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Entrevista a Muñeco Vudú, por Lauren García.

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MUÑECO VUDÚ:
 
“ESTE MOMENTO COMPLEJO ES UN CALDO DE CULTIVO
DE ACCIONES Y LITERATURA”
 

 


 
Con el rastrojo inevitable de los años defendiendo un buen puñado de canciones “Muñeco Vudú” han alcanzado meritoriamente la mayoría de edad con su segundo disco “La cosecha”. Un trabajo de rock equilibrado que atraviesa como un punzón la vida. La banda formada por Wilón de la Calle (batería), Ángel Miguel (bajo), Richard García y Miguel Herrero (teclados), Borja García (guitarras eléctricas) e Ivo Pérez (guitarra acústica y voz). Con Ivo charlamos de los avatares y entretelas del grupo para constatar que la música sigue teniendo el poder de entrometerse en el mundo.
 
 
 
 

-¿Hay en “La cosecha” un planteamiento hacia el rock más adulto en las letras y concepción general que en el primer disco?
 

-Si esto fuese una afirmación, sería de agradecer. Han pasado cuatro años desde que publicamos el primer disco, y no hemos parado de tocar… ese ejercicio, unido a la experiencia, hacen que todo evolucione. Estamos en un punto que tira más hacia la madurez que hacia la dispersión, eso está claro.
 
 

En la envolvente canción “Frambuesas (y plantas peligrosas)”  aluden al incipiente éxodo de las ciudades a los pueblos, ¿la realidad actual se basta por sí sola a la hora para configurar una letra?
 

-Una de las soluciones para la situación que vivimos (o padecemos) es regresar a lo natural, alejarse poco a poco del artificio y el humo. Estamos pasando por un momento tan complejo que por sí mismo es un gran caldo de cultivo de acciones y literatura. De todas formas, en mi caso también debe exponerse un punto de vista personal, una demostración de que tú también estás tomando partido en todo este asunto. Es así como afronto generalmente el hecho de escribir una letra para una canción.
 
 

Ahora que la industria discográfica se desmorona, ¿es la música en directo la única garantía de supervivencia económica?
 

¡Ojalá tocar fuese una garantía para ganarse la vida! No, creo que ya se ha desmoronado y ahora estamos viviendo un período de reestructuración. Esa industria es ya casi inexistente y los grupos formamos equipos y contratamos gente especializada para sacar adelante nuestro trabajo de forma íntegra.. El problema es que se necesita dinero para poner la maquinaria en marcha: grabación, copias del disco, promo, gira… y son muy pocos los que tienen esa capacidad económica. Hay nuevos métodos de financiación, como el Crowdfunding, aunque nosotros no estamos en ese momento todavía. Pero esto se trata de resistir y de seguir en la pelea agudizando el ingenio, y en eso estamos, a punto de encontrar la fórmula para el tercer disco
 
 

Más que nunca en estos tiempos, ¿ha de estar el rock en el epicentro de las calles?
 

-Todo tipo de música, en todo tipo de lugares. Los responsables de que eso pase no
entienden que hay que descubrir y arriesgar continuamente. La música popular debe estar, por definición, incrustada en la vida de todos, a su alcance, de la manera más respetuosa para el que se sienta molesto con eso.
 
 

-¿El no vivir en las grandes ciudades sigue siendo un obstáculo para una banda de rock?
 

Siempre hablamos que salir de Asturias a mostrar tu trabajo más allá del Negrón es difícil, y volvemos a lo de antes: ahora hace falta invertir bastante para que lo que haces llegue más lejos. Hacer una gira sin apoyo, hoy por hoy, es más un gasto que una inversión.
 
En Asturias veo y escucho bastante, y nadie podría decir que el nivel tiene nada que envidiar al nivel más alto. Hay muchos descubrimientos cada año y eso está fenomenal, que no pare, pero no hay apoyo a medio o largo plazo para esos proyectos. No solamente se trata de descubrir 30 grupos buenos al año, se trata de apoyar el proceso y la trayectoria también, y ahí mi nota es un suspenso muy poco discutible. Comprendo que a partir de cierto punto la responsabilidad de moverse cae ya sobre el grupo, pero deberíamos seguir ofreciendo apoyo y difusión… Ojalá alguien se sienta un poco molesto con esto que escribo y todos tengamos actitud para sumar y no para restar.
 
 

-¿Qué relación de parentesco musical tienen con otros músicos asturianos como Alfredo González o Pablo Moro?
 

-Más que parentesco musical nos une una gran amistad hace ya bastantes años. Nos reunimos con asiduidad, debatimos, tocamos juntos y tomamos cervezas. Imagino que por inercia habrá alguna similitud en lo que hacemos, pero insisto en que lo que más me importa con Pablo y Fredo es disfrutar de su amistad. Admiro su trabajo y su trayectoria,  sin duda.
 
 
Lauren García

NUEVA JUNTA DIRECTIVA

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La Asociación de Escritores de Asturias, reunida en Asamblea General Extraordinaria el pasado sábado treinta de enero de dos mil quince, eligió a los componentes de su nueva Junta Directiva, resultando electa por unanimidad la lista de la candidatura y que conforma ya la nueva Junta Directiva compuesta por Mª Esther García López (Presidenta), José Luis Caramés Lage (Vicepresidente), Aníbal del Valle Uría (Secretario), Virginia Gil Torrijos (Tesorera) y Mariano Arias Páramo, Rosa Cordero Díaz, Lauren García y Ángel García Prieto (Vocales). La nueva Junta Directiva quiere agradecer a todos los socios la confianza depositada y trabajará por la promoción y difusión de la obra y de los escritores nacidos o residentes en Asturias, así como la defensa de sus derechos e intereses y de su promoción. La nueva Junta Directiva quiere también hacer mención especial a la junta saliente y agradecer su esfuerzo y dedicación en estos dos últimos años.

Reseña de La venganza del objeto, de Alfredo Hernández García, por Marcelo Matas de Álvaro.

La venganza del objeto

 

Alfredo Hernández García

 

Editorial Luna de Abajo. Oviedo, 2014

233 páginas

 
            Todo escritor que se precie de serlo sueña con ser dueño de un estilo que cualquier lector pueda reconocerle como propio, claramente distinguible de la prosa funcional que más se suele celebrar en la literatura de escaparate. La mayoría de estos escritores se conforma -y no es poco- con que el estilo que los defina se ciña a meras cuestiones formales, de manera que indagan dentro de las posibilidades lingüísticas, estructurales, espaciales o temporales del texto, pero algunos -los más osados- procuran hacerse con un mundo personal, un territorio lo suficientemente acotado y ancho que en último término sea capaz de suscitar un planteamiento moral.
 
            Ya desde “El fósil vivo” (2012), novela en la que -en aparente paradoja- se hace memoria de un mundo futuro, Alfredo Hernández García entró en ese privilegiado grupo de escritores que pueden presumir de haber creado un espacio propio, no sólo caracterizado por algunos atrevimientos formales, sino más aún habitado por ciertos fantasmas de los que, al convocarlos, pretende desprenderse. En “La venganza del objeto” -también disponible en versión digital gratuita: http://issuu.com/lunadeabajo/docs/la_venganza_del_objeto- sus señas de identidad se reconocen en las singularidades del lenguaje (una sintaxis que, puesta al servicio de la ironía, oscila entre la solemnidad ridícula de la precisión notarial y la displicencia más pedestre de las expresiones coloquiales; la presencia de neologismos -algunos dignos de aparecer en la próxima edición del DRAE- destinados a nutrir la prosa de pequeños divertimentos con los que el lector va obteniendo la recompensa por seguir leyendo; la originalidad de las imágenes, hallazgos poéticos capaces de deformar -es decir, de ampliar- el sentido de lo significado; el amplio despliegue de sentencias o citas, como muestra irónica de la “citografía” -y de los “culturemas” y “reflexflemas”- que el texto denuncia), en la originalidad de la historia (una mujer se propone observar a un científico, es decir, “transformar el estudioso científico en estudiado”, con la intención de auscultar sus marrullerías, las de un personaje que se tiene por “purpurado” -muy por encima de los “amansados” o “básicos” del pueblo llano-, pero que no es más que un “naturófago”, un superdotado -de nombre Chiripa, tal vez un guiño risueño al cuento “La conversión de Chiripa”, de Clarín- que no investiga para comprender la realidad y aumentar el conocimiento que teóricamente debe perseguir la ciencia, sino “para inventar la verdad”, en un afán meramente endogámico tras el cual sólo se pretende que otros investigadores citen el propio estudio, llegando así a la “axiomatización de la citografía”, única moral a la que el civilizador -el observador observado- se debe) y en el empleo de la metaficción (la narradora que introduce al lector en el propio texto que cuenta, haciéndole partícipe no sólo de lo que desde su punto de vista se observa en la trama, sino transmitiéndole su personal concepción de la novela en la que la intriga no sería más que el “recurso de los mediocres”) que, al servirse de la propia novela también como objeto de análisis, se eleva de esta manera como metáfora de lo que el mismo texto denuncia: el tramposo delirio del científico investigado corre en paralelo con la irónica mirada de la narradora ante lo narrado.
 
            De esta forma, el mérito de “La venganza del objeto” es que -como afirmaba Walter Benjamin de Kafka o los surrealistas- el lenguaje deja a un lado su significado “burgués” y recupera su poder primario para denunciar la prepotencia del hombre ante la naturaleza. Para ello el autor se sirve del humor, la exageración y el esperpento, que lejos de edulcorar la acidez de la crítica hacia una ciencia hipertrofiada y endogámica, ahonda más en el malestar que a menudo conlleva lo agridulce.

Entrevista a Sergi Escolano, por Ernesto Colsa.

Entrevista a Sergi Escolano, por Ernesto Colsa
 
Hace unos meses reseñábamos en esta web la última novela del barcelonés Sergi Escolano, Con pecado concebido (Ed. Pez de Plata), desternillante sátira sobre la venida al mundo del Anticristo, a quien ha de engendrar una joven residente en la Ciudad Condal tras haber yacido con un agente de Satanás durante una cogorza de espanto. Sobre su obra, lo humano y, sobre todo, lo divino, nos habla el autor en esta entrevista.
 
 
 
– Sr. Escolano, ¿cómo llegó Ud. a ponerse en contacto con D. Jorge Salvador, responsable de la editorial Pez de Plata?
 
Nos puso en contacto un amigo común: el escritor Manuel Manzano. Yo ya llevaba un tiempo buscando editor. Con pecado concebido es una novela arriesgada y políticamente muy incorrecta y supongo que eso la hace difícilmente publicable. Estuve a punto de publicar con Planeta pero al final se echaron atrás, quizás porque me meto con alguno de sus libros (concretamente la biografía de Aznar calificándolo de maligno) o quizás porque no lo vieron suficientemente comercial. Entonces, cuando ya estaba pensando en utilizar el método de John Kennedy Toole, apareció Jorge, un editor lo suficientemente insensato como para publicar mi novela. La verdad es que ha sido fantástico publicar con él porque Jorge es un romántico que adora los libros, edita libros de lujo cuidando al máximo los detalles y a precios populares. Su amor por los libros creo que lo va a dejar en la indigencia pero es de agradecer que todavía haya editores así, aunque por las noches tenga que recoger cartones por Oviedo o vender su cuerpo al mejor postor para poder ganar unas perrillas y reinvertirlas en su empresa. Una pena que el mundo editorial se haya convertido en una industria y los productos estrella sean Belén Esteban o el famosete de turno. Por suerte aún queda gente como Jorge para intentar cambiar esto y hacer apuestas más arriesgadas. Sólo falta que el lector también se arriesgue.

– ¿Qué podría contarnos sobre su experiencia profesional en la revista El Jueves?
Que fue demasiado corta para mi gusto. El Jueves me fichó para su departamento de audiovisual para hacer guiones de varias series de dibujos. Algunas ya existían, como Los Marcatoons en la web del diario Marca y Moncloa Palace en la web de El Mundo, y otras eran proyectos nuevos para vender a cadenas de televisión. Pero llegó la crisis y se cancelaron todos los proyectos. Creo que en El Jueves se piensan que soy gafe y por eso ya no me contratan, aunque no me lo dicen porque les caigo bien. Aparte de eso fue una gran experiencia trabajar con ellos. Poder crear mano a mano con José Luis Martín y Maikel fue muy enriquecedor. Además a veces me invitaban a comer y eso, como catalán que soy, lo agradezco mucho.


Qué fantástico es relajarse con una buena lectura después de una dura jornada destruyendo planetas
 
 
-¿Se inspiró para Con pecado concebido en los evangelios sinópticos o en los apócrifos? ¿Cuál es su evangelista preferido? ¿Y su apóstol?
En los sinópticos, por supuesto. Tanto los sinópticos (los “oficiales”, los de Mateo, Marcos, Lucas y Juan) como los apócrifos son totalmente falsos pero la gente conoce bastante bien los sinópticos y desconoce los apócrifos y en la parodia es fundamental que el lector conozca los referentes en los que se está basando el autor. Si no, no tiene ni pizca de gracia.
Mi evangelista preferido es Juan, pero no por su evangelio sino por ser el autor del Apocalipsis, un libro más lisérgico que el final de 2001: Una odisea del espacio, que ya es decir.
¿Mi apóstol favorito? Estoy entre Tomás, por ser tan cartesiano y aplicar la duda metódica hasta a la resurrección de Cristo, y Judas, por la injusticia que la Historia ha cometido con él. Recomiendo fervientemente a todos que lean Tres versiones de Judas de Jorge Luis Borges, un maravilloso relato en el que se cuenta la verdadera historia de este denostado ex apóstol.
 -Personalmente me han gustado mucho esos finales alternativos de la novela, esa suerte de “tomas falsas”. ¿Considera que hay metaliteratura en las Sagradas Escrituras?
 
Yo no quería hacer una novela al uso. A mí me gustan mucho los extras de los DVDs: tomas falsas, finales alternativos, escenas eliminadas… Por eso pensé que estaría bien hacer un libro que también los tuviera. Con pecado concebido tiene, además de su final convencional, dos finales alternativos: uno made in Hollywood con persecuciones de coches y explosiones y otro final estilo teatro del Siglo de Oro español, todo en verso y con un duelo de capa y espada. También hay capítulos eliminados, tomas falsas, entrevistas a los personajes del libro… hasta un prólogo eliminado. Además lo he querido complementar con la web www.conpecadoconcebido.com, que tiene noticias falsas, blogs (el de Dios, el de Jesucristo y el de la Virgen María), preguntas a los personajes… y con una webserie con los personajes de la novela que he creado para hacer promoción del libro (www.conpecadoconcebido.com/index.php/videos ). Los booktrailers, tan de moda últimamente, me parecen soberanamente aburridos, no invitan a leer el libro. Con esta webserie quizás la gente tampoco se anime a leerlo pero al menos echará unas risas… y gratis. Y si tuviera más dinero o un editor aun más loco habría creado el álbum de cromos y las figuritas de los personajes.
Uy, con tanta autopromoción casi me olvido de la pregunta: ¿hay metaliteratura en las Sagradas Escrituras? Sí, claro.
 
-Sorprende en la historia la cantidad de secundarios; en este sentido, la tradición judeocristiana nada tiene que envidiar al universo Marvel…
 
Sí, en este libro hay muchos secundarios y terciarios, tanto humanos como divinos, hemos tirado la casa por la ventana contratando personajes. Hay dioses de varias religiones (cristiana, griega, egipcia, vikinga, hindú…) y otros personajes no tan divinos como el auténtico asesino de Kennedy, Josemaría Escrivá de Balaguer, un Papa negro, un sacerdote-ninja, el maestro Yoda, Robert Johnson, el señor Miyagi…
Sin duda el universo bíblico es más potente que el universo Marvel. Parece que sean los americanos los que han inventado los superhéroes pero los judíos ya los tenían hace más de dos mil años. La Biblia está llena de gente con superpoderes: Sansón tenía superfuerza, Josué superpulmones, Job superpaciencia, David superpuntería, Moisés podía separar las aguas del mar… Y Jesucristo (un alma atormentada por su poder y la responsabilidad que conlleva, como Peter Parker) tenía el mejor superpoder de todos: transformar el agua en vino.
 
 -¿Ha tenido algún problema de derechos de autor con la Conferencia Episcopal?
 
Yo supongo que los derechos de autor ya han caducado porque los autores llevan unos cuantos siglos muertos, aunque luego puedan resucitar. De momento ni la SGAE ni la Conferencia Episcopal me han enviado a ningún abogado ni una mísera excomunión. Y Rouco no me llama.
 
 -¿Cuándo va a venir a Asturias a presentar la novela? Un vaso de agua y un jergón de paja no le han de faltar…
 
Pues iré a Asturias cuando mi editor me prepare una presentación y me asegure que irán más de cuatro personas (sin contarle a él, a su novia, al librero y a mí). Por mí encantado, siempre he querido visitar Asturias, ¡pero espero que no me deis solo agua, pardiez!

Reseña de La plaza del silencio, de Rafael Herrero, por Ramón Ortega (tres).

La plaza del silencio

Por: Ramón Ortega (tres)

 

“Perdonar y olvidar significa tirar por la ventana experiencias compradas a buen precio.”

 Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir

 
La muerte de Franco significó el fin de un poder absoluto ejercido desde el fin de la Guerra Civil. Una época atroz donde se vulneraron derechos humanos y en la que el miedo implantaría una atmósfera de silencio e impotencia. Un mutismo que en apariencia jamás se rompería, pues la esperanza por la obtención de un nuevo régimen, plagado de libertades y garantías, acallaría el sufrimiento, la extenuación y el abuso vivido por tantos durante aquel período. Borrón y cuenta nueva. La transición y la paz bien valían la ofrenda de una justicia, de facto o simbólica, que parecía no ser capaz de devolver la dignidad que tiempo atrás había sido arrebatada. Muchas injusticias durante el Franquismo quedaron amordazadas, pero son los meses de octubre y noviembre de 1975, durante la enfermedad y agonía de Franco, cuando tiene lugar una de estas historias en la que el miedo paraliza a Chema, protagonista de La plaza del silencio.
 
Una noche solitaria Chema presencia el asesinato, a manos de un grupo de fascistas, de un homosexual en la Plaza de Chueca. Las imágenes de la brutal paliza le martirizan, pero la consternación que le causa pensar que lo puedan descubrir, ocasiona que sea incapaz de denunciar el homicidio. Los remordimientos y la vergüenza por lo que él considera una cobardía hacen mella en su integridad y su vida se convierte en un calvario. Sin embargo, como cualquiera de los españoles de aquella época, sabía que estos grupos fascistas contaban con influencias a todos los niveles sociales. Hablar con la policía, no sólo no conseguiría llevar ante la justicia a los asesinos, sino que podría significar el fin de su vida tal como la conocía. Pero por otro lado, no hablar del suceso tampoco permite a Chema volver a su cotidianidad; su profesión de actor y director de teatro se ve completamente trastocada por este negro acontecimiento.
 
Aferrado a la idea de no contar a nadie su infortunio, finalmente encuentra consuelo en dos mujeres: Paloma, su novia y Elena, una amiga a la que Chema considera el amor de su vida. Con distinta determinación, estos tres personajes afrontan una situación que resulta ser más compleja de lo que esperaban. Los asesinos son parte de un grupo organizado que se dedica a dar caza y muerte a homosexuales. Su idea es limpiar la sociedad de lo que ellos consideran la escoria del país. Además, una serie de contingencias hacen que todos ellos confluyan en un punto en el que ya no puede haber marcha atrás.
 
Con esta emocionante y conmovedora novela, Rafael Herrero, autor de La Plaza del Silencio, nos sumerge en el fin de la dictadura de Franco. Años en los que un grupo significativo de personas añoran un cambio, pero otro, no menos significativo, recrudece su brutalidad aferrándose a un régimen de intolerancia y represión. Muchas voces que pugnan por el mantenimiento o fin de una era. Unos desde sus plazas con voces altivas y alaridos estentóreos y otros desde la sombra con susurros apenas perceptibles.
 
No cabe duda que esta novela se une a una larga lista de libros que pretenden devolver la voz a los silenciados. La Guerra Civil y el Franquismo siguen siendo una herida abierta de España que la literatura y el arte pretenden cicatrizar.
 
“—Esta vez va en serio, Charo me ha dicho que La Paz se está llenando de gente importante. ¡Ojalá se haya muerto de verdad y todo cambie de una vez!
—Demasiado tarde ¿no? —Y lo digo con una intención mezquina y calculada, para que Paloma no pueda disfrutar con la noticia, para pillarla en un renuncio. No sé por qué lo hago, pero lo hago.
—Sí, ya lo sé… Pero… ¿es que tú no te alegras? Es algo que hemos esperado mucho tiempo. No digo que nos olvidemos de nada, ni de nadie, sólo que intentemos respirar un poco. Nos estamos ahogando, Chema.”
 

¿Por qué las chicas beben más y los hijos únicos hablan solos? , de Ángel García Prieto.

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¿POR QUÉ LAS CHICAS BEBEN MÁS Y 

LOS HIJOS ÚNICOS HABLAN SOLOS?

 
PSICOPATOLOGIAS DE NUESTRO TIEMPO

 

 

Ed.Laria. Oviedo, 2014.
89 páginas.  14 euros

 

 

 

El alcohol y la depresión, la agorafobia y otros miedos, los conflictos de la adolescencia y las drogas juveniles, dependencias y complejos, el culto al cuerpo y otras modas que pueden conducir al fracaso. En una sociedad cambiante a velocidad incontrolable, que impide la reflexión y anima al impulso, este libro es un remanso para detenerse a pensar y leer con pasión acerca de cuestiones que a todos nos son cercanas. Preguntas y respuestas para hacer frente a los retos de nuestros días.

Nota de prensa de El Comercio

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  • La Asociación de Escritores de Asturias entregó también sus galardones al escritor Manuel García Rubio y a los poetas Antonio Gamoneda y José Luis Argüelles

 

 

La capital asturiana es ciudad de letras. Muestra de ello han sido las rúbricas de Ramón Pérez de Ayala, Dolores Medio, Clarín o Ángel González y así lo certifican los numerosos certámenes literarios que premian el quehacer de autores asturianos, nacionales y extranjeros. El Aula Magna de la Universidad de Oviedo fue ayer escenario del último de estos reconocimientos, al acoger el acto de entrega del IX Premio de las Letras de Asturias, que recayó en Antonio Gamoneda, y los XIV Premios de la Crítica, que reconocen el trabajo del colaborador de EL COMERCIO Luis Arias Argüelles-Meres, Manuel García Rubio y José Luis Argüelles. Todos acudieron a recoger estos galardones regionales, anuales y organizados por la Asociación de Escritores de Asturias (AEA).
Hubo palabras de agradecimiento, de defensa cerrada de las letras y también de crítica ante la actual situación cultural y social. Muchas sirvieron de recuerdo para grandes nombres que estuvieron y ya no están. Todas ellas las incluyó en su discurso el IX Premio de las Letras de Asturias, Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931), por una vida «dedicada a la escritura», afirmó Armando Murias, presidente de la AEA ante de entregarle la distinción. Un reconocimiento este que, por primera vez en los nueve años de historia del galardón, fue designado por los de socios de la asociación, quienes ejercieron su derecho a voto y eligieron por mayoría absoluta el nombre de Gamoneda.
 
El poeta destacó el valor del premio porque supone que se haga «más conocida mi vinculación con esta tierra y contesta a los que puedan dudar de mi procedencia», explicó mostrándose también crítico con quienes «trataron de manchar» su buena relación con el también poeta ovetense Ángel González.

 

 

Junto al laureado escritor, compartió espacio el escritor, crítico, columnista y colaborador de EL COMERCIO Luis Arias Argüelles-Meres, aplaudido en la categoría de columnismo literario por la «pulcritud» de los comentarios que publica en este periódico, «en los que no falta la ironía» según el acta del jurado. «La primera obligación de todo columnista es escribir bien; y la segunda comprometerse solo con su estilo. No tiene que ser un adulador de lo que le rodea», apuntó Arias Argüelles-Meres tras recibir la estatuílla de manos del novelista Ernesto Colsa. Durante su intervención, el también profesor afirmó que cuando escribe un artículo siente lo mismo que cuando da una clase: «Trato de decir todo lo que sé de la manera más clara y mejor posible, con un respeto máximo al público lector». Aprovechó la ocasión también para realzar la importancia de la palabra, recordando como, cuando era un niño, su padre le inculcó el gusto por leer antes de irse a dormir. También del asturiano como lengua, porque «de aquí, de este mismo salón, salió lo mejor del columnismo de España».
 
El galardón de la crítica que premia la modalidad de prosa fue a parar a las manos de Manuel García Rubio por su novela ‘La casa en ruinas’, por la capacidad del autor por «entremezclar los géneros fantástico, el suspense o el realismo mágico». Finalmente, en la modalidad de poesía, el galardonado con el Premio de la Crítica de Asturias fue José Luis Argüelles por su libro ‘Las erosiones’. Desde ayer, estos cuatro nombres de la literatura regional tienen en su casa la escultura ‘Apolo’, creada por el artista Jaime Herrero para la ocasión.

 

 

 

 

Nota de prensa de El Comercio

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  • Antonio Gamoneda gana el Premio de las Letras mientras José Luis Argüelles y Manuel García completan el palmarés de la Crítica


Luis Arias Argüelles-Meres es el flamante ganador del XIV Premio de la Crítica de Asturias en su modalidad de columnismo literario. El articulista de EL COMERCIO ha sido elegido por un jurado formado por los miembros de la junta directiva de la Asociación de Escritores del Principado, que valora «la pulcritud en un estilo que da forma a unos comentarios donde no falta la ironía que entronca con el mejor periodismo redactado en España, siempre crítico con el mundo que le rodea».
El galardón se entregará el próximo viernes en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo junto al resto de premios de la crítica y el que ya es el IX Premio de las Letras de Asturias, reconocimiento que en esta ocasión se lleva Antonio Gamoneda y que se otorga cada año «a un autor nacido, residente o con una singular vinculación a Asturias cuya obra suponga una aportación especial a la literatura». El poeta nacido en Oviedo en 1931 recibirá el aplauso tras una decisión tomada por mayoría absoluta de los socios de la Asociación de Escritores que ejercieron su derecho a voto.
En la modalidad de poesía, el galardonado con el Premio de la Crítica de Asturias es José Luis Argüelles por su libro ‘Erosiones’. El jurado, presidido por Nieves Viesca, valora «la unidad de contenido, así como un carácter simbólico, un sentido poético en el argumento de los versos y un sesgo muy testimonial. La contemplación del desencanto que va de lo individual a lo colectivo».
Manuel García Rubio se lleva el premio en prosa por su novela ‘La casa en ruinas’. El jurado presidido por Rubén Rodríguez destaca «la habilidad para combinar registros narrativos que incluyen fantasía, suspense, realismo mágico y la maestría en la construcción de unos personajes bien trabados al servicio de una narración intensa y actual».
Los galardonados recibirán la escultura ‘Apolo’, una estatuilla creada expresamente por el artista Jaime Herrero para este galardón.

 

Nota de prensa de La Nueva España

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09.12.2014 | 04:20

José Luis Argüelles.

El poeta y periodista José Luis Argüelles (Mieres, 1960) ha sido galardonado con el Premio de la Crítica de la Asociación de Escritores de Asturias por su poemario "Erosiones", publicado a finales del pasado año. Manuel García Rubio (Montevideo, 1956) ha recibido el mismo galardón en el apartado de novela, por "La casa en ruinas", y el articulista Luis Arias Argüelles-Meres (Lanio, 1957), en la modalidad de columnismo literario. La Asociación otorgará el IX Premio de las Letras de Asturias al poeta asturleonés Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931).
Gamoneda, perteneciente a la Generación del 50, aunque sólo por edad, es una de las voces más notables de la poesía española. El hecho de haber marcado desde el inicio de su obra su propio estilo y no tener un grupo que le respaldara hizo que su poesía fuera comprendida tarde. "Edad", "Libro del frío", "Sólo luz" y "Arden las pérdidas" son algunos de sus títulos más brillantes. El jurado le premia por la "aportación especial" de su obra a la literatura y por su vinculación a Asturias, pese a residir desde los 3 años en León.
En cuanto a José Luis Argüelles, el jurado, presidido por Nieves Viesca, ha valorado "la unidad de contenido del poemario, así como un carácter simbólico, un sentido poético en el argumento de los versos y un sesgo muy testimonial. La contemplación del desencanto que va de lo individual a lo colectivo".
Argüelles combina su tarea como poeta y antólogo con su profesión como periodista en el diario LA NUEVA ESPAÑA. Él mismo explicaba, en una entrevista a este periódico, su visión de "Erosiones", el cuarto poemario que publica y en el que, como en los anteriores, su búsqueda primordial es la poesía misma. "El libro es en muchos sentidos una insistencia en la cita de Zagajewski, uno de los grandes poetas vivos, que sirve de pórtico: ‘¿Por qué la vida aspira / tan tenaz a la destrucción?’. Es inevitable que en mis respuestas a esa pregunta, dos versos de un poema que se titula ‘El viejo Marx’, se traduzca mi propia relación con el mundo, con lo que pasa y nos pasa".
Aunque nacido en Montevideo, Manuel García Rubio reside en Asturias desde los 10 años. Ha practicado con éxito el ensayo y algunos de sus relatos breves figuran en antologías españolas e hispanoamericanas. Pero es en el campo de la novela en el que, sin prisa pero sin pausa, ha ido haciendo su camino literario. "Sal", la novela anterior a la ahora galardonada, fue finalista del premio de la Fundación Lara a la mejor novela de 2008 y "La casa en ruinas" logro el "Ciudad de Salamanca" en 2012.
"La casa en ruinas", en la que el protagonista es un directivo de un importante grupo inversor que compra una clínica, es una historia de amor y de soledad, que habla, también, de la construcción de la identidad a través de la memoria.
El premio de la Asociación de Escritores para el columnismo literario fue para Luis Arias Argüelles-Meres. Se han valorado en sus textos "la pulcritud en un estilo que da forma a unos comentarios donde no falta la ironía", siempre crítico y enlazando con el mejor periodismo, dice el jurado.

 

 

NOTA DE PRENSA

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Nota de prensa 
 Luis Arias Argüelles-Meres es el ganador del XIV Premio de la Crítica de Asturias, en la modalidad de columnismo literario. El jurado, formado por los miembros de la Junta Directiva de la AEA, valora la pulcritud en un estilo que da forma a unos comentarios donde no falta la ironía que entronca con el mejor periodismo redactado en España, siempre crítico con el mundo que le rodea.
 Los galardonados recibirán la escultura Apolo, una estatuilla creada expresamente por el artista Jaime Herrero para este galardón.