Inicio Blog Página 62

Presentación de La Regenta de Clarín en edición digital. 03/06/2013.

 

Presentación de La Regenta de Clarín en edición digital
 
 
Lunes, 03 de junio de 2013, 20:00 horas
Club Prensa Asturiana (La Nueva España), Oviedo.
 
Participan: 
Andrés Amorós, autor del prólogo y notas
José Luis García Martín, crítico y director de la revista "Clarín"
Liz Perales, editora de Bolchiro
 
 

 

 

La aventura de cantina de Nel.lo y la Banda del Zoco. Por Lauren García. 01/06/2013.

 

El sentido ferviente de la existencia

La aventura de cantina de Nel.lo y la Banda del Zoco

Por Lauren García

 

El virus inefable del rock and roll contagió a Dani Nel.lo desde muy joven formando parte del grupo mítico Los Rebeldes. Pasajes coronados de saxo y armónica que configuran buena parte de la historia del rock español le pertenecen. Pero a finales de los 90 a Dani Nel.lo le atraía explorarse como artista y perfilar el filón de su personalidad. Así nacía enclavado en Barcelona Nel.lo y la Banda del Zoco; henchido de matices mestizos y olor irrefrenable a barrio.

La primera entrega del grupo Derechito al infierno es un catálogo autoafirmativo de propósitos y pasiones desheredadas. Rock hecho de cariz heterogéneo que vira desde la rumba a Santana o la canción mediterránea. Para la banda Nel.lo recluta a Enric “Nota” Parés a la batería y Jorge Rebenake al piano, instrumento que con su trasfondo inquietante será uno de los sinónimos del grupo. Para las letras Dani mostrará su sentido ferviente de la existencia junto a Jorge Soto. Derechito al infierno producido por Jaime Stinus es un disco atrevido con todo el descaro de la verdad como descubre el primer corto homónimo. Así se  retrata con intensidad el querer romper la angustia monótona que produce la ciudad en “Palabras vacías”: “En medio de una reunión de cuervos/ de manos largas y negro azabache/ conspiran sentaditos en corro/ cómo robar de tu pecho ese broche”. El órgano parpadea orgulloso en el tema  “En la calle” que parece simular un paseo nocturno por las Ramblas: “Me encontrarás en la jungla/de cemento y de cristal/ en un bosque de antenas, hijas del padre invierno”. “Carta a Filippo” evidencia el cruel paso del tiempo que resume el refrán de Santa Rita, el inevitable decaimiento de la vida rematada en frases como: “el silencio por respuesta/ así es difícil soñar”. La canallesca y gandulería bien entendida lo captan perfectamente canciones como “El olor del silencio”: “En todo hombre/ existe un rayito de maldad/ desconfía de quién lo niega/ y aprende a escuchar”. La autenticidad se rebate contra la pozoña de las grandes ciudades: “Busco a un solo hombre/en toda la ciudad/que no tenga precio/y sonría de verdad”. El desarraigo aparece en cortes como “La semilla”, el suicidio en “Blues ingrato” con la frase lapidaria: “El que se quita la vida/ se quita el miedo a la muerte” o las resonancias agrias de la doble moral en “Casino Caín”. El disco se cierra con “Renegado”, que parece un retrato peliagudo del propio Dani Nel.lo en medio del inexorable destino, de las marcas a fuego lento: “Amarilla es la envidia, roja la ira/ ¿de qué color la traición?”.

En 1999 llega Crápula, su segundo disco, como un merodeo descorazonador por el Raval se abre la obra con “Pura vida”, canción sustentada en el imponente saxo de Dani Nel.lo como motor; la letra ejerce de nuevo en manifestar la sabiduría popular: “Pura vida, vidilla/ que te llevas las grandes/deja las chiquillas”. En esta nueva entrega el grupo  ahonda en la jerga de la calle tan variada y locuaz para expresar canciones de  marinero que escapa de la tormenta y recoge las perlas del naufragio como bien se  muestra en  “Carita de ángel”. Aparece de nuevo la Barcelona del barrio chino y el Puerto en la incansable e insaciable búsqueda urbana que se refleja en el tema Crápula: “Colgado de tu cuello/como un viejo amuleto/crápula se pierde en el silencio/ de una cama por hacer”. Radiante es la atmósfera musical que se consigue en “El médico del miedo” donde brilla el acordeón de Rebenaque y el estribillo atropella las dudas: “No  hay médico pal miedo/linda y esbelta muchacha/ donde hay mucho sentimiento/ también hay mucho dolor”. Los personajes que retratan mancillan el destino que les tocó en suerte teniendo muy presente el azar y la superstición, otro de los símbolos del grupo manifiesto en canciones como “La balada de Juan y María”. Las relaciones humanas son de entrega pero abandonadas al lado visceral del corazón: “iré de prisa a ninguna parte/olvidando tu forma de amar/yo seré el faro que engañé/ a todas las sirenas del mar” grita “Cánica oscura” en medio de una atrayente melodía. Crápula destila arrebatos de buena música como un tequila entrometiéndose en el paladar y alusiones a Confucio o el boxeador Mano de Piedra Durán en temas como “Tramposa”, “No más”, “23 cucarachas” o la elegía declamatoria de amor perdido que se zanja de un plumazo que es “Cupido asesinao”: “Sólo nos queda el desierto/ leguas de sequía/ manos llenas de malicia/ y un cupido asesinao” . “La apuesta” redondea el disco emulando las longevas canciones de bar de ebriedad malentendida y enmarañada: “Desnuda está la espalda/ de quien no tiene amigos/ cantaba un lobo borracho/ buscando pelaza conmigo”. Por si quedará algo en el tintero Nel.lo y la Banda del Zoco rematan con una versión del clásico “Rascayu”.

A parte de estos dos discos la banda colaboró con sus personalísimas versiones en Cántame mis canciones, disco homenaje a Jackson Browne con “Linda Paloma” y en el de Elvis Presley Tributo al rey con Polk Salad Annie. Desde entonces Dani Nel.lo ha grabado discos  de blues y jazz y continúa paseando su saxo por los garitos. Las canciones de Nel.lo y la Banda del Zoco simulan la compañía de un cómplice recién conocido en una noche de  farra, y nos hacen pensar que por una vez la vida está de nuestra parte.

 

Lauren García es periodista y escritor.

 

Entrevista a Josu Monterroso. Por Armando Murias. 27/05/2013.

 

Entrevista a Josu Monterroso

«Mis libros son los mejores testigos que puedo tener de mi vida»

Por Armando Murias Ibias

 
Josu Monterroso (Bilbao, 1980), colaborador en diferentes medios de prensa desde su adolescencia, publica su primera novela a los diecisiete años (El eco de un te quiero). Lectores, crítica y prensa acogen la obra con buen agrado. Meses después, se edita el poemario El regalo de un ángel. Tras casi trece años de silencio literario, regresa en la primavera de 2012 con Hasta donde tú me lleves, una antología de relatos frágiles donde la belleza rota de sus historias no deja indiferente al lector. Este mismo año publica la novela Dormitorios de colores, una obra basada en hechos reales, donde Monterroso desvela los malos tratos y vejaciones en los preventorios antituberculosos infantiles posteriores a la guerra civil, muy elogiada, y que las víctimas defienden como una obra de referencia de lo que fueron sus vidas. Forma parte de la Asociación de Escritores de Asturias. 
 
—Naces en Bilbao, vives en Extremadura, Madrid, Londres, Ibiza y otros sitios, hasta que recalas en Oviedo. ¿Qué te detiene aquí? 
Me detiene su magia, su arquitectura, su gente. Asturias es especial, si le preguntas a cualquier turista que venga a conocerla te lo confirmará. Sé de qué hablo justo por ese peregrinaje mío. Viajar ha hecho que crezca como persona y como artista. Siempre aconsejo leer y viajar, son dos pilares fundamentales para comprender el mundo.
 
—Empiezas a escribir muy pronto, con 17 años publicas El eco de un te quiero (1997), una novela sobre la búsqueda del amor, con la supervivencia en plena guerra civil de fondo ¿Qué motivo te condujo a la creación literaria? 
Dime de algún adolescente que no haya escrito… o deseado escribir… una frase de amor o de tristeza. De ahí a tomarlo más en serio es sólo un paso; a mí me dio fuerte, y también di fuerte ese paso, supongo. Siempre estuve muy relacionado con el arte, había hecho mucho teatro y cuando me cansé de pasar frío sobre las tablas [risas] comencé a dirigir obras teatrales, entonces tenía diecisiete años, mi propio programa de radio, colaboraba con la prensa etc. Comprendí que mi camino era el arte y que, para colmo, las cosas nacían sin esfuerzo, de un modo natural y solían salir bien. Únicamente tenía que decidir hacia dónde dirigirme, enfocarme, y como nunca había escrito un libro pues eso hice, lo mío son los retos, una vez hecho y cuando no tuve nada más que contar me retiré del panorama literario.  
 
—¿Cómo podías etiquetar tu época infantil y adolescente? 
Visto desde mi presente: una época feliz e ingenua de la que no fui consciente. No sabía que era tan feliz ¡Ojalá alguien me lo hubiese dicho en aquel momento!
La infancia, quizá, fue solitaria, solo recuerdo a mi hermana en mi día a día y a algunos amigos del pueblo donde veraneábamos con mis abuelos, pero tenía un mundo interior tan inmenso que nunca llegué a aburrirme, no recuerdo un momento de tedio o simpleza, mi imaginación lo llenaba todo y arrastraba a todos también.
            Mi adolescencia fue desconcertante, no entendía absolutamente nada y no encontraba a quien me lo pudiese explicar, no había un punto intermedio donde reposar y tomar aliento. Fui un extraño para mí mismo. Todos mis amigos, compañeros de instituto, de mi quinta, tenían muy clara la vida en el pequeño pueblo extremeño pero yo no conseguía vislumbrar ninguno de esos planes, ni emocionarme con ellos. No había pasión en mí. Durante años no supe qué hacer ni hacia dónde caminar y, en el fondo, era porque intuía que había más, muchísimo más… la vida podía ser eso que me rodeaba (y que estaba bien, por supuesto), pero no podía limitarse a ser solamente eso.  
 
—¿Traspasas algún aspecto de tu vida personal a la escritura? 
Escribo para recordar, mis libros son los mejores testigos que puedo tener de mi vida. Yo soy todos mis personajes, soy todos los lugares y actos. Y, de pronto, me enfado conmigo mismo por cualquier memez y me juro y perjuro que lo que escribo no tiene nada que ver con mi vida [risas]. ¿Es un sacrilegio literario? Puede ser, pero siempre me imagino de anciano (es un buen ejercicio mental, ayuda a dormir con la conciencia tranquila y ver las cosas con distancia). Cuando ese momento llegue me gustaría estar rodeado de mis libros para que me recuerden quién he sido y de qué manera he recorrido mi camino vital.  
 
» Cuando escribes realidad

es imprescindible ser fiel a dicha realidad   
 

 —Más tarde llegó el libro de relatos Hasta donde tú me lleves, en el que más que personajes hay supervivientes. ¡Mucho más tarde, trece años de silencio! Una vez, leí a Eugenia Rico algo así como que “nunca te fíes de las personas que sonríen por cualquier cosa y que están siempre felices, no es que sean divertidas o superficiales, es que saben qué es el dolor”, me atrevo a añadir… saben que es el dolor, pero el de verdad, el que te sigue mordiendo cuando a ti ya ni te importa porque ni siquiera lo sientes. Una mañana te despiertas, te miras al espejo y eres consciente de que estás en mitad de una guerra que ha durado años y aún quiere más de ti. Es ese momento, siempre existe ese momento, una encrucijada en la que debes decidir si continúas o te rindes. Me interesaban los personajes que decidieron continuar; la rendición ya sabemos todos cómo termina, con el suicidio o el abandono completo, pero la otra opción es un misterio, la fuerza del ser humano no tiene límites. 

 
—Y por último, Dormitorios de colores (2012), una novela donde se critican las vejaciones que sufrieron niños en los preventorios antituberculosos durante los años sesenta. ¿Qué importancia tuvieron los testimonios de las víctimas en la escritura?
Una importancia vital, sin duda. Cuando escribes realidad es imprescindible ser fiel a dicha realidad. Ellas vivieron ese momento histórico, solo ellas la conocen. Tú y yo, como escritores, podemos echar mano de una base literaria para construir una parte de la historia, hacer un ejercicio de escritura y de imaginación o empatía, pero no estuvimos allí, por lo tanto nuestro trabajo cojearía: sería incompleto.
Mis hadas madrinas (como las llamo) fueron muy generosas en cederme sus testimonios, sé que fue difícil para ellas recordar el preventorio. Dormitorios de colores ocupa un lugar tan grande en mi corazón, he aprendido tanto de esta novela, de esas mujeres valientes, generosas, divertidas, llenas de luz y sin un ápice de rencor. Estoy deseando que llegue la feria del libro de Madrid nada más que para volver a reunirme con ellas. Las adoro, son mi debilidad y me cuidan muchísimo. Es mutuo, una vez recorrí setecientos kilómetros por conocer a algunas de ellas… para mí, eso es una intención de amor y respeto. 
 
—En términos generales, ¿se puede decir que haces una literatura basada en la experiencia o es pura ficción?
Dormitorios de colores es una novela construida con recuerdos, a caballo entre el pasado y el presente de la protagonista. El presente es mi aportación literaria, la historia que me apetecía narrar, pero el pasado, ese pasado, aún con toques literarios para hilvanar la novela, les pertenece a ellas, debía ser inalterable a sus testimonios. 
 
—¿Con qué escritores vivos te sientes más identificado?
Con ninguno. Pueden gustarme ciertos libros más que otros y tener mis autores favoritos pero sentirme identificado… creo que aún no he encontrado eso. Tampoco lo busco, la verdad, y no creo que me llegue a suceder. Sería ridículo que siendo escritor te encontraras en un libro ajeno, pudiendo construirte uno para ti, si te encuentras en un libro de otro es porque no te conoces muy bien (risas). Es lo que te comentaba antes de imaginarte siendo ancianito, yo quiero que me rodeen mis libros que me contarán (entre líneas) mi vida no la de otro escritor. 
 
—¿Y de los muertos?
Tampoco me identifico con los autores que ya no están. Siento una gran admiración, más que por los vivos, su tiempo fue más difícil que el nuestro con respecto al arte, pero nada más.  
 
» A las Administraciones les pido apoyo,
solo apoyar
 
—¿Hay un libro en especial que te haya dejado una huella imborrable?
¡Muchísimos! No podría enumerarlos, aprendo con cada libro, unos me marcan de una manera y otros de otra diferente, a veces te tocan el corazón, otras el alma, el cuerpo incluso, y siempre la mente. 
 
—Ahora que terminó el invierno, ¿qué balance puedes hacer de esas tertulias que promoviste en La Consistorial La literatura en invierno?
Fue una idea que Marta Magadán (Ediciones Septem) soltó al aire y yo no dejé escapar, tiempo después me estaba reuniendo con ella para hacerla tangible, sumamos a Trabe, a la prensa, y empezamos a construir Literatura de invierno. Una experiencia única. Juntar a editores, autores y a la gente que tenía necesidad de descubrir, leer, saber. Lo más importante fue el público, sin duda, a veces es mejor que participen 30 personas de verdad, interesadas en saber, en preguntar, en conocer tu obra y a ti, y seguirte el resto de tu carrera, que 300 invitados a un evento casual. Yo acudo todos los días a la biblioteca, nunca he visto más de cincuenta o cien personas (risas) por algo será ¿no crees? Lo que sí sé es que las que están en ese momento en la biblioteca es por una causa buscada, necesaria, justificada, por algo bueno, en definitiva.
Fue una suerte participar porque era un proyecto único e innovador, y se hizo con tantas ganas e ilusión. Me unió a Marta Magadán, a quien no conocía aunque yo estaba deseando colaborar con ella desde tiempo atrás porque mi círculo más íntimo hablaba maravillas, y así fue, me demostró ser una gran profesional. Lástima que terminara, ojalá algún día regresara y esta vez pueda acudir pero eso sí… en calidad de invitado.  
 
—¿Cuál va a ser la próxima publicación?
Pues si me hubieras preguntado hace dos semanas te hubiera contestado que novela, pero ahora ya no lo sé. Por suerte tengo varias colaboraciones con distintas editoriales, y no sé qué libros irán saliendo antes al mercado. Vivo un momento único, soy consciente de ello y estoy agradecido, me siento muy mimado por las editoriales de este país y por sus profesionales del sector.   
 
—¿Cómo ves la creación literaria en Asturias?
No conozco a todos los artistas porque llevo pocos años asentado en Oviedo pero la encuentro apasionante. Quizá algo descuidada por las instituciones pero cuándo no ha sido así si de cultura se trata. Tanto esfuerzo ya de por sí me llama la atención ¡Tanta pasión! Adoro la energía de ciertos autores a los que ya considero mis amigos, me impresionan ciertos editores por su transparencia y otros por sus medias tintas, otros por su oscuridad que de eso también hay en este negocio pero todo, y a veces hasta mezclado, es pasión, pasión por sobrevivir y ya sabes que yo soy de personajes que eligen sobrevivir. En Extremadura, por ejemplo, es una creación diferente, más sosegada y esquematizada, quizá; o estás dentro o estás fuera pero nunca estarás a medio camino. Aquí hay autores que pueden escribir un único libro en toda su vida y se los reconoce por ello; eso me sorprende gratamente. 
 
—¿Y el mundillo literario (tertulias, asociaciones, premios, etc.)?
Si no hay una razón que me apasione no suelo acudir a tertulias literarias y, a medida que me hago mayor, me cuesta más apasionarme. No es mi objetivo como escritor. Pero creo que hay poco y lo poco y bonito que se hace apenas tiene repercusión ¿Premios? No he sido un escritor de certámenes, cuando he querido publicar un libro he tenido la suerte de hacerlo así que nunca me he preocupado mucho de ganar premios, me he preocupado de ganar lectores mejorando mi trabajo en calidad, promoción e imaginación, pero carezco de información al respecto, no puedo contestar. En cuanto a asociaciones, tuve la suerte de colaborar con Literástur, aprendí muchísimo y me trataron maravillosamente, poco más sé al respecto. 
 
—¿Qué echas en falta en Oviedo?
¡A mi familia! ¡A mis amigos de toda la vida! A la ciudad no le echo nada en falta, adoro Oviedo, no puedo remediarlo. 
 
—¿Qué le pides a la Administración local y autonómica?
Apoyo. Les pido solo apoyar, no grandes eventos sino un simpe banner o anuncio en un fanzine, un apoyo a los editores locales, una mano en el hombro, un palmazo, un sentir que están con nosotros. 
 
—¿Y a la AEA?
Lo cierto es que soy bastante gato en este aspecto, quizá porque la escritura es un ejercicio en solitario. Tengo muy limitados los artistas o periodistas que me rodean porque me entristece equivocarme, confundir lo escrito con el escritor, al cantante con sus canciones, al actor con el rol interpretado, etc.
            Le pediría que tuviese paciencia conmigo porque esto es nuevo para mí. Necesito comprender que ahora pertenezco a un conjunto. Pero espero que hagamos muchas cosas interesantes que podamos recordar con un buen sabor de boca el día de mañana, encontrarnos y que sea para bien, que sea porque fluye de un modo natural. Eso espero, ilusionado. 

 

Bibliotecas escolares, lectura y educación, de Juan José Lage Fernández. Por Carmelo Fernández Alcalde. 22/05/2013.

 

Imprescindible para educadores y bibliotecarios, para todos 
  
Bibliotecas escolares, lectura y educación,  
de Juan José Lage Fernández  
(Octaedro, Barcelona, 2013)
 
 
 
Juan José Lage Fernández, fundador y director de la revista Platero, Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2007, colaborador habitual de prensa y radio, ha ejercido durante muchos años su magisterio como maestro y bibliotecario en diferentes centros educativos de Asturias, además de haber publicado numerosos artículos e impartido diferentes cursos relacionados con la animación a la lectura y la literatura infantil y juvenil.
 
Fruto de su dilatada experiencia profesional, publica en la editorial Octaedro Bibliotecas escolares, lectura y educación, un libro, y ya es el cuarto en su bibliografía, que aborda los temas que han marcado su quehacer a lo largo de más de treinta años: la literatura infantil y juvenil, las bibliotecas escolares, la animación a la lectura y la narración oral.
 
En el primer capítulo, a lo largo de varios artículos, el autor se centra en temas tan interesantes como los Libros malditos o repaso a la historia de la censura en los libros para jóvenes a lo largo de los siglos, Los Premio Nobel de literatura y los niños o, por ejemplo, Bestiario infantil o la importancia de los libros de animales para los niños.
 
Dedicado a las bibliotecas escolares, en el segundo capítulo sugiere numerosas iniciativas y actividades prácticas para lograr despertar o afianzar en los alumnos del centro educativo la pasión por los libros. No hay que echar en el olvido que, como recuerda el autor, las bibliotecas escolares son la eterna asignatura pendiente del sistema educativo español.
 
En el tercer y último de los capítulos, pueden leerse algunos estudios como, por ejemplo, los titulados Arte y oficio de contar, en el que hace un repaso a las pautas para llegar a ser un buen narrador; o Doce mandamientos para animar a leer, una breve relación de normas a tener en cuenta a la hora de enfrentarse a la noble tarea de la animación a la lectura.
 
Finalmente, el libro incluye tres apéndices. El primero de ellos contiene una relación de los mejores álbumes ilustrados del siglo XX. El segundo es una bibliografía que, agrupada por temas, va destinada a los profesionales interesados en la literatura infantil y juvenil. Y el último de los apéndices recoge, a modo de diccionario y agrupadas en bloques, una extensa y muy interesante relación de citas literarias.
 
Bibliotecas escolares, lectura y educación es un libro no solo imprescindible para educadores y bibliotecarios, sino también para todos aquellos que estén interesados en sumergirse en el apasionante mundo de los libros y la lectura para los más jóvenes.
 
No conviene olvidar que “la infancia es la patria del hombre” y que, como decía Charles Dickens, salvado por sus lecturas de infancia, “todos los niños nacen con el don innato de la curiosidad que, si no se excita, se desvanece”.
 
 
Carmelo Fernández Alcalde es maestro y escritor.

 

Exposición de pintura: Álvarez Cabrero en FALCÓN Espacio Creativo. 24/05/2013.

 

EXPOSICIÓN DE PINTURA: ÁLVAREZ CABRERO

Inauguración de FALCÓN Espacio Creativo

Presentación-lectura del libro Mensajes de un mundo dibujado
 
Viernes 24 de Mayo – 20:00 h.
Oviedo (C/ San Melchor, 15)

 

El próximo viernes 24 de Mayo, a las 20 horas,se inaugura en Oviedo un nuevo espacio cultural y artístico. Un lugar donde acogerá diversas actividades relacionadas con el arte y vinculas a otras disciplinas, como la literatura o la música. Cuenta con varios artistas que forman parte del proyecto y que serán la base del desarrollo artístico y cultural de la sala. Todo ello dirigido por Lucía Falcón, que se encargará de seleccionar la programación, tanto dentro como fuera del espacio. 

Lucía Falcón, Licenciada en Historia del Arte, lleva trabajando desde hace un año en el proyecto LocalizARTE,formado por artistas, que se encontraba en el mimo lugar. Después de un año toma las riendas del proyecto dándole una visión más amplia y apostando por artistas de la capital asturiana.  

Toño Velasco estará cada martes y jueves dirigiendo los talleres de dibujo y pintura. En la actualidad forma a unas 20 personas en las técnicas relacionas con las Bellas Artes.  

En Falcón espacio creativo se establecerá el taller de trabajo del pintor Juan Falcón. Un punto de encuentro con el artista, donde se podrá visitar y ver sus últimos trabajos. 

La escritora Susana del Llano llevará a cabo los talleres infantiles para niños y niñas bajo el nombre de “Fabulosa fábrica de libros”, un programa educativo que aúna el arte y la literatura. 

Cada mes Falcón espacio creativo programará actividad es, todas relacionas con el arte y la cultura, partiendo de que son los propios artistas quienes se dirigen al público, mostrando directamente sus creaciones. 

También el espacio se encargará de organizar los encuentros de artistas que se celebran cada mes en la plaza del Paraguas. Una exposición del arte en la plaza, que reúne todos los meses no solo a artistas con la una trayectoria consolidada, sino también a los que están empezando sus carreras y buscan un espacio donde exponer y mostrar sus obras. 

Para dar un buen comienzo a este proyecto, con sello de Oviedo,se contará con la exposición del artista plástico Álvarez Cabrero. Dicha exposición ofrecerá un recorrido por su obra pictórica, una muestra del arte de Cabrero que nos lleva a escenas de la vida de la ciudad, en las que muchas personas nos sentimos por unos segundos identificadas.  

Se cerrará el círculo de la inauguración mediante la lectura de algunos textos publicados en Mensajes de un mundo dibujado, volumen editado por Septem y coordinado por el escritor Antonio Valle. Se trata de un libro en que 32 escritores y escritoras escribieron alrededor de 15 dibujos de Cabrero. Arte y literatura se funden, pues, en una ciudad vista con los ojos de ÁLVAREZ CABRERO.

 

Juan José Lage Fernández presenta Bibliotecas escolares, lectura y educación. 23/05/2013.

 

Juan José Lage Fernández

presenta

Bibliotecas escolares, lectura y educación

Jueves, 23 de mayo de 2013; 20 horas.

Club de Prensa Asturiana (La Nueva España)

C/ Calvo Sotelo, 7

Oviedo

 

  

Prólogo, de Borja Fernández. Por Víctor González-Quevedo. 16/05/2013.

 

Destello de amores de pureza juvenil 

Prólogo, de Borja Fernández
(Seleer, 2012)

Por Víctor González-Quevedo

 

Debo decir que no acostumbro a leer los trabajos de autores demasiado jóvenes. A menudo me parece que la gema está aún por pulir –opinión o tal vez juicio previo meramente personal y totalmente rebatible-. Sin embargo, esta obra, titulada Prólogo y escrita por un jovencísimo autor asturiano, Borja Fernández, me ha resultado encomiable de principio a fin. Esta piedra preciosa y filosofal, que su autor sin duda posee, proyecta el brillo o destello de amores de pureza juvenil, sobre todo al comienzo, en curioso –o quizás no tanto- maridaje con su contraparte, que es la muerte, y que en una suerte de estructura circular va despuntándose a lo largo del libro. Prólogo constituye más que un comienzo, es una expresividad realmente depurada y a la vez fresca, una obra contrastiva de los estados de conciencia y sentimiento que puede experimentar un ser humano. Para ello, Borja Fernández se sirve de la alternancia entre poemas y relatos, y aunque lo cantado y lo narrado adoptan diversas formas, hay una coherencia fundamental en la obra. ¿Por qué? Porque en ella se canta y se relatan los temas primordiales de la humanidad: el amor o su carencia, la muerte, el dolor, incluso la locura es abordada por el autor.

A modo de ejemplo, en “Testigo reflejo” hay indicios de una sutil penetración psicológica, en una sucesión de instantes inmortalizados en secuencia. “Peces de aguas claras” es un panegírico tan bello como doloroso del alcohol y la caricia, aquello que encandila al hombre. “El loco que quería volar”, por su parte, recupera al mejor Brecht pero magníficamente reformulado y muy hábilmente insinuado, un relato tan existencial como simbólico, con una sombra oscura pero liberadora acechando como cortinaje de fondo. Hay más relatos de interés, como por ejemplo “Aléjate del sillón”, donde el onirismo y el dolor, el sueño y la realidad desembocan en un punto de terrible inflexión al entremezclarse. “Ündan y Ümbrigan” trata el tema de la deidad oculta, en un relato opresivo digno de un Lovecraft.

Esto, en cuanto se refiere a los relatos del libro. En lo tocante a los poemas, apenas sin excepción muestran una línea clara y sencilla, aunque no necesariamente simple. Canciones dedicadas al amor y a la muerte —ora a su ensalzamiento, ora a su desmitificación, como en “Estrofa II”— se intercalan entre los relatos. “Canto a la muerte”, por ejemplo, evidencia atisbos de maestría partiendo de mimbres clásicos, sin resultar manido. Y es que, junto a una aparente –sólo aparente— ingenuidad de los poemas, coexiste una cara oculta con potencial de profundidad.

Como rasgos primordiales del estilo de este autor cabría mencionar la estructura iterativa de las expresiones en algunas de las piezas, francamente conseguida en mi opinión, así como una tendencia a introducir rimas narrativas que en absoluto suenan forzadas o impostadas, sino de manera natural y nunca cayendo en el ripio.

En definitiva, una obra de contrastes, por tanto una obra muy humana acerca de lo propiamente humano pero que no desdeña la indagación metafísica e incluso sobrenatural. Y todo ello con una calidad inusual en un autor de su juventud, que demuestra buenas lecturas y mejor talento y maneras. El libro, si les interesa, está publicado tanto en formato papel como electrónico en la editorial Seleer.

 

 

El negro es la noche, por Fernando Fonseca. 10/05/2013

El negro es la noche
Dejadme que os diga una cosa. Acabo de leer Rue de l´Odeon, hermoso libro testimonial de Adrienne Monnier y otros que la homenajean como sin duda se merece, y os confieso que he experimentado durante el trayecto solipsista de la lectura una sensación impagable por la que el arrobamiento y la confusión de los tiempos, las sensaciones, los afectos e incluso las admiraciones sanas y provechosas me han guiado con encantador don de mando. (Me habrá ayudado escuchar de fondo a Patti Smith interpretando People have the power, poesía beat y lamento punk a partir de la poesía francesa finisecular). 

 

»  os confieso que he experimentado

durante el trayecto solipsista de la lectura

una sensación impagable

 

Como alguien cercana a mí, la Monnier me ha trasladado a cierto estado metafísico de obligada publicidad por mi parte. Pero no me veo capacitado, como el Rey Lagarto, para ofreceros arabescos de electrónica borrachera cabalgando en la tormenta. Así que vuelvo enseguida a la rectitud.

A título de anécdota, diré que la primera noticia que tuve de La maison des amis des livres fue a partir de un malentendido al que me llevó una pequeña agenda, con tapas de piel marrón claro y fuerte olor a tabaco rubio, que se dejó olvidada en cierta cafetería de Oviedo Juan Benet. Me tocó recuperarla y la tuve en casa, eso sí, entregado a la indiscreción de revisarla atentamente; hasta que otro mediador, en este caso fue mi amigo Paco García, al parecer representante de Benet en la Tierra, supo que la tenía yo y me la pidió para, según me dijo, hacérsela llegar a su propietario, que la andaba buscando. Con la urbanidad decadente que me caracteriza y me lesiona, le entregué la agenda a Paco no sin reservas. Allí figuraba, entre otras, una dirección y teléfono de París que me llamó la atención: La maison des écrivains, como todo lo demás escrito, por el propio Benet, con letra muy menuda y a bolígrafo azul. De modo que una ligera confusión de nombres me llevó a descubrir la tienda de la señorita Monnier. Puedo decir que se lo debo a Benet. De inmediato evoqué un punto de encuentro de escritores en París. Todavía no sabía yo que aquel mágico nombre descubierto por mí al azar —el de la librería— respondía a un lugar sagrado situado justo enfrente de Shakespeare and company, de la que ya tenía yo noticia entonces, la tienda de Sylvia Beach, americana que tanto hizo por la literatura europea; entre otros logros, publicar entero por primera vez en Europa el Ulises y recibir en su librería como asiduos a Joyce, Hemingway, Eliot, Fiztgerald, Pound, Madox Ford, Barnes, Beckett y casi todos los arcángeles del modernism, de la lost generation y de mis sueños a voces. Los demás —ángeles de mis sueños susurrados— debían de encontrarse en la acera de enfrente (Valéry, Gide, Romains, Breton, Larbaud, Fargue, Linnosier…). 

 

» Todavía no sabía que aquel mágico nombre

respondía a un lugar sagrado situado

enfrente de Shakespeare and company 

 

Me fío de una librera —Adrienne Monier— que entre otras perlas es capaz de vislumbrar que “el estado de ánimo de los libros es una sonrisa universal”. Que apuesta por Romains y nos enseña el unanimismo, donde inscribe, con certero olfato, a Claudel, en quien percibe antecedentes surrealistas, pese a que éstos —los surrealistas— lo despreciarían con crueldad injustificada, tanto como a Gide (sí, el de Paludes). Que sigue apostando por Fargue o por Reverdy o por Rachilde —de quien nuestro Rubén escribió: “satánica flor de decadencia, mala como un pecado” (v. Los raros)—, y que publicita una hermosa plaquette titulada Bibi-la-Bibliste, incomparable composición que en dos cuartillas —novela minimalista y poemática como ninguna— se eleva con todos los derechos como pieza imprescindible, adelantándose a Dadá (bumbum, bumbum, bumbum) y sirviendo de manifiesto —avant la lettre— para el grupo de los potassons. Su autora era una joven inteligente y digna de todo rescate por nuestra parte, Raymonde Linnosier. Es inevitable, he ahí la literatura francesa que a tantos amamanta…

           

Hace pocos años he leído otro libro de similar factura. En este caso se trataba de los testimonios de Sylvia Beach y sus recuerdos en torno a Shakespeare and company, como ya se dijo, situada enfrente de La maison des amis des livres. Por eso ahora se me ocurre recomendar tres libros para completar una trilogía de la culminada vanguardia literaria parisina. Recupero, pues, París era una fiesta, de Hemingway, y esos dos libros testimoniales —cuyos títulos responden al nombre de la tienda, en el caso de la americana, y al de la calle, en el de la francesa— de dos amigas, vecinas, amantes, confidentes, apasionadas alumnas, eficaces mecenas y locas por los libros y los escritores y las escritoras y las vanguardias (avant garde): Sylvia Beach (la vanguardia anglosajona en Paris) y Adrienne Monnier (la vanguardia francesa en Pa
ris). Por eso hemos de ver la pequeña rue l´Odeon como el pasillo de una casa particular, benefactora y punto menos que celestial, con puertas a ambos lados que dan a habitaciones repletas no tanto de libros como de proyectos e ilusiones que han servido de salvaguarda de una literatura universal e irrepetible por desgracia. Una literatura y una atmósfera. Fue en otro tiempo, lo sabemos, pero se nos ofrece el porvenir, porque estas cosas, mientras estemos vivos, tienen lugar en una espiral llamada Laberinto que gira en nuestro interior. Mientras estemos vivos… Es por eso que el pasillo de la casa pertenece a mi brumoso mundo anhelado, y a esas dos mujeres-madres se lo debo en buena medida.

            En 1955 la Monnier, que padecía el síndrome de Ménière, se suicidó. Un año después nacía un servidor y treinta años después, treinta años atrás o treinta años quietos, surgía el reencuentro en la rue l´Odeon, reencuentro que hoy añoramos con la esperanza de que una eternidad por delante nos permita sustentar la liviana emoción de homenajear entre versos y silencios musicados por Satie a nuestra querida Adrienne la Francesa, como la llamaba cariñosamente Saint-John Perse. Ella lo dijo: «El negro es el negro y la noche». 

Fernando Fonseca es escritor.

 

Fotografía: Joyce con Beach y Monnier. 
 
 

Presentación de Decir deseo, de Pedro Antonio Curto. 7/05/2013

Decir deseo. Pedro Antonio Curto

 

 

 

El viernes 10 de mayo de 2013, a las 21 horas, se presenta en LIBROVIEDO(Plaza Trascorrales, Oviedo), la novela

Decir deseo

ganadora del III Premio Incontinentes de novela Erótica,

de Pedro Antonio Curto,

dentro de la actividad Rimas Eróticas.