El sentido ferviente de la existencia
La aventura de cantina de Nel.lo y la Banda del Zoco
Por Lauren García
El virus inefable del rock and roll contagió a Dani Nel.lo desde muy joven formando parte del grupo mítico Los Rebeldes. Pasajes coronados de saxo y armónica que configuran buena parte de la historia del rock español le pertenecen. Pero a finales de los 90 a Dani Nel.lo le atraía explorarse como artista y perfilar el filón de su personalidad. Así nacía enclavado en Barcelona Nel.lo y la Banda del Zoco; henchido de matices mestizos y olor irrefrenable a barrio.
La primera entrega del grupo Derechito al infierno es un catálogo autoafirmativo de propósitos y pasiones desheredadas. Rock hecho de cariz heterogéneo que vira desde la rumba a Santana o la canción mediterránea. Para la banda Nel.lo recluta a Enric “Nota” Parés a la batería y Jorge Rebenake al piano, instrumento que con su trasfondo inquietante será uno de los sinónimos del grupo. Para las letras Dani mostrará su sentido ferviente de la existencia junto a Jorge Soto. Derechito al infierno producido por Jaime Stinus es un disco atrevido con todo el descaro de la verdad como descubre el primer corto homónimo. Así se retrata con intensidad el querer romper la angustia monótona que produce la ciudad en “Palabras vacías”: “En medio de una reunión de cuervos/ de manos largas y negro azabache/ conspiran sentaditos en corro/ cómo robar de tu pecho ese broche”. El órgano parpadea orgulloso en el tema “En la calle” que parece simular un paseo nocturno por las Ramblas: “Me encontrarás en la jungla/de cemento y de cristal/ en un bosque de antenas, hijas del padre invierno”. “Carta a Filippo” evidencia el cruel paso del tiempo que resume el refrán de Santa Rita, el inevitable decaimiento de la vida rematada en frases como: “el silencio por respuesta/ así es difícil soñar”. La canallesca y gandulería bien entendida lo captan perfectamente canciones como “El olor del silencio”: “En todo hombre/ existe un rayito de maldad/ desconfía de quién lo niega/ y aprende a escuchar”. La autenticidad se rebate contra la pozoña de las grandes ciudades: “Busco a un solo hombre/en toda la ciudad/que no tenga precio/y sonría de verdad”. El desarraigo aparece en cortes como “La semilla”, el suicidio en “Blues ingrato” con la frase lapidaria: “El que se quita la vida/ se quita el miedo a la muerte” o las resonancias agrias de la doble moral en “Casino Caín”. El disco se cierra con “Renegado”, que parece un retrato peliagudo del propio Dani Nel.lo en medio del inexorable destino, de las marcas a fuego lento: “Amarilla es la envidia, roja la ira/ ¿de qué color la traición?”.
En 1999 llega Crápula, su segundo disco, como un merodeo descorazonador por el Raval se abre la obra con “Pura vida”, canción sustentada en el imponente saxo de Dani Nel.lo como motor; la letra ejerce de nuevo en manifestar la sabiduría popular: “Pura vida, vidilla/ que te llevas las grandes/deja las chiquillas”. En esta nueva entrega el grupo ahonda en la jerga de la calle tan variada y locuaz para expresar canciones de marinero que escapa de la tormenta y recoge las perlas del naufragio como bien se muestra en “Carita de ángel”. Aparece de nuevo la Barcelona del barrio chino y el Puerto en la incansable e insaciable búsqueda urbana que se refleja en el tema Crápula: “Colgado de tu cuello/como un viejo amuleto/crápula se pierde en el silencio/ de una cama por hacer”. Radiante es la atmósfera musical que se consigue en “El médico del miedo” donde brilla el acordeón de Rebenaque y el estribillo atropella las dudas: “No hay médico pal miedo/linda y esbelta muchacha/ donde hay mucho sentimiento/ también hay mucho dolor”. Los personajes que retratan mancillan el destino que les tocó en suerte teniendo muy presente el azar y la superstición, otro de los símbolos del grupo manifiesto en canciones como “La balada de Juan y María”. Las relaciones humanas son de entrega pero abandonadas al lado visceral del corazón: “iré de prisa a ninguna parte/olvidando tu forma de amar/yo seré el faro que engañé/ a todas las sirenas del mar” grita “Cánica oscura” en medio de una atrayente melodía. Crápula destila arrebatos de buena música como un tequila entrometiéndose en el paladar y alusiones a Confucio o el boxeador Mano de Piedra Durán en temas como “Tramposa”, “No más”, “23 cucarachas” o la elegía declamatoria de amor perdido que se zanja de un plumazo que es “Cupido asesinao”: “Sólo nos queda el desierto/ leguas de sequía/ manos llenas de malicia/ y un cupido asesinao” . “La apuesta” redondea el disco emulando las longevas canciones de bar de ebriedad malentendida y enmarañada: “Desnuda está la espalda/ de quien no tiene amigos/ cantaba un lobo borracho/ buscando pelaza conmigo”. Por si quedará algo en el tintero Nel.lo y la Banda del Zoco rematan con una versión del clásico “Rascayu”.
A parte de estos dos discos la banda colaboró con sus personalísimas versiones en Cántame mis canciones, disco homenaje a Jackson Browne con “Linda Paloma” y en el de Elvis Presley Tributo al rey con Polk Salad Annie. Desde entonces Dani Nel.lo ha grabado discos de blues y jazz y continúa paseando su saxo por los garitos. Las canciones de Nel.lo y la Banda del Zoco simulan la compañía de un cómplice recién conocido en una noche de farra, y nos hacen pensar que por una vez la vida está de nuestra parte.
Lauren García es periodista y escritor.
Entrevista a Josu Monterroso
«Mis libros son los mejores testigos que puedo tener de mi vida»
Por Armando Murias Ibias
—Más tarde llegó el libro de relatos Hasta donde tú me lleves, en el que más que personajes hay supervivientes. ¡Mucho más tarde, trece años de silencio! Una vez, leí a Eugenia Rico algo así como que “nunca te fíes de las personas que sonríen por cualquier cosa y que están siempre felices, no es que sean divertidas o superficiales, es que saben qué es el dolor”, me atrevo a añadir… saben que es el dolor, pero el de verdad, el que te sigue mordiendo cuando a ti ya ni te importa porque ni siquiera lo sientes. Una mañana te despiertas, te miras al espejo y eres consciente de que estás en mitad de una guerra que ha durado años y aún quiere más de ti. Es ese momento, siempre existe ese momento, una encrucijada en la que debes decidir si continúas o te rindes. Me interesaban los personajes que decidieron continuar; la rendición ya sabemos todos cómo termina, con el suicidio o el abandono completo, pero la otra opción es un misterio, la fuerza del ser humano no tiene límites.
EXPOSICIÓN DE PINTURA: ÁLVAREZ CABRERO
Inauguración de FALCÓN Espacio Creativo
El próximo viernes 24 de Mayo, a las 20 horas,se inaugura en Oviedo un nuevo espacio cultural y artístico. Un lugar donde acogerá diversas actividades relacionadas con el arte y vinculas a otras disciplinas, como la literatura o la música. Cuenta con varios artistas que forman parte del proyecto y que serán la base del desarrollo artístico y cultural de la sala. Todo ello dirigido por Lucía Falcón, que se encargará de seleccionar la programación, tanto dentro como fuera del espacio.
Lucía Falcón, Licenciada en Historia del Arte, lleva trabajando desde hace un año en el proyecto LocalizARTE,formado por artistas, que se encontraba en el mimo lugar. Después de un año toma las riendas del proyecto dándole una visión más amplia y apostando por artistas de la capital asturiana.
Toño Velasco estará cada martes y jueves dirigiendo los talleres de dibujo y pintura. En la actualidad forma a unas 20 personas en las técnicas relacionas con las Bellas Artes.
En Falcón espacio creativo se establecerá el taller de trabajo del pintor Juan Falcón. Un punto de encuentro con el artista, donde se podrá visitar y ver sus últimos trabajos.
La escritora Susana del Llano llevará a cabo los talleres infantiles para niños y niñas bajo el nombre de “Fabulosa fábrica de libros”, un programa educativo que aúna el arte y la literatura.
Cada mes Falcón espacio creativo programará actividad es, todas relacionas con el arte y la cultura, partiendo de que son los propios artistas quienes se dirigen al público, mostrando directamente sus creaciones.
También el espacio se encargará de organizar los encuentros de artistas que se celebran cada mes en la plaza del Paraguas. Una exposición del arte en la plaza, que reúne todos los meses no solo a artistas con la una trayectoria consolidada, sino también a los que están empezando sus carreras y buscan un espacio donde exponer y mostrar sus obras.
Para dar un buen comienzo a este proyecto, con sello de Oviedo,se contará con la exposición del artista plástico Álvarez Cabrero. Dicha exposición ofrecerá un recorrido por su obra pictórica, una muestra del arte de Cabrero que nos lleva a escenas de la vida de la ciudad, en las que muchas personas nos sentimos por unos segundos identificadas.
Se cerrará el círculo de la inauguración mediante la lectura de algunos textos publicados en Mensajes de un mundo dibujado, volumen editado por Septem y coordinado por el escritor Antonio Valle. Se trata de un libro en que 32 escritores y escritoras escribieron alrededor de 15 dibujos de Cabrero. Arte y literatura se funden, pues, en una ciudad vista con los ojos de ÁLVAREZ CABRERO.
Juan José Lage Fernández
presenta
Bibliotecas escolares, lectura y educación
Jueves, 23 de mayo de 2013; 20 horas.
Club de Prensa Asturiana (La Nueva España)
C/ Calvo Sotelo, 7
Oviedo
Destello de amores de pureza juvenil
Por Víctor González-Quevedo
Debo decir que no acostumbro a leer los trabajos de autores demasiado jóvenes. A menudo me parece que la gema está aún por pulir –opinión o tal vez juicio previo meramente personal y totalmente rebatible-. Sin embargo, esta obra, titulada Prólogo y escrita por un jovencísimo autor asturiano, Borja Fernández, me ha resultado encomiable de principio a fin. Esta piedra preciosa y filosofal, que su autor sin duda posee, proyecta el brillo o destello de amores de pureza juvenil, sobre todo al comienzo, en curioso –o quizás no tanto- maridaje con su contraparte, que es la muerte, y que en una suerte de estructura circular va despuntándose a lo largo del libro. Prólogo constituye más que un comienzo, es una expresividad realmente depurada y a la vez fresca, una obra contrastiva de los estados de conciencia y sentimiento que puede experimentar un ser humano. Para ello, Borja Fernández se sirve de la alternancia entre poemas y relatos, y aunque lo cantado y lo narrado adoptan diversas formas, hay una coherencia fundamental en la obra. ¿Por qué? Porque en ella se canta y se relatan los temas primordiales de la humanidad: el amor o su carencia, la muerte, el dolor, incluso la locura es abordada por el autor.
A modo de ejemplo, en “Testigo reflejo” hay indicios de una sutil penetración psicológica, en una sucesión de instantes inmortalizados en secuencia. “Peces de aguas claras” es un panegírico tan bello como doloroso del alcohol y la caricia, aquello que encandila al hombre. “El loco que quería volar”, por su parte, recupera al mejor Brecht pero magníficamente reformulado y muy hábilmente insinuado, un relato tan existencial como simbólico, con una sombra oscura pero liberadora acechando como cortinaje de fondo. Hay más relatos de interés, como por ejemplo “Aléjate del sillón”, donde el onirismo y el dolor, el sueño y la realidad desembocan en un punto de terrible inflexión al entremezclarse. “Ündan y Ümbrigan” trata el tema de la deidad oculta, en un relato opresivo digno de un Lovecraft.
Esto, en cuanto se refiere a los relatos del libro. En lo tocante a los poemas, apenas sin excepción muestran una línea clara y sencilla, aunque no necesariamente simple. Canciones dedicadas al amor y a la muerte —ora a su ensalzamiento, ora a su desmitificación, como en “Estrofa II”— se intercalan entre los relatos. “Canto a la muerte”, por ejemplo, evidencia atisbos de maestría partiendo de mimbres clásicos, sin resultar manido. Y es que, junto a una aparente –sólo aparente— ingenuidad de los poemas, coexiste una cara oculta con potencial de profundidad.
Como rasgos primordiales del estilo de este autor cabría mencionar la estructura iterativa de las expresiones en algunas de las piezas, francamente conseguida en mi opinión, así como una tendencia a introducir rimas narrativas que en absoluto suenan forzadas o impostadas, sino de manera natural y nunca cayendo en el ripio.
En definitiva, una obra de contrastes, por tanto una obra muy humana acerca de lo propiamente humano pero que no desdeña la indagación metafísica e incluso sobrenatural. Y todo ello con una calidad inusual en un autor de su juventud, que demuestra buenas lecturas y mejor talento y maneras. El libro, si les interesa, está publicado tanto en formato papel como electrónico en la editorial Seleer.
» os confieso que he experimentado
durante el trayecto solipsista de la lectura
una sensación impagable
Como alguien cercana a mí, la Monnier me ha trasladado a cierto estado metafísico de obligada publicidad por mi parte. Pero no me veo capacitado, como el Rey Lagarto, para ofreceros arabescos de electrónica borrachera cabalgando en la tormenta. Así que vuelvo enseguida a la rectitud.
A título de anécdota, diré que la primera noticia que tuve de La maison des amis des livres fue a partir de un malentendido al que me llevó una pequeña agenda, con tapas de piel marrón claro y fuerte olor a tabaco rubio, que se dejó olvidada en cierta cafetería de Oviedo Juan Benet. Me tocó recuperarla y la tuve en casa, eso sí, entregado a la indiscreción de revisarla atentamente; hasta que otro mediador, en este caso fue mi amigo Paco García, al parecer representante de Benet en la Tierra, supo que la tenía yo y me la pidió para, según me dijo, hacérsela llegar a su propietario, que la andaba buscando. Con la urbanidad decadente que me caracteriza y me lesiona, le entregué la agenda a Paco no sin reservas. Allí figuraba, entre otras, una dirección y teléfono de París que me llamó la atención: La maison des écrivains, como todo lo demás escrito, por el propio Benet, con letra muy menuda y a bolígrafo azul. De modo que una ligera confusión de nombres me llevó a descubrir la tienda de la señorita Monnier. Puedo decir que se lo debo a Benet. De inmediato evoqué un punto de encuentro de escritores en París. Todavía no sabía yo que aquel mágico nombre descubierto por mí al azar —el de la librería— respondía a un lugar sagrado situado justo enfrente de Shakespeare and company, de la que ya tenía yo noticia entonces, la tienda de Sylvia Beach, americana que tanto hizo por la literatura europea; entre otros logros, publicar entero por primera vez en Europa el Ulises y recibir en su librería como asiduos a Joyce, Hemingway, Eliot, Fiztgerald, Pound, Madox Ford, Barnes, Beckett y casi todos los arcángeles del modernism, de la lost generation y de mis sueños a voces. Los demás —ángeles de mis sueños susurrados— debían de encontrarse en la acera de enfrente (Valéry, Gide, Romains, Breton, Larbaud, Fargue, Linnosier…).
» Todavía no sabía que aquel mágico nombre
respondía a un lugar sagrado situado
enfrente de Shakespeare and company
Me fío de una librera —Adrienne Monier— que entre otras perlas es capaz de vislumbrar que “el estado de ánimo de los libros es una sonrisa universal”. Que apuesta por Romains y nos enseña el unanimismo, donde inscribe, con certero olfato, a Claudel, en quien percibe antecedentes surrealistas, pese a que éstos —los surrealistas— lo despreciarían con crueldad injustificada, tanto como a Gide (sí, el de Paludes). Que sigue apostando por Fargue o por Reverdy o por Rachilde —de quien nuestro Rubén escribió: “satánica flor de decadencia, mala como un pecado” (v. Los raros)—, y que publicita una hermosa plaquette titulada Bibi-la-Bibliste, incomparable composición que en dos cuartillas —novela minimalista y poemática como ninguna— se eleva con todos los derechos como pieza imprescindible, adelantándose a Dadá (bumbum, bumbum, bumbum) y sirviendo de manifiesto —avant la lettre— para el grupo de los potassons. Su autora era una joven inteligente y digna de todo rescate por nuestra parte, Raymonde Linnosier. Es inevitable, he ahí la literatura francesa que a tantos amamanta…
Hace pocos años he leído otro libro de similar factura. En este caso se trataba de los testimonios de Sylvia Beach y sus recuerdos en torno a Shakespeare and company, como ya se dijo, situada enfrente de La maison des amis des livres. Por eso ahora se me ocurre recomendar tres libros para completar una trilogía de la culminada vanguardia literaria parisina. Recupero, pues, París era una fiesta, de Hemingway, y esos dos libros testimoniales —cuyos títulos responden al nombre de la tienda, en el caso de la americana, y al de la calle, en el de la francesa— de dos amigas, vecinas, amantes, confidentes, apasionadas alumnas, eficaces mecenas y locas por los libros y los escritores y las escritoras y las vanguardias (avant garde): Sylvia Beach (la vanguardia anglosajona en Paris) y Adrienne Monnier (la vanguardia francesa en Pa
ris). Por eso hemos de ver la pequeña rue l´Odeon como el pasillo de una casa particular, benefactora y punto menos que celestial, con puertas a ambos lados que dan a habitaciones repletas no tanto de libros como de proyectos e ilusiones que han servido de salvaguarda de una literatura universal e irrepetible por desgracia. Una literatura y una atmósfera. Fue en otro tiempo, lo sabemos, pero se nos ofrece el porvenir, porque estas cosas, mientras estemos vivos, tienen lugar en una espiral llamada Laberinto que gira en nuestro interior. Mientras estemos vivos… Es por eso que el pasillo de la casa pertenece a mi brumoso mundo anhelado, y a esas dos mujeres-madres se lo debo en buena medida.
En 1955 la Monnier, que padecía el síndrome de Ménière, se suicidó. Un año después nacía un servidor y treinta años después, treinta años atrás o treinta años quietos, surgía el reencuentro en la rue l´Odeon, reencuentro que hoy añoramos con la esperanza de que una eternidad por delante nos permita sustentar la liviana emoción de homenajear entre versos y silencios musicados por Satie a nuestra querida Adrienne la Francesa, como la llamaba cariñosamente Saint-John Perse. Ella lo dijo: «El negro es el negro y la noche».
Fernando Fonseca es escritor.
El viernes 10 de mayo de 2013, a las 21 horas, se presenta en LIBROVIEDO(Plaza Trascorrales, Oviedo), la novela
Decir deseo
ganadora del III Premio Incontinentes de novela Erótica,
de Pedro Antonio Curto,
dentro de la actividad Rimas Eróticas.