinagoga del Lower East Side.

 José Ángel Ordiz es escritor. Premio de la Crítica de Asturias de Novela 2010.

Fotografías procedentes de la web www.orensanz.com

La tragedia es la política, por Violeta Varela Álvarez. 22/11/2011

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 La tragedia es la política

La tragedia griega fue instituida por la tiranía de Pisístrato en el siglo VI a.n.e., dando protagonismo de esta manera a ciertos cultos agrarios frente a otros de naturaleza más aristocrática. La vieja «molpé», —canto que se entonaba en honor de Dioniso en las celebraciones que provenían del culto al Dios Año, y que tenían que ver, en consecuencia, con los ciclos de la vegetación y la naturaleza, con el continuo de muerte y renacimiento—, se convirtió, por gracia de la tiranía, en el culto cívico por excelencia en la ciudad de Atenas. En la tiranía ateniense comenzó a forjarse la conciencia que posibilitó el advenimiento de la democracia, y la tragedia nació y se transformó en ese mundo de innovaciones políticas que marcaría el inicio de nuestra civilización occidental. La tragedia se convirtió en el género ciudadano por excelencia, y como tal, sus piezas abordaron como ninguna otra manifestación cultural todos los problemas que el nuevo régimen trajo consigo. Un género, el trágico, que, además, estaba en el punto de mira de todos, hasta el punto en que no se dudó en castigar a Frínico, uno de los primeros autores, cuando este osó representar un fracaso militar. La tragedia debía reflexionar críticamente acerca de la política, pero por lo que parece, tal crítica debía ser constructiva, de ahí que el poder político la promocionase, la mantuviese y le diese tanta importancia (su financiación constituía un impuesto que además de grandes gastos, conllevaba grandes honores). Si la tragedia trataba de política, de poner al servicio de la reflexión acerca de problemas contemporáneos a los viejos mitos del pasado, sustrato común bien conocido por todos los habitantes de las ciudades griegas, es absolutamente esencial conocer en qué contexto histórico desarrollaron su labor los autores.
La tragedia nació y se transformó en
ese mundo de innovaciones políticas
Esquilo fue el primero de los tres poetas trágicos que han pasado a la historia de la literatura de forma absolutamente privilegiada. Esquilo se concibió a sí mismo antes como militar que como literato, y en esa faceta guerrera cifraba su esperanza de supervivencia histórica a través de la fama. Luchó en las guerras médicas y asistió como ningún otro al fervor panhelénico que las victorias frente a los persas trajeron consigo. Las guerras contra Persia supusieron la primera toma de conciencia nacional por parte de los griegos, a la vez que significaron la autoconciencia acerca de la especificidad del régimen político griego frente al despotismo oriental: los griegos eran esclavos de la ley, no de ningún hombre. Frente a los persas, atenienses y espartanos combatieron juntos para vencer a semejante gigante bélico, y lo lograron contra todo pronóstico. Una vez finalizadas las guerras médicas, Esparta retomó la Liga del Peloponeso y Atenas continuó velando por la seguridad de las poblaciones griegas a través de la liga Délica. Esquilo murió pudiendo conservar la imagen de una Atenas que se erigió como líder y salvadora del mundo occidental y del modelo de vida griego frente al terrible sistema político persa. Él vivió de forma privilegiada este protagonismo de Atenas, abanderada del mundo libre; vivió el advenimiento de la democracia tras la superación de la tiranía; vivió las alianzas entre las ciudades-estado griegas frente a un enemigo común; asistió al crecimiento de una democracia que se consolidaba sobre el culto olímpico, sacralizada y bendecida por una religión cívica hecha a la medida del ciudadano, esto es, del militar. Esto es lo que nos mostrará en la «Orestíada»: las viejas divinidades quedarán arrinconadas, el destino desaparecerá, la libertad, que se gana combatiendo por las leyes, será ahora la vencedora, y todo ello se dilucidará en un juicio, el proceso que tiene lugar en el Areópago ateniense, en el que Atenea y ciudadanos de esta polis juzgarán si Orestes merece el acoso y castigo de las Furias por el asesinato de su madre Clitemnestra. Atenea, hija sólo de su padre, diosa virgen consagrada a la lucha y a la sabiduría, encargada de deshacer el empate que se produjo en el veredicto, será muy clara, y ella nos dibujará el panorama político y cultural que triunfará con el advenimiento de la democracia: las Furias, antiguas divinidades encargadas de castigar los delitos de sangre en el seno de la familia, nada tienen que exigirle a Orestes, ya que los hijos no poseen comunidad de sangre con la madre, mero recipiente del semen en el que se encuentra pre-formado del todo el nuevo ser. Orestes, absuelto, es un héroe político que además garantizará alianzas entre Atenas y Argos. Las Furias, divinidades tan antiguas que ni los olímpicos las reconocen, quedarán reducidas a un papel meramente simbólico y se convertirán en Euménides, pero es la religión Olímpica la que triunfa. Las viejas divinidades, costumbres y morales no pueden lastrar el brillante futuro político que estaba aguardando a Grecia, ahora los asuntos no se resuelven por medio de venganzas, sino en los tribunales, y dado que la democracia y la libertad se defienden por las armas, la vida de un varón como Agamenón es más valiosa que la de una mujer como Clitemnestra, razón por la cual nada hay que objetar a Orestes por vengar a su padre matando a su madre.
Atenea dibujará el panorama político y cultural
que triunfará con el advenimiento de la democracia
Éste es el panorama que nos dejó perfilado Esquilo, y se trataba de una situación que funcionó efectivamente durante la primera mitad del siglo V, pero nada es eterno. Esquilo bien pudo ver al final de su vida algunos de los desafueros cometidos por Atenas, pero la amenaza persa podía llegar a justificar tales conductas y la pequeña ciudad-Estado seguía siendo la garante del mundo civilizado. Lo que ya no pudo ver Esquilo es cómo Atenas fue convirtiendo paulatinamente la liga Délica en un imperio marítimo dedicado a expoliar y explotar a las ciudades que estaban bajo su liderazgo. La liga Délica se concibió como protección frente a los persas, Atenas era la encargada de dirigir las campañas bélicas mientras que el resto de las ciudades debían sufragar los gastos con impuestos. Esquilo tampoco asistió al traslado del tesoro de la Liga desde la isla de Delos hasta Atenas, ni tampoco vio cómo la Liga y el cobro de impuestos continuaron aún después de firmada la paz con los Persas en 449-448. ¿Qué sentido tenía, pues, perpetuar tal dominio ateniense? El poder de Atenas aumentó exponencialmente, su esplendor, la Atenas de Pericles y de Fidias, jamás se habría podido concebir sin el dinero de las «poleis» que articulaba bajo su dominio, ciudades a las que además imponía la política, jueces… De ser la liberadora de los griegos a ser su opresora en menos de cuarenta años desde los gloriosos tiempos de Termópilas, Salamina y Platea en 480-479, y todo ello en un mundo político demasiado acostumbrado a la idea de pequeños estados independientes que, a pesar de su comunidad cultural, no deseaban articulaciones políticas más amplias. Las revueltas dentro de la Liga no se harían esperar y una polis, la espartana, empezó a verse como la nueva liberadora frente al dominio ateniense (luego se comprobaría que no era el peor de los posibles). Las hostilidades fueron en aumento y finalmente Atenas y Esparta acabaron enfrentándose en las Guerras del Peloponeso. Las primeras manifestaciones se dieron en 432. En el 405 Esparta acabó para siempre con la flota ateniense en la batalla de Egospótamos, ya nunca volvería a recuperar su esplendor, su preponderancia y su liderazgo frente a los demás griegos, llegando al punto, incluso, de volver a experimentar la tiranía. Sófocles y Eurípides asistieron a todo este declive. El final de la Atenas de Esquilo, el final de la principalía ateniense, era ya algo irremediable. Nuestros dos jóvenes trágicos partieron en su producción teatral del panorama esquíleo, pero ninguno de los dos se quedó en él, como veremos. Las circunstancias no lo permitirían.
Sófocles y Eurípides partieron en su producción
teatral del panorama esquíleo, pero ninguno
de los dos se quedó en él
Sófocles dedicó sus composiciones a denunciar el camino de autodestrucción que había emprendido la política ateniense, y las tres obras conservadas y conocidas como Ciclo tebano son su testimonio más feroz sobre la decadencia que él veía unida a la orientación política de la Atenas imperial. Él será el encargado de elaborar la anti-Orestíada. Tras restaurar el destino y el poder de los dioses, lo hará caer con toda su furia sobre los personajes más ateos e impíos que jamás han campado por la literatura griega: Edipo, Creonte…, los políticos, en definitiva. Sólo tendrá cierta piedad con el anciano Edipo cuando ya en Colono, en el recinto ateniense reservado para las Euménides, —a las que Esquilo había arrinconado y que él rehabilita—, le haga objeto de una cuasi deificación fruto de la sabiduría que éste ha adquirido: a los dioses no hay que entenderlos, hay que respetarlos y obedecerlos sin reservas. Y será el ejemplo ideal de gobernante, Teseo, el que ayude a Edipo en sus últimos momentos de vida. Un gobernante piadoso, respetuoso con la divinidad sin caer en la ignorancia de la superstición y que sólo concibe la guerra cuando ésta es defensiva frente a hostilidades de terceros. Las pólis que no se atengan a estas normas, caerán, como la Tebas mítica, cegadas por la ambición, el poder y la aniquilación de la verdadera fe. Edipo en Colono, representada a título póstumo, fue la última obra de Sófocles y su principal constatación de una Atenas que avanzaba por los derroteros del laicismo sofístico y que luchaba por  imponer un poder imperial frente a Esparta, y todo ello con los persas, además, jugando a su antojo en el mapa político griego.
 
 
Edipo en Colono constata una Atenas que
avanzaba por los derroteros del laicismo sofístico 
 
Eurípides partirá también de aquel juicio de las «Euménides», pero su orientación será muy distinta. Mientras Sófocles apostaba por una regresión a políticas más arcaicas y aristocráticas, el trágico apelado «el filósofo» aceptará que el destino, los dioses y las viejas costumbres están bien arrinconados y desterrados, la salida no es volver atrás, sino ir más allá, desarrollar la democracia. Él dedicará la tragedia a reflexionar sobre aquellas lagunas que el sistema democrático poseía, ese sistema construido sobre la base de tantas exclusiones y diferencias: griegos-bárbaros, hombres-mujeres, ciudadanos-no ciudadanos, esclavos, metecos, etc. En su tragedia Medea denunciará la doctrina patriarcal griega a través de esta heroica guerrera construida a la medida de los Aquiles, los Héctor y los Agamenón homéricos (razón para que la crítica se sienta tan desconcertada ante esta tragedia: Medea es un personaje propio de la Ilíada, a pesar de ser mujer). Cuando Medea, la bárbara, tras adaptarse al sistema democrático, constata que éste, una vez abandonada por su marido, no le ofrece ningún tipo de derecho y garantía, se alzará revolviéndose contra todos sus roles y normas. Levantará la voz contra la política matrimonial griega, a pesar de que su matrimonio no se produjo por poderes sino por amor, contra la doctrina acerca de la paternidad que Esquilo plasmó en sus obras, ridiculizará al hombre griego, en la persona de Jasón, hasta límites que debieron resultar insoportables para la audiencia… De hecho, fue el trágico que menos éxitos cosechó y murió en el exilio en la corte macedónica.
Esquilo dedicó la tragedia a reflexionar sobre
las lagunas del sistema democrático, construido
sobre la base de tantas exclusiones y diferencias:
El panorama político griego se derrumbaba, el siglo del esplendor ateniense y de las viejas ciudades-Estado tocaba a su fin, como efectivamente ocurriría cuando Filipo de Macedonia hiciera su entrada en Grecia poniendo ese mundo patas arriba. Para Sófocles la respuesta estaba en la moral y la religión aristocráticas, y acertó en que la guerra por controlar Grecia políticamente sólo le acarrearía a Atenas el desastre más absoluto. Eurípides apostó por la expansión de la democracia, y también acertó si hacemos caso a quienes sostienen que la «racanería» en la concesión de la ciudadanía trajo grandes problemas a Grecia y después a Roma. La tragedia griega murió junto con el esplendor y dominio atenienses. La polis que había hecho de la democracia su bandera y que instituyó el género trágico como principal eje de la educación y la reflexión ciudadana, se derrumbaría para siempre en el 405, casualmente, pero qué simbólico, tras la muerte de los dos últimos grandes poetas trágicos en 406. En todas esas ruinas surgió con fuerza la filosofía, recogiendo el testigo de la reflexión y la crítica, pero eso es otra historia.

Francisca Aguirre, Premio Nacional de Poesía por Historia de una anatomía, 18/11/2011

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Francisca Aguirre
FRANCISCA AGUIRRE, PREMIO NACIONAL DE POESÍA
 
 
La escritora alicantina Francisca Aguirre (Alicante, 27 de octubre de 1930) obtuvo ayer el Premio Nacional de Poesía por el libro Historia de una anatomía (Lee aquí la reseña de Javier Lasheras publicada en LITERARIAS), con el cual también consiguó el premio Miguel Hernández.
Según Javier Lasheras, en Historia de una anatomía "sorprende esta capacidad de introspección, de afirmaciones sin miramientos que delatan la actitud nada complaciente, pero tierna y cabal de Aguirre". El libro premiado es claro en su expresión e íntimo y reflexivo partiendo de elementos como el pelo o la sonrisa.Dotado con 20.000 euros, el premio le ha sido concedido a Francisca Aguirre por un jurado compuesto, entre otros, por Soledad Puértolas, Manuel Rivas, Juan Carlos Mestre, Jon Kortazar, Paula Izquierdo y Ángel Luis Prieto de Paula.
 
Lee el artículo con el que Francisca Aguirre colaboró con LITERARIAS. Pulsa aquí.

XI JORNADAS DE LITERATURA. DOSSIER DE PRENSA. 15/11/2011

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 Pravia provoca de palabra
Los escritores reunidos en las Jornadas literarias de la villa reivindican el papel de la cultura en el periodismo actual
http://www.lne.es/centro/2011/11/13/pravia-provoca-palabra/1156183.html

Pravia acoge la 11ª edición de las Jornadas de Literatura de la Asociación de Escritores
Anoche se inauguraron en Pravia las Jornadas de Literatura que organiza la Asociación de Escritores de Asturias en su undécima edición. Un encuentro que reunirá este fin de semana en la capital praviana a una treintena de literatos asturianos y de otras partes de España.
http://www.rtpa.es/asturias:Pravia-acoge-la-undecima-edicion-de-las-Jornadas-de-Literatura-de-la-Asociacion-de-Escritores–_111321101157.html

Letras variadas en Pravia
Las jornadas de literatura reúnen a un nutrido grupo de autores asturianos que analizan en este encuentro las conexiones con el periodismo
http://www.lne.es/centro/2011/11/12/letras-variadas-pravia/1155825.html

Dos coloquios abren esta tarde las XI Jornadas de literatura de Pravia
La cita cuenta con la presencia de nombres destacados de las letras
http://www.lne.es/centro/2011/11/11/coloquios-abren-tarde-xi-jornadas-literatura-pravia/1155299.html

«El periodismo no es algo negociable con la inspiración»
Arquitecto de formación y profesión hasta hace dos décadas, el poeta y escritor catalán participó ayer en las XI Jornadas de Literatura de Pravia
http://www.elcomercio.es/v/20111113/cultura/periodismo-algo-negociable-inspiracion-20111113.html

Objetivo: cruzar el puerto de Pajares
Los escritores del Principado se quejan de lo difícil que resulta ‘exportar’ su producción literaria.
http://www.tiempodehoy.com/cultura/objetivo-cruzar-el-puerto-de-pajares

Precario
PEPE MONTESERÍN Vivimos en precario, personas y empresas. En las jornadas «Literatura y periodismo: la ficción compartida» celebradas en Pravia, Miquel de Palol nos contó, más o menos, que tiempo ha, en el Oriente, un emir que fue condenado a la pena capital quiso saber cuándo iba a ser ejecutado; el rey le dijo que antes celebrarían una fiesta, a la que el reo debería asistir.
http://www.lne.es/oviedo/2011/11/14/precario/1156335.html

Entrevista a Juan José Lage Fernández. Por David Fueyo. 15/11/2011.

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Entrevistamos a Juan José Lage, Premio Nacional al Fomento de la Lectura en 2007, toda una autoridad en el ámbito de la Literatura Infantil y Juvenil (en adelante, LIJ), no sólo a nivel nacional, sino también internacional, en uno de los lugares donde el autor y crítico más a gusto se siente: en la biblioteca del Colegio Público “La Ería” de Oviedo. Desde este lugar, al que tantas horas ha dedicado, y rodeados de una de nuestras pasiones en común, los libros, habla para la revista LITERARIAS de la situación actual de la LIJ, del pasado, presente y futuro de la misma; así como de otro de sus “hijos” predilectos, la revista Platero; además de otros proyectos que se encuentran en su horizonte, siempre destinados a fomentar la lectura entre los más pequeños, y asimismo la formación de quienes han de inculcarles el gusto por la lectura, sus maestros y maestras. 

 


—¿Por qué la LIJ como base para leer durante toda la vida?

 

“No hay libro que merezca la pena leer a los 10 años y que no sea digno de leer a los cincuenta”, decía C. S. Lewis, el autor de Las crónicas de Narnia. Y así es. Las buenas historias infantiles nos marcan para toda la vida. ¿Quién no tiene guardados en su memoria los cuentos que nos contaban nuestros padres o abuelos? Cuentos que ya están en el subconsciente colectivo.  

 

—¿Crees que puede haber un buen lector adulto que no haya tenido oportunidad de disfrutar de la literatura en su infancia y adolescencia?

 

Te respondo con una respuesta que da Astrid Lindgren, la autora de la trilogía sobre Pippa Mediaslargas en su autobiografía: “quién no encuentra el camino del libro de niño ya no lo encontrará nunca más”. 

No obstante, como los caminos que conducen al libro son diversos y a veces inescrutables, siempre puede haber algo que estimule la sensibilidad y que invite a leer a edades alejadas de la infancia, nunca se sabe. O puede haber lectores que por una u otra causa aparcaron la lectura y la recuperen cuando tengan tiempo y encuentren el libro que vaya con sus intereses del momento. Conozco a muchos jubilados que se han puesto a leer con frenesí una vez liberados de sus obligaciones cotidianas. Como decía el profesor Jorge Larrosa “la lectura es experiencia cuando confluyen el libro adecuado y el momento preciso”.  

—¿En la actualidad piensas que la LIJ está siendo bien tratada por las editoriales?

 

 

Si te fijas, casi todas las editoriales tienen una sección dedicada a la LIJ. Esto demuestra que los números funcionan. E incluso hay varias que solo se dedican a la edición de libros infantiles y juveniles. O sea: la LIJ es comercialmente rentable.

Otra cosa es la calidad, en este caso referida al contenido. Prolifera mucho la literatura de gran superficie, de lectura fácil, que es la que más se vende y a veces, entre tanto boom,  buenísimos libros pasan desapercibidos. Esto posiblemente se solucionaría con secciones de críticas eficaces y honestas, con la formación de los mediadores, entiéndase padres, tutores o maestros, y con el reconocimiento social de los autores que se dedican a esta noble tarea de hacer leer a los jóvenes. 

—¿Cómo ves el panorama actual de la LIJ en España?     

Más o menos, te contesté en la anterior pregunta. Abundante en cuanto a las tiradas, pero confuso en cuanto a la calidad. Predomina mucho la literatura de marketing, la que adula al lector y se pone a su altura, cuando en realidad un libro tiene que ir siempre un poco por delante del lector. Estoy un poco hastiado ya de la novela de vampiros y de amoríos adolescentes con una pizca de erotismo. Echo de menos la literatura de la década de los 80, aquella literatura comprometida que venía de la mano de editoriales como Noguer o Alfaguara, y que consagró a autores como Nostlinger, Hartlig, O´Dell…

Es cierto que en España hemos dado un salto de gigante en estos temas, pues llevábamos años de retraso con respecto a otros países, pero da la impresión de que ahora todo se ha ralentizado y saturado. Los escritores de LIJ no son aún reconocidos, aún son invisibles para los medios.  

 

—¿Consideras que es cierto el dicho de que para un escritor es más complicado enfrentarse a plasmar una obra para niños o jóvenes que para adultos?

 

Todos los escritores consagrados que han escrito también para niños y jóvenes reconocen las dificultades de escribir para ellos, de ponerse a su altura sin rebajarse, que es de lo que se trata. Miguel Delibes lo explicaba así: “escribir para niños es un don, como la poesía, que no está al alcance de cualquiera… Es un ejercicio de afinamiento de nuestras facultades y, en consecuencia, de condensación, de síntesis, de linealidad y tal vez de brevedad”.  Y el británico Roald Dahl, que decía que todos los grandes autores han intentado escribir para niños sin éxito, lo resumía en esta contundente frase: “todo el mundo puede escribir un mal libro infantil, pero es muy difícil escribir uno bueno”.

Un buen autor es el que escribe tan bien que hasta los niños pueden leerlo y esos se cuentan con los dedos de la mano.  

 

—¿Crees que Internet y las TIC son un obstáculo para el libro y la lectura de los jóvenes?

 

Esta es una pregunta que siempre hacen a los buenos lectores, a los que amamos los libros, y diría que con la intención de fastidiar. Y siempre la hacen los que generalmente no leen, o no leen al menos lectura literaria, que no es tu caso.

Entiendo dos preguntas diferentes. Una es el futuro del libro y otra el futuro de la lectura. El libro como objeto o soporte de la lectura ha ido evolucionando siglo a siglo, desde el papiro al pergamino y el papel, y posiblemente al soporte tecnológico. Como tal no desaparecerá. Otra cosa es el futuro de la lectura. Tenemos necesidad de contarnos historias, de conocerlas, y por eso veo el futuro esperanzador.

Lo que me molesta es el optimismo patológico de los que piensan que las TIC nos van a hacer más felices y que van a contribuir al aumento de lectores. L
o mismo se pensaba cuando apareció la TV y mira en lo que ha quedado.

Creo que estamos pasando de una sociedad semianalfabeta a una tecnológica sin los pasos intermedios. O sea: para usar Internet con inteligencia hay que ser también un lector inteligente. Las tecnologías están al alcance de cualquiera, incluso de un analfabeto, pero un libro es diferente, requiere muchas habilidades y destrezas.  

 

—Ahora está muy de moda el término “Animación a la lectura”. ¿Qué significado le das tú, como experto, a esta expresión?

 

Efectivamente, ahora todo se engloba bajo el titulo de Animación, desde un concurso de disfraces hasta responder a las preguntas de una ficha una vez leído un libro. Yo creo lo que pensaba Pedro Salinas: “la animación a la lectura está dentro del libro y no fuera como algunos piensan”. Es decir: la mejor animación es poner en manos de los jóvenes libros atractivos, buenas lecturas, para abrirles el apetito y que vayan creciendo con ellas poco a poco. O sea: libros que sean capaces de excitar su curiosidad. Todo lo demás es folclore, que poco tiene que ver con la cultura.  

 

—¿Qué seria para ti el buen “maestro de la lectura”?

 

Me gusta esa expresión o esa figura de “maestro de lectura”. El buen maestro de lectura sería, no el que impone las lecturas basándose en su autoridad —o autoritarismo—, sino el que las comparte basándose en su experiencia y su conocimiento de los alumnos.  Sería el maestro capaz de hechizar, de “darles a oler que detrás de cada libro hay un orgía de placer”, de sugerir, y de excitar el don innato de la curiosidad con la que nacen todos los niños. Sería, también, el que sabe que siempre hay un libro para un lector, el que conoce los gustos de sus alumnos, el que no pide ni da nada a cambio…

En fin. Como ves, recursos muy sencillos y de sentido común,  pero poco frecuentes.  

 

—¿Y que sería para ti un buen libro de Literatura infantil o juvenil?

 

Pues para mi sería el capaz de despertar sensibilidades e inquietudes, aquel al que vas a buscar respuestas y no las encuentras, el que no te despeja las dudas, el que te penetra en el corazón cual un punzón y no te deja indiferente.  

 

—Hablemos de la revista Platero. ¿Cómo surgió la idea de llevarla a cabo?

 

Pues es un tema que ya he contado muchas veces. En el año 1980 yo estaba en el C. P. de Infiesto, y era el encargado de la Biblioteca. Una de las cosas que se me ocurrió para dinamizarla fue crear un Boletín hecho a mano, y luego ciclostilado,que repartía entre los profesores del Centro, informando de libros.

Después hablé con el director de un banco local que era el padre de un alumno y conseguí una subvención, y ya fue posible darle una portada más decente y algo de color y repartirla en los Colegios del entorno. Más tarde conseguí que algunas entidades insertaran publicidad y así fue creciendo poco a poco, hasta crear un seminario en torno a ella cuando se fundó el Centro de Profesores de Oviedo, y  llegar a que se le concediera, como sabes, el Premio Nacional al Fomento de la Lectura en el año 2007.

Por cierto, que fue la primera revista de estas características fundadas en España. Hoy, en formato papel, hay tres o cuatro, como mucho. 

 

—¿Cuál es el secreto de que Platero lleve tantos años publicándose?

 

El secreto de 30 años publicándose radica en el interés por sostenerla viva, la dedicación y el mantenerla alejada de la manipulación, independiente y libre, lejos de directrices políticas, gremiales o sectoriales.

Y también la originalidad, la actualidad y la frescura, que es el principal motivo de convencer a diferentes entidades para que la subvencionen, pues la revista es de distribución gratuita en el 80 por ciento de la tirada.  

 

—¿Cómo puede resumirse la trayectoria de la revista durante todos estos años?

 

Creo que algún día se reconocerá la importante labor que la revista hizo en la formación de lectores, o en la formación de los mediadores para que a su vez formen lectores. Dicho esto, decirte que han sido reconocidos por su interés números como los dedicados a Andersen, R. Dahl, Poe, a Ende, a las Bibliotecas Escolares, a Caperucita Roja… 

 

El resumen de la trayectoria puede sintetizarse en esta frase: “treinta años al servicio de la Escuela y la Lectura”.  

 

—Dices que Platero fue un recurso que pusiste a disposición de un Centro para dinamizar la B. escolar. Sé que llevas 30 años al frente de Bibliotecas, y personalmente tuve la oportunidad de conocer la Biblioteca del C. P. La Ería de Oviedo, donde has dejado tu impronta. ¿Qué opinas sobre el tema de las Bibliotecas?

 

 

Por una parte, cuando me hacen esta pregunta me alegro y, por otra, me pongo triste. Me alegro porque me dan la oportunidad de expresarme y me pongo triste porque a veces no conviene expresar tan abiertamente los sentimientos, pues puedes crearte enemigos. Ser sincero en este mundo rodeado de hipocresía a veces no conviene.

Mi opinión ya la expresé en varios medios. El estado de las Bibliotecas escolares es lamentable a nivel de todo el Estado. Así de sencillo y así de contundente, y reto a quien quiera a que me demuestre lo contrario. Los profesores asisten a seminarios, jornadas, congresos…. pero al final cuando están de vuelta en la realidad del Centro, todo es diferente, porque les embarga la soledad. Si ya no había suficiente disponibilidad horaria para atenderlas, ahora se carga más horario lectivo al profesorado, se recorta personal, se desacredita la profesión, se limitan los recursos económicos….

Hace falta un plan consensuado y serio para darles vida, unos compromisos de la Adm
inistración. Se hacen proyectos pero, por una u otra causa, nunca se llevan a efecto con eficacia
.

 

En cuanto a tus obras, recientemente has publicado dos volúmenes que, a buen seguro, facilitarán la labor de muchos docentes implicados en transmitir el gusto por la literatura a su alumnado, alejándose en parte de los textos, en ocasiones vacíos y poco motivadores, que se trabajan en clase. Por un lado, el Diccionario Histórico de autores de Literatura Infantil y Juvenil  y, por otro, la Antología de cuentos y algunos poemas, editados ambos en Octaedro, el primero, en el 2010, y el segundo, en el 2011; aparte de Animar a leer desde la Biblioteca, quesalió en 2005. ¿Estás actualmente preparando algún otro volumen? ¿Por cuál de ellos tienes más predilección?

 

Pues sí, en efecto, el próximo año 2012, posiblemente entre los meses de abril y mayo, saldrá el cuarto, también en Octaedro, que es una editorial que me está tratando muy bien

El título aún no lo tengo bien perfilado, pero más o menos será Animación, lectura y bibliotecas. Tal y como da a entender el título, consta de tres partes y en realidad son ensayos o artículos sobre la Literatura Infantil y Juvenil, las Bibliotecas escolares y la llamada Animación a la Lectura, y con un jugoso Diccionario de citas,donde agrupo, en 10 apartados, citas de diferentes personalidades sobre el tema de la lectura. Y ya estoy pensando en el quinto, que será un complemento a todos ellos, más o menos una relación comentada de los mil libros que hay que leer antes de envejecer, o sea, cuando eres niño y adolescente. Todos me gustan, todos han funcionado muy bien, aunque tal vezel Diccionario es el más completo y original, pues ha supuesto 30 años de lecturas.