presentación
Con su libro recién salido de imprenta, lo que desea cualquier autor es darlo a conocer cuanto antes. A mí también me pasó. Aunque ya sabemos que en verano son siempre malas fechas para las presentaciones. Pero no arriesgar con el evento implicaba esperar tres meses más como mínimo… y eso no se puede aguantar con el libro tan caliente entre las manos. También pesó el deseo de postular este Cuaderno andaluz ilustrado como lectura veraniega. Así que ultimamos los preparativos para este día y nos lanzamos a la piscina sin saber cuánta agua nos cubriría el salto.
No era fácil, como digo. Primer fin de semana del verano, un mundial de fútbol que contraprogramar, con mucha gente fuera de la ciudad también… Pero apostamos por la presentación y competimos. El escritor José Havel y yo, en el Limbo piano café de Oviedo, ante un público más numeroso de lo esperado en un principio. Se nos fue el reloj de lo a gusto que estábamos y eso creo que es muy significativo, además de un verdadero placer por nuestra parte. Gracias a todos los presentes en la primera presentación norteña de esta novedosa edición de Cuaderno andaluz. Buen verano y buenas lecturas para todos.
FeliX18
Recital literario de la AEA en el café Dindurra dentro de la Feria del Libro de Xixón (FeLiX18)
LA MANADA
LA MANADA
Mª Esther García López
Los llobos siempre van en manada
Esta temporada sentimos cada poco pronunciar la pallabra manada, y viénseme la memoria "manada de llobos", porque lo qu´a una-y impresiona na infancia ye lo que va quedando nel maxín y magar manada ye una pallabra que pue referise a cualquier grupu d´animales d´una mesma especie, a mi traime a la memoria los llobos. Y por asociación llévame a pensar na "manada" de llobos humanos violadores.
El llobu siempre se consideró n´aldea un animal malu, un animal al que se-y teme porque los sos aullíos caltrien hasta los más fondu del alma, y porque ye un animal que ve sin ser visto, como nos dicíen a nós. La xente andaba de nueche d´un llau pa otru ensin lluz y nes nueches escures, cuando diben pelos caminos, dicíase que si´l llobu taba cerca a los paisanos entamaba a llevantáse-yos la gorra de mieu. Nun se dexaba ver y caleyaba a la par d´ellos. Y sabíen perbién que cuando los rondaba´l llobu enxamás taba solu, darréu apaecía la manada.
Pero a la moza que sufrió l´agresión xabaz de la "manada de llobos humanos", dalgo-y impidió pescanciar que se-y acercaben aquellos monstruos.
Por eso´l grupu de "llobos violadores" que se bautizó col nome de "la manada", de xuru que nun foi casualidá, llobos humanos de los más xabaces y perversos col pensamientu de dir a llugares onde l´alcohol y otres sustancies los ponen a tonu pa dir en manada y llevar al cabu lo que yá traíen tramáu: facer aberraciones sexuales cola que se-yos cruzare nel camín.
Y tocó-y a ella, como y pudo tocar otra, con cinco "llobos" violadores p´ataca-y ensin nengún reparu.
Asina nos dicíen a nós cuando yéremos pequeños, si veis al llobu nun vos mováis qu´entós ataca de xuru y amás al momentu apaez la manada.
N´estáu de “schok” argumenten los xueces que la moza nun se resistió. Ante tal ataque de "llobos" alloquecíos poco diba poder facer. Quiciabes entós la mataren por oponer resistencia.
Clamiamos por una xusticia qu´ensin dar tantes vueltes a la llei ponga les penes acordies col delitu cometíu.
Clamiamos por que se revise la tipificación de los delitos sexuales y que se reforme la llei con procuru y rigor y cola presencia na comisión de muyeres, polo menos a partes iguales, porque tenemos muncho que dicir y que defender. Hasta la fecha la comisión asesora taba integrada por venti homes, y nenguna muyer, llueu regaláronnos cuatro puestos y nun sé si por fin se llegará a equilibrar. Como si nun hubiere muyeres preparaes pa ocupar esos cargos. Más siendo qu’ hai que xulgar delitos graves que son, sobre too, cometíos por homes contra muyeres.
¡Cuánto camín nos queda por andar!
Non más "manadas" de "llobos" sueltos. Namás nos falta que tamién los xueces los declaren especie protexida. Cualquier cosa se pue esperar. Tamos indefenses. Tamos cada día más indefenses
http://www.lne.es/blogs/filazon/
MANUEL QUIROGA CLÉRIGO PUBLICA: «ISLA/PAÍS DE COLIBRÍES»
MANUEL QUIROGA CLÉRIGO PUBLICA: “ISLA/PAÍS DE COLIBRÍES”
Por Encarna León
Ed. Vitruvio. Madrid, 2017
El libro lleva la siguiente dedicatoria: “Para Claudia y para María Aurora, su madre”; estas palabras nos llevan a situarnos ante la disposición de ánimo y ternura del poeta-abuelo hacia la principal destinataria de los poemas de esta obra, su nieta Claudia.
Abre el libro con el poema “La Habana sin nubes”, que se hace pórtico de una lectura que transcurrirá serena y detalladamente por Cuba, la isla escogida por el autor para volcar y dedicar su amor por Claudia, su nieta, la que tanto añora, y parece ir de la mano de este viajero incansable, ‘viajero-juglar’ según la observación de la autora del prólogo, Alicia Grinbank, que comparto. El autor, con versos como, “[…] Perezosas las calles acogen transeúntes […]”, nos hace partícipes de un amanecer cubano, sin prisas, con todo el tiempo por delante para disfrutar paisajes, aromas, sonidos, el mar y su oleaje; todo ello aderezado con un toque de ternura. Estamos en mayo, en un tiempo feliz de estrenada primavera y los versos trascendidos, hechos poemas, van pasando con un ritmo vertiginoso del corazón a la mente, de la mente a las manos de Manuel. Una riqueza emocional le inunda por lo que percibe, ve y siente, y le mueve, necesariamente, a descargar sobre el papel, poemas que fluyen a diario, uno, dos, tres… los necesarios para acallar los impulsos que le apremian.
Muy pronto se establece un monólogo que quiere transmitir a su querida Claudia, con el intento de hacerle ver las diferencias sociales existentes en todos los lugares del mundo, ahora son las que observa en esta isla, tan palpables, donde las casas y las calles son decrépitas, y pide soluciones para que se trabaje y exista un mundo mejor y más humano. La evocación de la nieta, su cándida belleza y su sonrisa están muy presentes en los primeros poemas del libro, y el poeta con su voz, pasada a grafías, va mostrando escenas familiares.
La descripción es constante en Manuel Quiroga y así, nos ofrece escenas multicolores donde cobran protagonismo el mar, el olor característico de La Habana, el azul de su cielo, la bahía, los muelles, las luces, barcos… Las aves, solidarias con esta visión del poeta, cruzan veloces y cantan, mientras los niños, a la antigua usanza, entonan patrióticas canciones antes de entrar a las aulas, y así dice a Claudia: “En la Habana todo nos deslumbra, nos habla de un pasado de nieblas, de un futuro de soles”. Quiroga usará con cierta frecuencia, los vocablos parques y trenes, tan necesarios para, con los primeros, llenarse de vida, luminosidad, alegría, flores, aromas y múltiples sensaciones, donde las aves anuncian las estaciones del tiempo y amenizan las tardes apacibles con sus ritmos marcados. Por otra parte, los trenes le son necesarios para trasladarse a lugares presentidos, pasear la vida, ocupar el ocio y la contemplación de la belleza, y visitar ilusionado la isla, Cuba, con toda su carga de historia y realidades. El abuelo-poeta viaja, observa, se nutre de paisajes, de estampas florales, vive y nos cuenta, más bien, va contando a Claudia los murmullos de la noche, el caminar de los vientos que acarician o destruyen. También le habla de hadas buenas y malas que ella, en sus pocos años, no alcanza a entender.
El segundo espacio que escoge Quiroga, para seguir dialogando con Claudia, es Viñales (Pinar del Río) el poeta siente la necesidad de confesarle su amor y le dedica un soneto, una de sus estrofas lee: “[…] Me detengo en tus ojos y en tu frente/nada existe sin ti, tú ya lo sabes./Tu recuerdo es la cosa más amada.”
Subido en esos trenes, Quiroga, va contemplando, describiendo, la belleza de los prados, el frescor de la hierba y de los ríos, las plantaciones de plataneras, todo un paisaje bucólico lleno de vida y colorido para, finalmente, decirle a la nieta: “En este valle verde de Viñales, Claudia mía,/encontramos la paz que no hay en otra parte”.
Prosigue el viaje, su estancia en la isla, desgranando los meses y se para en mayo, tiempo de nacimiento de Claudia, y le dice: “Naciste un Dos de Mayo y no hay olvido…” para, una vez superado este pensamiento, continuar sumergido en todos los paisajes y circunstancias posibles de la isla, Cuba. Habla-escribe de gallos, ciudades con sus lluvias, de futuros, de los trenes de Guantánamo, de olores frutales. Cierra esta primara parte, bajo el título de “Isla”, con el poema “Un olor a manzanas”.
Con esa descripción poética, que caracteriza a Manuel Quiroga, es fácil convertirse en su compañero de viaje y compartir los paisajes y emociones que nos va trasmitiendo, como hará, sin duda, esa niña tan querida, Claudia, cuando alcance algo de mayoría y lea ‘su libro’. A fecha de hoy (2018), ya podrá hacerlo perfectamente.
Antes de introducirnos en el siguiente apartado de esta obra, “País de colibríes”, Quiroga quiere dejar bien claro que, “Claudia nació en Madrid el 2 de mayo de 2006. Sigue creciendo”. Ha pasado el tiempo y el abuelo-poeta quiere rendir homenaje a su otra nieta, Martina, a su esposa, amigos y familiares y emplea el mismo cauce, los mismos recursos: el poema, los versos, los viajes, el continente americano (en esta ocasión México y sus ciudades) y da rienda suelta a su creación. “País de colibríes” nos sitúa, en su comienzo, en un grato ambiente musical con el poema “Bach y las nubes”, y así se pronuncia: “[…] El tren de acero avanza solemne hacia la tarde;/Bach pervive en el viento, huye de los ocasos,/sobrevuela las aves y evita asteroides,/descubre geografías en las aguas azules,/ilumina el camino de todas las nostalgias. […]”
Inicia un nuevo viaje &ldquo
;Hacia el oeste”, ahora el paisaje es distinto, también la vida que observa es diferente de la de aquella bulliciosa Cuba. El poeta sigue con sus trenes, los que le llevan a hermosos parajes y a percibir nuevas fragancias, y escribe: “Por las mañanas llegan impresionantes/con su carga de flores y música de árboles”. Sus poemas siguen siendo descriptivos y llenos de vida. Quiroga es, sin duda, un excelente compañero de viaje; “Isla/País de colibríes”, en su totalidad, es: admirado jardín, luminoso mar, belleza de parques, rumores de aves, iglesias, locomotoras, música, torres de cometas, colores, naturaleza y sobre todo, un canto a la familia, la amistad; no falta un bello y sentido recuerdo para Pilar, “[…] Pilar sigue ensayando clásicas melodías, /bellos itinerarios de otoño y pentagramas/como si dirigiera sus pasos a algún bosque/y quisiera vivir las calles, plazas, fuentes/de la ciudad dorada que siempre es Guanajuato”.
En este nuevo recorrido, en este viaje, sigue existiendo una gran añoranza por sus niñas, Martina y Claudia, que se hace presente en múltiples poemas como en el titulado “Hacia vosotras”, donde se percibe el regreso junto a ellas y así, el poeta canta: “[…] Vamos hacia vosotras, a la vida,/a los espacios libres de naufragios,/al lugar en que habitan las gaviotas, […] Lo demás queda ahora lejos, lejos;/tan solo nos importa el abrazaros”.
Manuel Quiroga en este libro, que se hace homenaje a sus nietas, al final puntualiza:
“Martina nació el 1º de septiembre de 2015. Su hermana Claudia está a su lado”.
Podemos afirmar que leer a Quiroga es viajar, tener muy atentos los sentidos, entrar de su mano en el mundo de la contemplación, saciarse de todo lo hermoso que nos ofrece la Naturaleza y amar, amar a lo/los que tenemos cercanos.
Encarna León
Delegada Territorial de ACE-Andalucía por Melilla
Leo, libro ilustrado de Esther García
LEO, un álbum ilustrado para todas las edades de María Esther García López
Por David Fueyo
Autora: María Esther García López
Ilustradora: Yin Lai Trinidad Ng
Un libro de literatura infantil ha de levantar al lector de su asiento y hacerlo volar, visitar lugares increíbles e invitarlo a que cuando cierre sus páginas luego sueñe que vuelve otra vez a volar.
Esto, tan sencillo a priori, en la práctica es muy complejo de llevar a cabo. La mentalidad del niño lector es enrevesada en cuanto a que sus gustos y esquemas mentales no son los mismos que los nuestros, los de los adultos. El escritor del género ha de saber escuchar y mirar a través de los ojos de los niños que le rodean y simplemente dejar que las historias fluyan.
Con esta premisa es con la que Esther García ha escrito “Leo”, un álbum infantil ilustrado que invita a soñar, a volar y a visitar parajes increíbles montados en una pompa de jabón. Esther lo ha tenido fácil. Se ha sentado al lado de su nieto Leo Formaríz de siete años de edad y ha escrito una historia que entre los dos quisieron una vez vivir. La magia de los libros hace posible todos los sueños, y por eso el deseo de Leo se hizo realidad en esta cuidada edición ilustrada con elegancia y colorido por la artista y diseñadora dominicana Yin Lai Trinidad.
Cuando hay un feliz encuentro como ha sucedido en Leo los resultados son así de gratos y bien llevados a cabo. Por un lado la inspiración del pequeño Leo, por otro la delicada pluma de Esther contando historias para los más pequeños, a ello se suma Yin Lai con unos dibujos que representan muy bien el mundo infantil sin alharacas técnicas ni purpurinas. A ello se suma la cuidada edición de “El Sastre de los Libros” que comienza con este título una colección de cuentos infantiles en tapa dura garantizados por cien años. A esta fiesta literaria ha de sumarse el lector, niño o adulto que se acerque a Leo y lo haga volver a volar, ya que la historia está pensada para ser contada y escuchada además de para ser leída en castellano o en llingua, dado que se trata de un volumen con el texto bilingüe ideal para que los niños y niñas aprendan sus primeras palabras en asturiano. Así que ya sabe, lector, abra estas páginas y súmese a esta fiesta de sueños hechos realidad donde los Nuberus tiran besos y en Nueva York nos recibirá un ratón. ¡A disfrutar!
David Fueyo
LibrOviedo
El miércoles, 9 de mayo, la feria del Libro de Oviedo LibrOviedo dedicó el día a la Asociación
A las 6,30 Virginia Gil presentó el poemario OBJETIVOS BLANDOS, acompañada de Ernesto Colsa y Rosa Cordero
A las 7 horas leyeron textos diversos autores de la AEA en un recital con acompañamiento musical

Y a las 8,30 Armando Murias ibias presentó su novela EL VIAJE DE ABRAXAS, acompañado por el escritor Alberto Polledo

Reseña del último libro de Paco Velasco
. Francisco Álvarez Velasco. Gijón. La Buena Letra. 19.4.18
Por Aurelio González Ovies
Este libro que Paco Velasco nos brinda sirve ante todo para demostrarnos, una vez más, la magnífica capacidad del autor para la recreación poética del lenguaje del niño, trabajando siempre con natural brillantez el ritmo y esas elementales estructuras típicas de la lírica ‘romántica’ más rica y las conocidas cantinelas de todos los tiempos.
Engarzado con ingeniosa habilidad e Ilustrado con mimo y con una belleza tierna e inocente, esta perfecta y polifónica conjunción se amolda a todas las clasificaciones que suelen hacerse de este tipo de literatura, por llamarla de alguna manera, popular. “Tres tigres per un trigal”, además de ser un trabalenguas rimado, en su mayoría en hexasílabos, es susceptible de convertirse en un cantar de amor, un cantar de naturaleza, una endecha de faena, una letrilla de fiesta y juego o hasta un cantar humorístico.
Es además una copla unitaria, que a la par que comporta gran carga psicológica, al modo de las mejores piezas de antaño, nos habla de las épocas de la vida humana, de la historia acotada de un ciclo anual: primavera de alegría y goce, verano de catástrofe y otoño-invierno de esperanza. Una historia infantil, y por infantil quiero referirme a oral y por oral quiero que entiendan aquello que es irreductible ni clasificable por edades (niñez/madurez), pues su edad es la que corresponde a la fantasía o la imaginación.
Un libro, ya lo comprobarán ustedes, que ha de servirnos en contextos muy distintos y con fines muy diferentes: mudarse en nana, utilizarse como adivinanza, interpretarse como canción escenificada o por supuesto valernos de trabalenguas, su aspecto primerizo. Una composición, en cualquier caso, que nos pone tanto en el lugar del niño que escucha como en el del mayor que narra, entablando entre ambos una real y eficaz comunicación. Todo un ejercicio intelectual, y en cada ilustración un hechizo naïf con constantes juegos de palabras que nos magnifican los campos significativos y nos compilan expresiones sonoras de ilógica significativa. Léanlo, obsérvenlo, pues como les comentaba, en cada pincelada de Josefina Junco fluye como un ambiente de sueño indígena, como la sensualidad misma de la naturaleza, como la armonía intacta de los primeros visos de la infancia. Paco nos adentra e inaugura, con estos tigres mutantes, en la lírica popular moderna.