martes, 30 de septiembre de 2025
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No gana uno para sustos de José Luis Espina Suárez

Editorial Duen de Bux

No gana uno para sustos” son doce historias cotidianas. La de la negación de la soledad, la de la falsa alegría que hasta un niño es capaz de percibir. La del hombre gris ajeno a la vida y al compromiso. La de quien descubre el amor entre los recovecos del sueño. La del solitario y la del suicida ignorado. La del malvado con moral de hierro…Nada que no esté en la calle o dentro de uno mismo.

Desde diferentes planteamientos, la soledad se convierte en el eje común de las historias que componen este trabajo. No hay fronteras ni margen de edad para el desconsuelo. Puede experimentarla un niño, cuando percibe el desmembramiento de su familia a pesar de los esfuerzos de los adultos por disimularlo. La soledad se vivencia también en los días huecos de una mujer despechada, que a pesar de ello ve en la ausencia de su marido un motivo de desconsuelo. Está presente en el hombre que ha de recurrir al sueño como único camino para llegar a la mujer que ama. Nadie está libre de la desesperanza. Aunque rodeados de seres humanos, la soledad es el obstáculo insuperable con el que todos ellos tropiezan.

Poesía Completa de Pelayo Fueyo

Editorial Pre-Textos

La evasión del reloj

El reloj del colegio
se ha cubierto de musgo.
Se extenderán los juegos
más allá de los patios
-hacia los eucaliptos-,
y el tiempo que divide las doctrinas
se volverá nostalgia
de un saber prehistórico.

La tierra y el alba de Carmen Cabeza

Mi cuerpo fue un incendio,
fuego inútil mi cuerpo
de enardecidas venas incendiadas,
una hoguera la lumbre de mis labios
antes de convertirme en tierra,
en polvo de deseos inservibles
que ardieron sin cautela.

Todo el cuerpo fue escombro,
tierra quemada de fósil geología,
cenital la garganta
bajo un manto de piedra,
desolación solar
el musgo de mis dedos…

Los círculos concéntricos de Alejandro Céspedes

Edita: Asociación de Escritores y Artistas Españoles

Para Alejandro Céspedes, vivir es un marco de su oficio de escritor. Él es un verdadero trabajador de esto, pero, a base de ejercitar su profesión, ha llegado a adquirir una gran maestría. Maestría que se manifiesta en la forma en que domina la expresión poética y en el modo que articula el lenguaje. En cómo lo moldea, lo aplica y lo cambia con el paso del tiempo, o, como él mismo dice, de las circunstancias. El tiempo, en un libro, si el libro es importante, no cuenta mucho. Ni siquiera cuentan los procesos por los que pasa su escritura. El libro es la obra, esto es, lo que se edita, lo que se lee y se comunica. Y las azarosas epopeyas que han sufrido algunos manuscritos son anécdotas siempre bien recibidas por el lector y el crítico, pero que no dejan de ser condimentos de un guiso cuya cocina el comensal no ve. Lo que si importa es lo que se degusta. El plato terminado. Y este plato de Aurelia-Aurora es un plato muy bien elaborado. Y presentado.

Alejandro Céspedes se desdobla en la ficción y se convierte en el hilo conductor poético, humano-no humano, carne – dócil como él dice – y espíritu de Los círculos concéntricos. Vamos atravesando con Aurora el transcurso de sus deseos y temores, su pequeña historia. Empieza siendo niña y termina sin edad. Es a la vez limpia y virginal y se entremezcla con la rendición al sexo. Pero hay una cosa que nunca deja de ser: Poesía. Aunque se disfrace de narración, aunque acote la reflexión. Aurora nació como poema escalonado, como vertido imaginario, en ritmo y armonía poética. Y así se asomó al alma del autor. El la hizo andar. La llevó por caminos oscuros y caminos de luz, por sus propios senderos. Y ya sabemos que todo nuestro caminar es circular, pues ese es nuestro destino ante la imposibilidad de escapar del pasado. Ese pasado es Aurelia y le lleva a Céspedes a su presente. Al que cambia de nombre. Y de estructura.

Alejandro Céspedes es, sin duda, un poeta notable, de reconocido prestigio y amplia trayectoria, que demuestra, en toda su obra, un gran conocimiento de los géneros literarios, tanto en verso como en prosa. Con este libro de tan bello título no demuestra cómo la palabra puede dar vida a la Poesía lejos del verso clásico, componiendo un extraordinario alegato interior fuera de la versificación utilizada normalmente. Con ello sigue la senda que, en su día, marcaron y exploraron poetas como Vicente Aleixandre y Jorge Luis Borges, dando dimensión a la expresión poética.

Emilio Porta (Editor)

Este libro puede descargarse íntegramente desde la página del autor: www.alejandrocespedes.es

A pesar de las sombras de Antonia Álvarez

Amarú Ediciones

Premio VII Certamen de Poesía Iberoamericana Víctor Jara

A pesar de las sombras es un esperanzado canto a la vida, aunque el dolor y la muerte son un tributo que hemos de pagar por vivir. De estructura tripartita, el libro está escrito en alejandrinos en su mayor parte, excepto el largo poema central que vertebra el conjunto.

Los aspectos temáticos relevantes son el paso del tiempo, el dolor, el amor, los recuerdos… Destaca la presencia de la naturaleza como escenario indispensable y magnífico en el que se desarrolla la andadura del hombre sobre la tierra.

 

Libro del retorno de Carmen Borja

Editorial Lumen

En el actual panorama poético español no abundan las oportunidades de oír voces poco complacientes, discordantes incluso con las estéticas más amables. Este es, sin duda, el caso de Carmen Borja y su Libro del retorno, donde la fuerza y la musicalidad de la dicción crean una atmósfera genuina, hipnótica y muy poderosa que remite a los grandes poetas de la tradición occidental, aunque incorporados de un modo crítico y en absoluto superficialmente mimético. Estamos ante una revelación.

La Raiz de la Luz de Antonia Álvarez

Colección AbeZetario

Premio Flor de Jara de Poesía, 2007.

Mención especial de los IX Premios de la Crítica de Asturias