Una entrevista ligera a Carmen Borja, por Javier Lasheras y José Havel. 28/09/2012

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Una entrevista ligera a Carmen Borja

 
» Siempre tengo a punto el pasaporte.
 
 
Por Javier Lasheras y José Havel
 
 
 
 
¿Qué valora más en un viaje?
 
Volver para contarlo. O no.
 
¿Qué es lo que más le gusta hacer a las 8 de la tarde?
 
Habitualmente, ducharme.
 
¿Cuál es el riesgo principal de viajar con usted?
 
Que para los intrépidos corro pocos riesgos, y para los sedentarios soy inquieta.
 
¿Qué valora más para elegir un acompañante?
 
El buen humor. Viajar con gente gruñona e irascible es una invitación al asesinato.
 
¿Cuál es ese lugar al que siempre le gustaría volver y por qué?
 
De momento, y desde que marché, siempre vuelvo a Asturias, cada año, sin faltar. Uno siempre tiene la ilusión –vana- de retomar, recuperar y revivir.
 
¿Cuál es su principal defecto?
 
Creo que el perfeccionismo. Con la impaciencia voy haciendo progresos.
 
¿Y su principal cualidad?
 
Alguna debe haber, pero me cuesta expresarla.
 
¿Qué libros lee cuando viaja?
 
Depende del tiempo que tenga y del sitio al que vaya. A veces leo, otras no.
 
¿Y qué está leyendo ahora?
 
Un libro de Camille de Toledo: sobrevalorado.
 
¿Es usted de los que leen con lápiz y papel a mano?
 
Si me interesa mucho, sí. Y tomo notas en mi cuaderno.
 
¿Cuál sería su mayor desdicha?
 
Al margen lo importante, que siempre hiciera calor.
 
¿Qué obra publicada le hubiese gustado firmar?
 
Alguna de las anónimas –de las importantes para la cultura de la humanidad, claro.
 
¿Dónde le gustaría vivir?
 
En Barcelona estoy bien. Pero siempre que voy a un lugar nuevo, pienso si viviría allí. Por ahora sólo estaría de paso. Y siempre tengo a punto el pasaporte. En el fondo lo importante es si uno está bien y con quién.
 
¿Cuál es su bebida favorita?
 
Va a horas y momentos: zumo de naranja, café, vino blanco, cerveza, cava… Las de alta graduación, en contadas ocasiones.
 
Dígame un par de grandes novelas que se le atragantaron o nunca pudo terminar de leer.
 
Finnegans Wake, de James Joyce. Y Auto de fe, de Elías Canetti.
 
¿Cuál es su ciudad preferida?
 
No he estado en Nueva York.
 
¿Quiénes son sus escritores favoritos?
 
Para no aburrir a los lectores con un listado, les remito a que busquen esa información en mi web (www.carmenborja.net), en el apartado de obras colectivas.
 
¿Cuáles son sus palabras predilectas o su frase favorita?
 
«Los vientos cambian»: se la he oído a mi madre desde niña.
 
¿Qué música suele escuchar?
 
Toda la que me gusta, que es bastante. Abarca estilos muy diferentes: clásica, rock, jazz, «étnica», pop… Por enmarcar un poco, desde el gregoriano a Piazzolla. Pero sin bakalao, por favor.
 
¿Con que personajes históricos y personajes ficticios le gustaría pasar una velada?
 
Me temo que tendría veladas para toda una vida. Por poner sólo un ejemplo, reuniría a Sócrates, Epicuro, Hipatia, Morgana, Sherezade, Montaigne, Hume, Hölderlin, Nietzsche, Bouvard y Pécuchet, el capitán Nemo y Clarice Lispector en casa de Emily Dickinson. A no ser que ella prefiriera ver mundo, en cuyo caso tendría opción de escoger el lugar.
 
¿Por cuánto sale, más o menos, una ración de 100 gramos de jamón ibérico puro de bellota, una copa de vino, un libro de poemas y una onza de chocolate?
 
Créame, si el vino es un buen blanco y el libro de poemas atraviesa el corazón, no tiene precio.
 
Recomiende un par de obras de arte.
 
Con los años he aprendido que eso es intransferible. Que cada uno encuentre las suyas.
 
¿En la escritura de qué se halla usted ahora inmerso?
 
En la de una entrevista ligera, todo un género.
 
¿La crítica literaria la prefiere con agua, con hielo o a solas?
 
Mejor en compañía.
 
¿Qué detesta, odia y le cabrea a un mismo tiempo? ¿Y por separado?
 
La contabilidad creativa, la desfachatez y las escuelas de negocios con prestigio. Todo ello junto y por separado.
 
Recomiéndenos un libro que aún no haya leído.
 
2666. ¡Hala, por preguntar!
 
Díganos un par de películas que todo el mundo debería ver.
 
Para huir de las clásicas de toda la vida, Moulin Rouge y Arrugas.
 
¿A través de qué película llegó a leer un libro estupendo?
 
A través de Espartaco, aunque el libro no sea perfecto y la película le deba más a Kirk Douglas que a Stanley Kubrick.
 
¿Qué suceso de la historia admira más?
 
La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
 
¿Qué red social de internet prefiere?
 
Navego mucho, pero por ahora prefiero esquivar las redes. Pesco sola.
 
¿A quién le hubiese gustado entrevistar?
 
A Nikola Tesla, por ejemplo.
 
Y por último, ¿cómo se declara usted, culpable o inocente?
 
Culpable e inocente, claro está.
 
 
Carmen Borja es escritora.
 

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